lunes, 27 de febrero de 2017

El imperio de la vigilancia según Ramonet

La distopía de sociedad que representó 1984, la novela de George Orwell, repleta de recursos increíbles para la vigilancia, nos tiene zambullidos hoy en un mundo extraño y contradictorio. El pasado ha vuelto. Facebook ha rescatado los «dos minutos de odio» diarios, aquel ejercicio obligatorio de los ciudadanos de Oceanía en el que todos entraban en trance, descargando su ira verbal contra el que disiente del sistema orwelliano. Los flujos de información van y vienen, invisibles por el aire y quedan almacenados en cascadas de servidores. El Big Data permite a la información interpretarse a sí misma y adelantarse a nuestras intenciones. Es un indicador de cuánto saben las grandes empresas de nosotros y lo más preocupante, expone lo fácil que está siendo convertir a las cacareadas democracias en dictaduras de la información dispuestas a encerrar a cada ciudadano en una burbuja observable, parametrizada y previsible.
El imperio de la vigilancia, de Ignacio Ramonet, parece estar escrito por Winston Smith, el protagonista de 1984, tras resucitar con el campanazo de Edward Snowden, el exagente de la CIA que reveló las escandalosas violaciones y el espionaje masivo de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA), de Estados Unidos. Pero el tono de la lúcida aproximación a los «estados orwelianos» que ofrece este libro, parece estar marcado no tanto por lo que dijo Snowden el 7 de junio del 2013 –él en definitiva dio cuerpo a lo que ya sabíamos–, sino por la escasa conciencia o la indiferencia frente al ejército de la vigilancia y el control mundial, que hace su agosto en nombre de la lucha contra el terrorismo y al amparo del proceso de centralización que ha sufrido Internet en los últimos años.
Ramonet, director de Le Monde Diplomatique en español, especialista en geopolítica y estrategia internacional, consultor de la ONU, cofundador de Media Watch Global, autor de Cien horas con Fidel y de Hugo Chávez: Mi primera vida, formidable periodista por más señas, en esta ocasión explora a grandes trazos la historia del gran sistema de vigilancia basado en las nuevas tecnologías, que comenzó a fraguarse hace casi ocho décadas y que ha terminado cambiando la estructura del control, antes un poder casi exclusivo del Estado, ahora en manos públicas y privadas.
Tras la Segunda Guerra Mundial, EE.UU. y Reino Unido crearon Ukusa, la alianza de cinco países para hacer frente a los soviéticos. De ahí nació la red Echelon, el sistema mundial que intercepta comunicaciones privadas y públicas, y que no ha dejado de crecer y extenderse a todos los nuevos medios de comunicación. A la cabeza de esta red está la NSA y su núcleo, la Special Source Operations (SSO), el servicio de información más poderoso de la Tierra. Google, Apple, Facebook, Amazon, Microsoft y otras grandes compañías de Internet le suministran una ingente masa de información y, a la vez, sacan enorme provecho económico del pastel on line.
«Con la centralización de Internet, la “democracia digital”, en la que se pudo creer en los albores, se ha revelado como una impostura y un engañabobos», escribe Ramonet, quien aporta tal profusión de pruebas de lo que dice que incluso aquel lector familiarizado con estos temas quedará sobrecogido. En esa misma dirección avanzan, en la segunda parte del libro, las entrevistas con Julian Assange, fundador de Wikileaks y refugiado en la Embajada de Ecuador en Londres, y con Noam Chomsky, el académico que revolucionó la lingüística moderna y ha hecho la crítica más feroz a los medios de comunicación convertidos en empresas privadas, muchas de ellas transnacionales y siempre afiliadas a la dominación ideológica. (Una lectura, por cierto, que deberíamos reemprender los cubanos a la luz de los cambios económicos y comunicacionales que estamos viviendo).
El conocimiento y la evidencia empírica contrastada le dan la razón a Ramonet. Cuando terminé de leer el libro no pude dejar de recordar una entrevista reciente que le hicieron a Martin Hilbert, experto en redes digitales que ha dirigido un ambicioso proyecto para determinar cuánta información digital hay en las redes de este mundo. Él decía que la última vez que se actualizó el estudio reveló que había cinco Zetabyte de datos en Internet. Un ZB es un 1 con 21 ceros, que no dice mucho al lector común. Pero si se traslada ese volumen de información a libros, por ejemplo, convirtiendo las imágenes a su equivalente en letras, cinco ZB significa que se podrían hacer 4 500 montañas que lleguen hasta el sol. Solo en los dos últimos años se han creado tantos datos como los que se generaron desde la prehistoria hasta el 2014. Cada 30 meses se duplica toda la información precedente, de modo que ahora mismo existen unos diez ZB en disco duro. Es decir, 10 000 montañas de libros hacia las estrellas.
Mientras la información de casi todo lo que hacemos día tras día crece a esos niveles casi inconcebibles, el poder de computación aumenta tres veces más rápido. Se duplica en menos de un año y mejora la capacidad que tienen las máquinas de crear redes neuronales que funcionan de manera muy similar al cerebro y que organizan en cuestiones de milisegundos millones de datos dispersos.
El imperio de la vigilancia devela esa realidad y nos recuerda que «a nuestro alrededor merodea permanentemente un Big Brother». Todo es espiado en la sociedad exhibicionista de la vigilancia y el control, que se da el lujo de tener millones de «soplones voluntarios», como llama Ramonet a quienes se colocan alegremente un grillete electrónico. Este libro es una alerta precavida de lo que ha comenzado siendo el siglo XXI, una cibergeografía viciada de totalitarismo, no solo político sino mental. Facebook es supuestamente gratis, pero vale billones de dólares por la información de todos nosotros que posee y subasta. Los robots de Google leen los correos electrónicos que se envían y reciben a través de su servicio de correo, Gmail, para incluir en ellos publicidad relevante y de supuesto interés para el internauta. Hoy la huella de que una persona existe es su teléfono. Con los datos del celular, con los llamados metadatos, o sea sin escuchar cada conversación ni saber con quién se habla, sino solo con qué frecuencia y con qué duración se utiliza el móvil, se puede hacer ingeniería inversa y reproducir el 90 % de los resultados de un censo. De las diez empresas del mundo tasadas a un precio más alto, cinco son proveedoras de información. Esas pocas compañías poseen tantos datos y tal magnitud de procesamiento para identificar correlaciones, que han adquirido la capacidad de predecir lo que va a ocurrir e identificar el «pre-delito», como en la película Minority Report. Y como saben muy bien los informáticos, cuando algo se puede predecir, también se puede programar. A máquinas y a personas.
No pasó ni un año de la primera edición de El imperio de la vigilancia y nuevos hechos confirman los argumentos de Ramonet. Hemos visto cómo en Estados Unidos se ha manipulado a los electores estadounidenses sin ningún escrúpulo a través de las redes. A partir de algoritmos que han probado que con 100 likes de una persona en Facebook se puede predecir su orientación sexual, sus opiniones religiosas y políticas, su nivel de inteligencia y de felicidad; que con 250 likes, se puede adivinar el resultado de un test de personalidad mejor que como lo haría la pareja del individuo, y que con unos pocos likes adicionales, se puede saber más de una persona que ella misma, la compañía Cambridge Analytica construyó un perfil sicométrico personal para cada adulto de EE.UU., a través de bases de datos comerciales y análisis de redes sociales. Su herramienta les permitió a los expertos de la campaña de Donald Trump ajustar los mensajes exactamente a los intereses y gustos particulares de cada individuo, proporcionando así el margen clave para la victoria del republicano, que pagó cinco millones de dólares a Cambridge Analytica.
Casi todos los mensajes emitidos por Trump se basaban en datos y estaban dirigidos a bloques específicos de electores, de modo que su aparente dispersión no fue sino un cuidadoso reparto personalizado para persuadir a los votantes. El mecanismo es diabólico y un arma de fragmentación al servicio de esa dictadura informacional de la cual nos habla Ramonet, que opera sin ningún amarre jurídico, y que puede traer consecuencias devastadoras para el planeta.
Como lo fue la novela de Orwell a fines de la década del 40 del siglo pasado, este nuevo libro es un retrato de la sociedad de la vigilancia y un aviso de lo que podría ser la sociedad humana bajo un régimen semejante. Nos dice que el Gran Hermano es un poder tosco al lado de la red de organismos supranacionales no democráticos que se han ido creando e imponiendo, y demuestra de una manera eficaz, indiscutible y hasta elegante que el verdadero problema del futuro no es la tecnología, sino la política. Desde tiempos inmemoriales, la autoridad política ha estado estructurada de manera que, hacia dentro, unos pocos han gobernado a otros muchos, mientras que, hacia fuera, el sistema internacional se ha organizado de forma jerárquica con un pequeño centro de poder y una gran periferia. En los dos casos, la dominación se ha basado en la superior capacidad tecnológica ¿Por qué iban a ser las cosas diferentes ahora en el imperio de la vigilancia? básicamente se pregunta su autor.
Pero no hay que suicidarse: Ramonet llama a actuar a los ciudadanos bajo la consigna «¡Contra la vigilancia masiva, resistencia masiva!». Reivindica la lucha individual por mantener un pensamiento crítico, preservar los datos personales y encriptar los mensajes… También, reclama voluntades a favor de una Carta universal que dé garantías jurídicas a nuestros derechos en Internet y nos convoca a que asumamos riesgos, como Snowden, Assange y Bradley Manning, «tres héroes de nuestro tiempo».
Gracias, Ignacio, por este libro. Gracias a la Editorial José Martí por esta edición. Y a ustedes, mi recomendación más entusiasta: no dejen de leerlo.

*Palabras de Rosa Miriam Elizalde durante la presentación del libro El imperio de la vigilancia, de Ignacio Ramonet durante la 26 Feria Internacional del Libro de La Habana.

Cuadrar la caja

En el lenguaje metafórico de la cotidianidad significa establecer una relación cómplice entre varios para salvaguardar, en el ámbito institucional, sus intereses personales, llevados en ocasiones al desvío de recursos

 Graziella
Dicen los creyentes en la Regla de Osha que soy hija de Obbatalá. No lo he comprobado. Lo cierto es que mi color es el blanco, símbolo de pureza y, entre los metales preciosos, prefiero la plata al oro. Importa sobre todo que la cochambre, en lo físico, en lo moral y en lo laboral, me produce alergia de extrema virulencia. Por esas razones, quizá, el tema de los valores me obsesiona e induce a observar con mucha atención la realidad del comportamiento humano, incluidas sus motivaciones.
Por lo regular, no nos hemos entrenado en registrar cuánto revela  nuestro modo de hablar, matizado por expresiones que desaparecen  y  reaparecen con nuevos sentidos. He comentado en alguna otra oportunidad la sorprendente antigüedad del grito ¡agua! , a modo de alerta dirigido a los transeúntes. Su origen está, según contara alguna vez un investigador, en la tradición decimonónica de vaciar los orinales desde ventanas y balcones hacia la calle. Se advertía así a los paseantes que detuvieran la marcha para evitar un inesperado baño en tan pestilente líquido.
Cuadrar la caja es una práctica contable que se realiza al cierre de las operaciones de cada jornada. En el lenguaje metafórico de la cotidianidad significa establecer una relación cómplice entre varios para salvaguardar, en  el ámbito institucional, sus intereses personales, llevados en ocasiones al desvío de recursos. Implica conciliar ventajas individuales y compromete a cada uno, en caso de verificación externa, a encubrir la verdad, de cada cual a favor de los restantes.
Pueden constituirse en redes minúsculas, aunque existe la posibilidad de encadenar, en compleja secuencia, territorios más extensos. A escala rudimentaria, tiene como referente conductas de raigambre mafiosa. Socava las normas establecidas para el control interno y lacera profundamente principios de ética individual y pública. Quien se mancha las manos con tan veleidosa actuación, resbala por una peligrosa pendiente. A la larga, estará sujeto al posible chantaje de sus cómplices. Así pueden precipitarse al abismo personas otrora decentes.
Todos sabemos que, a pesar de las regulaciones existentes, los papeles pueden mentir tanto como las personas. Las noticias de cada día, procedentes de todos los continentes, muestran un universo inficionado por una gigantesca corrupción. Los insaciables tiburones disponen de paraísos fiscales, de testaferros y de la connivencia de los representantes de los tres poderes instituidos por la democracia burguesa. La desconfianza en los políticos y en las instituciones se acrecienta, conduce a la apatía a la hora de enfrentar los problemas de la sociedad, al escepticismo y a la lucha individual por la supervivencia. Al amparo de ese panorama, se llevan a cabo los  «golpes suaves», como el que se produjo contra la presidenta de Brasil Dilma Rousseff.
Concebido como proyecto social, político, económico y cultural, el socialismo puede ofrecer vías para iniciar un viaje a contracorriente, con el propósito de rescatar los principios éticos de una auténtica condición humana. Mediante un proceso que no habrá de ser solución milagrosa conquistada en un día, todo comienza por no considerarnos asalariados, sino propietarios reales de los bienes de la nación. La fórmula pasa por la marcha ininterrumpida hacia una participación efectiva en las decisiones que competen a cada institución. Todo empieza por entender con claridad el camino trazado en ese pequeño espacio donde tan bien se está, que se moldea con las manos y la iniciativa de todos y cada uno.
Entonces, compartir tareas implica también afincar el sentido de la responsabilidad individual y colectiva, porque ambas han de andar juntas en permanente  rejuego dialéctico. Así debiera suceder también en el hogar y en la escuela, como integrantes del proceso formador de la persona.
Nuestros antepasados, los simios, tienen particular talento para incorporar con rapidez lo que ahora denominamos knowhow. Cuando los monitos verdes se escaparon del zoológico y se multiplicaron velozmente por la periferia de la ciudad depredando sembradíos y cosechas, el empeño por atraparlos resultó complejo. No podía utilizarse dos veces la misma trampa, porque la manada aprendía la lección de inmediato, transmitía la información y eludía el peligro.
En la conquista de la posición erecta y mediante el uso de las manos, fuimos modelando el universo que nos rodea.
Incentivamos con ello también la multiplicación de las interconexiones en nuestro tejido nervioso. La consolidación de la columna vertebral  proyecta la imagen de una dignidad irrenunciable. Permite, así mismo, otear el horizonte distante, para convertirnos en dueños del espacio y forjar sueños que habrán de constituirse en matrices de una capacidad transformadora. Durante milenios, Ícaro encarnó el sueño de poder volar hasta que, poco a poco, atravesando obstáculos y mejorando el diseño de los proyectos, aprendimos a hacerlo.
Cargada de años y de dolencias, vivo la permanente tensión de disponer de un potencial  enérgico equivalente a un Mig, metido en el frágil caparazón de una avioneta ejecutiva. Esa contradicción es fuente de angustia y, a la vez, estímulo de un imperecedero amor a la vida. A escala de la persona y de un país, soñar en grande contribuye a sobreponerse al agobio de lo cotidiano. Constituye la raíz profunda de la historia que nos acompaña en un obrar capaz de sobrepasar en mucho la dimensión real de nuestra Isla.
Hay que cambiar las reglas del juego y cuadrar la caja de otra manera. Tras disputar migajas, se traducen apenas en la ilusión de solucionar, junto a lo más apremiante de nuestras carencias, algún que otro pacotilleo. Sin lugar a dudas, el daño mayor procede de los tiburones que se benefician ilícitamente de lo mal habido. Para cortar como la yerba a ese mal, tenemos que apelar al control social y a la denuncia pública. El mal ejemplo conduce a la proliferación de minúsculos insectos silenciosos que corroen el cuerpo de la más sólida edificación. Cuadremos la caja en defensa del bien público por razones de orden ético y porque de su mejor administración debe dimanar la calidad de vida que todos necesitamos.
Tomado de Juventud Rebelde

lunes, 20 de febrero de 2017

La Habana a ritmo de salsa

La segunda edición del Festival de la Salsa 2017 tendrá lugar del 21 al 27 de febrero, según se informó en conferencia de prensa efectuada en el centro cultural Submarino Amarillo.
 
Maykel Blanco. Foto: Roberto Bello



Por Ricardo Venereo.
La segunda edición del Festival de la Salsa 2017 tendrá lugar del 21 al 27 de febrero, según se informó en conferencia de prensa efectuada en el centro cultural Submarino Amarillo, de Artex. El evento, que preside el joven y talentoso músico cubano Maykel Blanco, director de la agrupación Maykel Blanco y su Salsa Mayor tendrá por sede al Parque Metropolitano y como subsede al hotel Comodoro, ambos en la capital del país.
Organizado por la Empresa de Carnaval y la Dirección Provincial de Cultura de La Habana, con el apoyo de un grupo importante de instituciones y de las máximas autoridades capitalinas, incluye talleres de música y baile, desfile de las comparsas los Guaracheros de Regla y los Componedores de Batea, conciertos y espectáculos variados, así como la presentación de Djs cubanos y de Estados Unidos, Argentina e Inglaterra, entre otras actividades.
A partir del jueves 23 el Parque Metropolitano de La Habana abrirá sus puertas desde las 5:00 p.m., reservando para las 9:00 p.m., el inicio de los conciertos, donde actuarán para el público cubano y extranjero agrupaciones como Los Van Van, Paulo FG y su Élite, Anacaona —que están celebrando su aniversario 85—, Lazarito Valdés y Bamboleo, Adalberto Álvarez y su Son,  Alexander Abreu y Havana D´ Primera, Pupy y los que Son Son, El Noro y 1ra. Clase, El Tosco y NG la Banda y Tania Pantoja y su orquesta, entre otras.
El festival, aseguró May­kel Blanco, además de potenciar la música popular bailable ofrece al público cubano la posibilidad de bailar con las mejores orquestas del género y compartir su alegría con bailadores de otras partes del mundo. A la primera edición del Festival de la Salsa en La Habana, realizada el pasado año, dijo, asistieron 400 participantes extranjeros.
En la medida en que el festival vaya ganando mayor posicionamiento en el panorama musical cubano y fuera del país, Maykel y los organizadores de este evento esperan contar con la presencia de agrupaciones salseras foráneas y de otras provincias cubanas.
TOMADO DE JUVENTUD REBELDE.

Fin, tan solo del primer capítulo

El fin de la edición habanera de la 26 Feria Internacional del Libro aconteció este domingo en la sala Nicolás Guillén de la Fortaleza de San Carlos de La Cabaña



Más de 415 500 personas visitaron La Cabaña en estos días. Foto: Juvenal Balán

A su fin llegó el capítulo habanero de la 26 Feria Internacional del Libro, cuyo acto de clausura aconteció ayer en la sala Nicolás Guillén de la Fortaleza de San Carlos de La Cabaña. Cuando llegó a la última de sus jornadas, más de 1 100 acciones literarias –entre ellas unas 900 presentaciones de títulos, 28 paneles y 106 espacios de lecturas de poesía– habían engrosado sus enjundiosas propuestas.
En presencia de Abel Prieto, ministro de Cultura, Juan Rodríguez Cabrera, presidente del Instituto Cubano del Libro; y Anna Lise Domanski, segunda secretaria en la Embajada de Canadá, entre otros directivos, el acto fue oportuno para reafirmar aciertos que tuvo la presente edición –como la venta de 301 500 ejemplares, 111 540 más que en la misma etapa en el evento anterior; y la asistencia de 415 599 visitantes, superior en 25 000 a la etapa similar pasada, entre otras bondades– sin que ello signifique que se haya logrado una satisfacción plena de las aspiraciones y necesidades del público lector y de la familia que viene a cada espacio ferial.
En sus palabras Rodríguez Cabrera destacó la participación en la presente edición de la Feria de 536 representantes de 46 países, con 232 expositores, 173 escritores, 48 editores, ocho artistas y 75 funcionarios; y expresó que Canadá como País invitado de Honor nos ha deleitado con su cultura.
En un aparte remarcó que los homenajes tanto al Comandante en Jefe Fidel Castro, fundador, creador e inspirador de la Feria del Libro, como al Doctor Armando Hart, consagrado a las causas más nobles del ser humano, constituyen merecidos tributos que ya se patentizan con el cierre de esta etapa cuya continuidad se pone en marcha en los próximos dos meses para concluir el 16 de abril en Santiago de Cuba.
La oportunidad fue propicia para la entrega de los Premios a los mejores stands de la Feria. En la categoría de stand no modular obtuvieron premios la Organización Nacional de Bufetes Colectivos y un premio especial al Proyecto cultural Nuestra Historia y Fidel; mientras que en la categoría de stand modular resultó galardonado con el primer puesto el correspondiente a Ediciones Unión.

Empieza la era Trump…

Ignacio Ramonet
 
 
 
 
 
 
Photographer: Victor J. Blue/Bloomberg via Getty Images
Unos días después del acuerdo entre Rusia y Turquía que permitió acabar con la interminable batalla de Alepo, leí en un célebre semanario francés el siguiente comentario: “La permanente crisis de Oriente Medio está lejos de resolverse. Unos piensan que la solución pasa obligatoriamente por Rusia, mientras que otros creen que todo depende de Turquía. Aunque lo que queda claro ahora es que, de nuevo y definitivamente –por lo menos cabe desearlo–, Rusia tiene en sus manos los argumentos decisivos para poner punto final a esa crisis”. ¿Qué tiene de particular este comentario? Pues que se publicó en la revista parisina L’Illustration… el 10 de septiembre de 1853.
O sea, hace ciento sesenta y tres años la crisis de Oriente Medio ya era calificada de “permanente”. Y es probable que lo siga siendo… Aunque un parámetro importante cambia a partir de este 20 de enero: llega un nuevo presidente de Estados Unidos a la Casa Blanca: Donald Trump. ¿Puede esto modificar las cosas en esta turbulenta región? Sin ninguna duda, porque, desde finales de los años 1950, Estados Unidos es la potencia exterior que mayor influencia ejerce en esta área y porque, desde entonces, todos los presidentes estadounidenses, sin excepción, han intervenido en ella. Recordemos que el caos actual en esta zona es, en gran parte, la consecuencia de las intervenciones militares norteamericanas decididas, a partir de 1990, por los presidentes George H. Bush, Bill Clinton y George W. Bush, y por el (más reciente) azorado apoyo a las “primaveras árabes” estimuladas por Barack Obama (y su secretaria de Estado Hillary Clinton).
Aunque globalmente la línea que defendió el candidato republicano durante su campaña electoral fue calificada de “aislacionista”, Donald Trump ha declarado en repetidas ocasiones que la Organización del Estado Islámico (OEI o ISIS por sus siglas en inglés) es el “enemigo principal” de su país y que, por consiguiente, su primera preocupación será destruirlo militarmente. Para alcanzar ese objetivo, Trump está dispuesto a establecer una alianza táctica con Rusia, potencia militarmente presente en la región desde 2015 como aliada principal del Gobierno de Bachar el Asad. Esta decisión de Donald Trump, si se confirma, representaría un espectacular cambio de alianzas que desconcierta a los propios aliados tradicionales de Washington. En particular a Francia, por ejemplo, cuyo Gobierno socialista –por extrañas razones de amistad y negocios con Estados teocráticos ultrarreaccionarios como Arabia Saudí y Qatar– ha hecho del derrocamiento de Bachar el Asad, y por consiguiente de la hostilidad hacia el presidente ruso Vladímir Putin, el alfa y el omega de su política exterior (1).
Donald Trump tiene razón: las dos grandes batallas para derrotar definitivamente a los yihadistas del ISIS –la de Mosul en Irak y la de Raqqa en Siria– aún están por ganar. Y van a ser feroces. Una alianza militar con Rusia es, sin duda, una buena opción. Pero Moscú tiene aliados importantes en esa guerra. El principal de ellos es Irán, que participa directamente en el conflicto con hombres y armamento. E indirectamente pertrechando a las milicias de voluntarios libaneses chiíes del Hezbolá.
El problema para Trump es que también repitió, durante su campaña electoral, que el pacto con Irán y seis potencias mundiales sobre el programa nuclear iraní, que entró en vigor el 15 de julio de 2015 y al que se habían opuesto duramente los republicanos en el Congreso, era “un desastre”, “el peor acuerdo que se ha negociado”. Y anunció que otra de sus prioridades al llegar a la Casa Banca sería desmantelar ese pacto que garantiza la puesta bajo control del programa nuclear iraní durante más de diez años, a la vez que levanta la mayoría de las sanciones económicas impuestas por la ONU contra Teherán.
Romper ese pacto con Irán no será sencillo, pues se firmó con el resto de los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU (China, Francia, el Reino Unido, Rusia) y Alemania, a los que Washington tendría que enfrentarse. Pero es que, además, como se ha dicho, el aporte de Irán en la batalla contra el ISIS, tanto en Irak como en Siria, resulta fundamental. No es el momento de enemistarse de nuevo con Teherán. Moscú, que ve con buenos ojos el acercamiento de Washington, no aceptará que esto se haga a costa de su alianza estratégica con Teherán.
Uno de los primeros dilemas del presidente Donald Trump consistirá, pues, en resolver esa contradicción. No le resultará fácil. Entre otras cosas porque su propio equipo de halcones, que acaba de nombrar, parece poco flexible en lo que respecta a las relaciones con Irán (2).
Por ejemplo, el general Michael Flynn, su asesor de Seguridad Nacional (lo que Henry Kissinger fue para Ronald Reagan), está obsesionado con Irán. Sus detractores le definen como “islamófobo” porque ha publicado opiniones que muchos consideran abiertamente racistas. Como cuando escribió en su cuenta de Twitter: “El temor a los musulmanes es perfectamente racional”. Flynn participó en las campañas para desmantelar las redes insurgentes en Afganistán y en Irak. Asegura que la militancia islamista es una “amenaza existencial a escala global”. Igual que Trump, sostiene que la Organización del Estado Islámico es la “mayor amenaza” a la que se enfrenta EE.UU. Cuando fue director de la Agencia de Inteligencia para la Defensa (AID), de 2012 a 2014, dirigió la investigación sobre el asalto al consulado estadounidense de Bengasi, en Libia, el 11 de septiembre de 2012, en el que murieron varios “marines” y el embajador norteamericano Christopher Stevens. En aquella ocasión, Michael Flynn insistió en que el objetivo de su agencia, como el de la CIA, era “demostrar el papel de Irán en ese asalto” (3). Aunque jamás haya habido evidencia de que Teherán tuviera cualquier participación en ese ataque. Curiosamente, a pesar de su hostilidad hacia Irán, Michael Flynn está a favor de trabajar de manera más estrecha con Rusia. Incluso, en 2015, el general viajó a Moscú, donde fue fotografiado sentado al lado de Vladímir Putin en una cena de gala para el canal estatal de televisión Russia Today (RT), en el que ha aparecido regularmente como analista. Posteriormente, Flynn admitió que se le pagó por hacer ese viaje y defendió al canal ruso diciendo que no veía “ninguna diferencia entre RT y el canal estadounidense CNN”.
Otro antiiraní convencido es Mike Pompeo, el nuevo director de la CIA, un ex militar graduado de la Academia de West Point y miembro del ultraconservador Tea Party. Tras su formación militar fue destinado a un lugar de extrema tensión durante la Guerra Fría: patrulló el “Telón de Acero” hasta la caída del Muro de Berlín en 1989. En su carrera como político, Mike Pompeo formó parte del Comité de Inteligencia del Congreso y se destacó en una investigación que puso contra las cuerdas a la candidata demócrata Hillary Clinton por su pretendido papel durante el asalto de Bengasi. Ultraconservador, Pompeo es hostil al cierre de la base de Guantánamo (Cuba) y ha criticado a los líderes musulmanes de Estados Unidos. Es un partidario decidido de dar marcha atrás con respecto al tratado nuclear firmado con Irán, al que califica de “Estado promotor del terrorismo”.
Pero quizás el enemigo más rabioso de Irán, en el entorno de Donald Trump, es el general James Mattis, apodado “Perro Loco”, que estará a cargo del Pentágono (4), o sea, ministro de Defensa. Este general retirado de 66 años demostró su liderazgo militar al mando de un batallón de asalto durante la primera guerra del Golfo en 1991; luego dirigió una fuerza especial en el sur de Afganistán en 2001; después comandó la Primera División de la Infantería de Marina que entró en Bagdad para derrocar a Sadam Hussein en 2003; y, en 2004, lideró la toma de Faluya en Irak, bastión de la insurgencia suní. Hombre culto y lector de los clásicos griegos, es también apodado el “Monje Guerrero”, alusión a que jamás se casó ni tuvo hijos. James Mattis ha repetido infinitas veces que Irán es la “principal amenaza” para la estabilidad de Oriente Medio, por encima de organizaciones terroristas como el ISIS o Al Qaeda: “Considero al ISIS como una excusa para Irán para continuar causando daño. Irán no es un enemigo del ISIS. Teherán tiene mucho que ganar con la agitación que crea el ISIS en la región”.
En materia de geopolítica, como se ve, Donald Trump va a tener que salir pronto de esa contradicción. En el teatro de operaciones de Oriente Próximo, Washington no puede estar –a la vez– a favor de Moscú y contra Teherán. Habrá que clarificar las cosas. Con la esperanza de que se consiga un acuerdo. De lo contrario, hay que temer la entrada en escena del nuevo amo del Pentágono, James Mattis “Perro Loco”, de quien no debemos olvidar su amenaza más famosa, pronunciada durante la invasión de Irak: “Vengo en son de paz. No he traído artillería. Pero, con lágrimas en los ojos, les digo esto: si me fastidian, los mataré a todos”.
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(1) Aunque, como se sabe, hay elecciones el próximo mes de mayo en Francia, a las cuales el actual presidente socialista François Hollande, muy impopular, ha decidido no volverse a presentar. El candidato conservador con mayores posibilidades de ganar, François Fillon, ha declarado, por su parte, que reorientará la política exterior francesa para normalizar de nuevo las relaciones con Moscú.
(2) Léase Paul Pillar, “Will the Trump Administration Start a War with Iran?”, The National Interest, 7 de diciembre de 2016.
(3) Léase The New York Times, 3 de diciembre de 2016.
(4) James Mattis necesitará que el Congreso le conceda una excepción para esquivar la ley que exige que pasen siete años entre salir del Ejército y acceder a la jefatura del Pentágono.
Fuente:http://www.monde-diplomatique.es/?url=editorial  
 
TOMADO DE CUBADEBATE

Anacaona anuncia gira por los barrios de la capital


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Por Marianela Dufflar
 
Motivo de inspiración para muchas agrupaciones femeninas, tanto en Cuba como en el extranjero, ha sido sin duda alguna la orquesta Anacaona, que arriba a su aniversario 85 este año, anunciando para celebrarlo una gira por los barrios de la capital.
La noticia dada a conocer a la prensa en la tarde del viernes, en el Tablado del Gran Teatro Alicia Alonso, por su directora Georgia Aguirre, se une a una amplia jornada de actividades, que durante todo el año mantendrá a la orquesta, protagonizando importantes proyectos en diversos escenarios del país.
El debut de Anacaona tuvo lugar el 19 de febrero del año 1932, en el Teatro Payret, justo por esa razón, el primer concierto de la gira tendrá lugar en las emblemáticas calles Prado y Neptuno, el día 4 de Marzo, zona en la que transcurrieron la mayoría de sus actuaciones en la primera década del 30.
Además de rendirle tributo a las hermanas Castro Zaldarriaga, fundadoras y mentoras de las hermanas Aguirre, que le dieron continuidad a la orquesta en la década del 80, este primer concierto “también será dedicado al Día Internacional de la Mujer y a todas aquellas mujeres, que desde su condición de músicos, intérpretes y compositoras formaron parte de la agrupación, en alguna de sus etapas”, aseguró Georgia.
La gira conformada por un concierto mensual, tendrá como escenarios La Plaza Roja del Municipio 10 de Octubre; el parqueo del Estadio Latinoamericano, en el Cerro; el parque Trillo en Centro Habana; la Plaza 26 de Julio en el Cotorro y cerrando el verano, en Alamar.

Álvaro Sarmiento, Gerente General de Clave Cubana, Agencia de Representaciones Artísticas de ARTex y Georgia Aguirre, Directora de Anacaona. Foto: Joseph Ros.
 Álvaro Sarmiento, gerente general de Clave Cubana, Agencia de Representaciones Artísticas de ARTex y Georgia Aguirre, directora de Anacaona, en conferencia de prensa. Foto: Joseph Ros/ Cubadebate.

Por su parte, Álvaro Sarmiento, Gerente General de Clave Cubana, Agencia de Representaciones Artísticas de ARTex, a la cual pertenece Anacaona, aseveró que dentro de las acciones que se llevarán a efecto por esta festividad están la puesta en marcha de varios proyectos que integran a la Agencia con el sello discográfico Bis Music y con la División Comercial Lauros de ARTex.
Entre ellos mencionó, la producción por parte de Bis Music, de un fonograma que contendrá una compilación de temas que durante estos años han alcanzado éxitos dentro del repertorio de la orquesta, así como la realización de un audiovisual que servirá de testimonio del concierto que, por el Día de la Cultura Nacional, tendrá lugar en el teatro Mella en el mes de octubre y en el que actuará Omara Portuondo quien integró la orquesta en la década del 40, así como la presencia de otros prestigiosos músicos.

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Georgia Aguirre, directora de Anacaona. Foto: Marianela Dufflar/ Cubadebate.

División Lauros se integra a la conmemoración presentando en la popular Feria Arte en la Rampa 2017, los nuevos diseños de la línea Cubali. Por ello, las chicas de Anacaona en sus actuaciones vestirán y promocionarán, la obra de varios artistas de la plástica cubana, que conforman ese proyecto.
Se unen de manera importante a este aniversario, la Empresa de Carnaval, en la producción de la gira y el Instituto Cubano de la Música, que tendrá a su cargo la organización de las presentaciones de la orquesta, en los teatros de las capitales provinciales, donde a diferencia de los conciertos que se realizarán en los municipios, tendrán una propuesta artística más elaborada, en cuanto a selección de repertorio, dramaturgia y proyección escénica.


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 La rueda de prensa concluyó con la actuación de Anacaona. Foto: Marianela Dufflar/ Cubadebate

Este encuentro con la prensa, concluyó con la actuación de Anacaona, oportunidad de Georgia Aguirre y cada una de las integrantes de la agrupación, para demostrar porqué desde el pasado siglo mantienen su condición de orquesta femenina insigne de la música popular cubana.

TOMADO DE CUBADEBATE

México lindo y querido






Graziella Pogolotti
Por: Graziella Pogolotti 
Exiliado en México, José María Heredia se refería con orgullo a «nosotros los americanos». Aludía al universo que se extiende al sur del Río Bravo y alcanza el arco de las Antillas. «Tan cerca de los Estados Unidos y tan lejos de Dios», acostumbran decir los mexicanos. En una etapa más reciente, Fidel señalaba que, a diferencia de lo ocurrido en otros continentes, los enfrentamientos armados entre nuestros países han sido relativamente escasos.
El sustrato común de nuestra historia, a partir de la conquista por españoles y portugueses, tiene puntos de contacto que favorecen una singular cercanía, a pesar de variantes culturales que no pueden soslayarse. Por muchas razones geográficas e históricas, México nos resulta particularmente cercano. Tengo que reconocer que, en mi corazoncito guardo un sitio especial para «la suave patria». Se fue haciendo a través de las amistades, las lecturas y los viajes. Por eso, mis mejillas enrojecen de ira y vergüenza cuando observo políticas xenófobas que reafirman la subestimación de lo que somos y de la obra edificada por los pueblos originarios de este mundo. No nos engañemos. El racismo incluye, más allá del color de la piel, a cuantos han sido calificados de latinos.
Como Heredia, Martí encontró en México amigos que se compenetraron profundamente con su pensamiento. En esa tierra, cayó Julio Antonio Mella. Los expedicionarios del Granma encontraron allí ayuda invaluable.
El intercambio entre nuestros países comenzó desde la salida de Hernán Cortés hacia México, prosiguió con la acogida de exiliados de izquierda y derecha en ambos países. Adquirió mayor intensidad a partir de la revolución mexicana que, con sus reivindicaciones agrarias y nacionalistas, sacudió a la América Latina toda. Para los intelectuales, las medidas implementadas por José Vasconcelos se convirtieron en paradigmas de un modelo a seguir. El muralismo tuvo repercusión universal. Algo similar ocurrió en el impulso a la lectura y a la publicación de libros.
En el ámbito popular, el diálogo con México tuvo alcances aún mayores. Aprendimos a entonar «si Adelita se fuera con otro». Pancho Villa y Emiliano Zapata devinieron imágenes icónicas, como en  otros espacios han sido los mariachis. La expansión del cine profundizó esta relación, animada por las imágenes de Jorge Negrete (acogido masivamente en La Habana de los 40 del pasado siglo) y de María Bonita. En el plano de la lucha anticolonial, se agigantó la figura de Lázaro Cárdenas con la nacionalización del petróleo, complementada por el apoyo a la España republicana y la acogida a un exilio del cual, por otra parte, la cultura mexicana habría de beneficiarse de manera significativa. Mis coetáneos de la generación del 50 iniciaron una crítica a los desaciertos del PRI, a tanta prisión arbitraria en Lecumberri y a los sindicatos charros. No me compete en esta columna abordar un análisis de la política interna del país vecino. No podemos olvidar, sin embargo, que allí se entrenaron los expedicionarios del Granma y que México, fiel a una línea de principios, nunca rompió relaciones con la Cuba acosada.
Los latinoamericanos de buena ley no podemos dejar de sentir, como bofetada en la mejilla propia, la subestimación racista de quienes levantan muros en la larguísima frontera que separa a México de su vecino del norte, que califica de delincuentes y parásitos sociales a los representantes de un pueblo que ha sido llevado por la miseria a recoger frutas en California y contribuye a hacer la riqueza de quienes los desprecian.
La prepotencia de los ricos se sostiene en una patética ignorancia. Los habitantes del México prehispánico legaron al mundo una cultura de infinita riqueza. El museo de antropología de la capital de México nada tiene que envidiar a los valores preservados en el Louvre y en el Prado.
Al llegar a Tenochtitlán, los conquistadores quedaron deslumbrados ante la maravilla y la extensión de una ciudad construida sobre una laguna, que superaba en mucho al pequeño y mal oliente Madrid de entonces. En ocasión de mi primera visita al DF, el museo de antropología tenía un espacio limitado en el Zócalo. Fui una y otra vez, atraída siempre por el calendario azteca. En nuestros pueblos originarios, el estudio del firmamento superaba en muchos aspectos el saber alcanzado al otro lado del Atlántico. El error trágico consistió en no haber desarrollado las armas de fuego. Pero, habría que preguntarse en una época en que la supervivencia de la especie está amenazada, si en ese descuido anidaba una lección de sabiduría. A lo largo de medio milenio, las manos de nuestros pueblos siguen sembrando maíz. Edificaron ciudades marcadas por el espléndido barroco de Indias. Llegada la hora de la modernidad, han ido dejando en las artes visuales, en la música, en la literatura  y en el cine las muestras de un quehacer creativo que terminó por imponer su presencia al otro lado del Atlántico. Aferrado a la defensa de su identidad, aún carentes de un alto grado de instrucción, los chicanos indocumentados, sometidos a durísimas condiciones laborales, han mantenido la fidelidad al empeño por dejar testimonio de una cultura que, así mismo, se expresa en el obrar de una admirable  artesanía. Sin embargo, hemos contemplado desde la distancia los crímenes cometidos contra las mujeres en Ciudad Juárez, las innumerables muertes en el intento por cruzar ilegalmente la frontera, la fractura de las familias por la deportación forzosa de padres que vieron nacer a sus hijos en los Estados Unidos, la explotación inicua en las maquilas, el cáncer corruptor del narcotráfico, la inacción ante el asesinato de muchachos que no tenían más aspiraciones que convertirse en propagadores de la enseñanza para sus comunidades.
Para justificar tanto crimen, se siguen imponiendo estereotipos. Por latinoamericanos, todos somos también mexicanos. Estar junto a México en la hora difícil es nuestro compromiso con lo más fecundo de la tradición martiana.
TOMADO DE JUVENTUD REBELDE

jueves, 16 de febrero de 2017

Todo bien




Graziella Pogolotti 
Por: Graziella Pogolotti


Según dicen, no soy fácil. Tengo malas pulgas que se alteran ocasionalmente en el curso de las modestísimas tareas de dirección asumidas por sentido del deber. En verdad, nunca me han resultado gratas. Un análisis autocrítico me induce a reconocer, entre los factores que desencadenan una cólera similar al erizamiento del lomo de Electra, mi mascota, está la complacencia acomodaticia de quienes, a la hora de despachar asuntos de trabajo afirman, con amplia sonrisa a lo Pangloss, el célebre personaje de Voltaire: «Todo bien». Mientras tanto, como en una canción francesa muy conocida décadas atrás, el incendio ha devorado los graneros, los ladrones se hicieron de las joyas de la familia y las lluvias produjeron el derrumbe del techo de la vivienda.
Sin llegar a tan dramáticos extremos, el feliciano «todo bien» es expresión de conformismo autocomplaciente y, lo más grave desde el punto de vista ético, consiste en mantener al dirigente satisfecho, marginado de los problemas reales, ignorante de las graves fisuras enmascaradas tras el maquillaje de la pintura fresca. Es conducta que revela uno de los aspectos más corrosivos de una mentalidad burocrática atrincherada en la rutina y la preservación de algún privilegio mezquino. Las consecuencias de tales comportamientos, agravadas por su tendencia a multiplicarse como un marabú infecundo, siquiera para producir carbón vegetal, son económicas y políticas. Favorecen el despilfarro y bordean la frontera del delito. Contribuyen también a la pérdida de confianza en la capacidad de las instituciones públicas para ofrecer respuestas adecuadas a las demandas del momento. Factor de primera importancia en una etapa histórica requerida de poder de convocatoria para aunar esfuerzos en la superación de deficiencias, comprometer a la participación ciudadana en la búsqueda efectiva de soluciones concretas en la acción y en el ejercicio de la crítica oportuna y certera.
La acomodaticia visión del «todo bien», asumida como actitud natural en nuestra cotidianidad en cada una de las células que conforman el edificio social, tiene consecuencias nefastas en la práctica de la vida familiar, de la escuela, la comunidad y del ámbito laboral. Oculta malignos gérmenes, fáciles de destruir en el instante de su nacimiento. De no atajarse entonces, invadirá todo el organismo, socavado por la desidia y peligrosamente vulnerable a la corrupción y al soborno. Por la puerta trasera de las pequeñas concesiones penetrar el aire inficionado por la pérdida de valores, que permite la contaminación de las ideas matrices de nuestra historia y de nuestra Revolución.
Creo firmemente que, ante la proliferación de estas tendencias, mi percepción no es desmesurada. Los riachuelos proveen agua a los grandes ríos, porque lo grande se va haciendo con la contribución de pequeños esfuerzos articulados en un propósito común. Cada uno de nosotros, desde la tarea modesta que le concierne (maestro, médico, campesino, albañil, camarero), constituye uno de los tantos riachuelos que, a través del tiempo, han alimentado y fertilizado una isla, entorno físico de la patria hasta alcanzar el destacado desempeño de una cultura y de una presencia singular en el concierto de las naciones.
El «todo bien» es refugio seguro para la chapucería y «el mata y sala». En la Batalla de Ideas de nuestros días, subestimar el peso y el sentido de las palabras favorece actitudes suicidas. El «todo bien» trasluce un modo de pensar y una filosofía de la vida incompatibles con el proyecto emancipador latente en el proceso histórico cubano. El ser humano y la sociedad, así lo pensaron Martí y Fidel, son perfectibles. La confianza en el mejoramiento humano animó la lucha por la independencia y forma parte del pensamiento de los intelectuales que contribuyeron, soñando en grande, a diseñar los paradigmas fundamentales que han alentado a nuestros mejores esfuerzos. Modelar el alma, el espíritu y los valores éticos subyace en la apuesta en favor de una educación a la que hemos dedicado tantos desvelos. Enfrentar la explotación inicua del ser humano y rescatar la infancia campesina de tanta muerte prematura inspiró a quienes entregaron sus vidas en un combate ininterrumpido. Por eso, en Santa Ifigenia reverenciamos la síntesis de tan hermosa tradición. Ahí están Mariana y Martí, los caídos en el Moncada y Fidel. Los constructores de las altísimas naves de las catedrales góticas desafiaron las leyes de la física. Para contrarrestar la fuerza expansiva de los muros y evitar el derrumbe, crearon un sistema de arbotantes, arcos que sugieren una hermosa osamenta pétrea situada al exterior de la nave. Las razones de la necesidad promovieron soluciones prácticas que, con el andar de los siglos, se asocian a la cristalización integral de una imagen de indiscutible valor estético. Para nosotros, en el campo del obrar concreto de cada día, el ejercicio de la crítica cumple función similar a la de aquellos arbotantes inventados por los artesanos del Medioevo.
El abordaje del tema ha tropezado con obstáculos de orden subjetivo y objetivo. Heredera de un batallar contra el poder colonial y neocolonial, nuestra cultura ha generado mecanismos que inducen a colocarnos a la defensiva ante el comentario crítico. Paradójicamente, no somos reacios a la imitación de modelos. Los años de implacable confrontación ideológica han llevado el debate en torno al ejercicio del criterio a formulaciones abstractas y a una manifiesta politización. Para eludir trampas paralizantes, se impone establecer normas básicas en términos de rigor y de necesarios deslindes. El ámbito del arte y la literatura tiene sus propias normas y sus propios referentes teóricos. Así sucede también cuando nos situamos en el campo de las ciencias políticas y sociales. No quiere decir con ello que debamos soslayar asuntos que conciernen en algún grado a nuestro modo de vivir y de entender la realidad. En esta ocasión, quisiera llamar la atención acerca de la urgencia de rescatar y salvaguardar la crítica social. Su debilidad lleva a la reiteración de errores y lacera el compromiso ciudadano con prácticas que favorezcan, desde las células primordiales de la sociedad, al logro de la indispensable eficiencia económica, de recuperación de la disciplina social, de la conquista de un bienestar no solo material, que procure un amable vivir cotidiano, al rescate del actuar colectivo contra lo mal hecho. Podría decir mucho más. El espacio no me alcanza. Prometo volver pronto.

TOMADO DE JUVENTUD REBELDE


Feria Internacional del Libro de La Habana se suma al reclamo de #NoMasBloqueo a #Cuba



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Con la presentación de novedades editoriales en varias universidades y sedes colaterales, la  26a Feria Internacional del Libro de La Habana #FILCuba2017 se suma al reclamo mundial para que cese el bloqueo económico, comercial y financiero que aún mantiene Estados Unidos contra Cuba.
Las acciones de denuncia del bloqueo que se harán desde tan importante evento, reconocido en todo el mundo por su primordial valor cultural y masiva participación popular, culminarán, en su etapa capitalina, con un gran festival de papalotes blancos, azules y rojos portando las etiquetas #NoMasBloqueo y #UnBlockCuba.  Los mismos serán empinados por cientos de niños, el sábado 18 de febrero, desde la explanada que antecede al complejo Morro–Cabaña y paralelamente desde otros puntos de la capital cubana. La fortaleza colonial San Carlos de la Cabaña es la sede central de gran fiesta del libro y la lectura. Acciones similares se realizarán a lo largo de todo el país en fechas posteriores, coincidiendo con la expansión de la Feria a otras provincias.
No hay sector de la vida cotidiana del pueblo cubano que no haya sido afectado por el bloqueo estadounidense. A lo largo de décadas, Cuba y la comunidad internacional han reclamado el completo levantamiento de una política que también es de lesa cultura. El mundo literario se suma, una vez más, a esta exigencia.
Las acciones que en tal sentido se desplegarán en el marco de la #FILCuba2017 movilizarán esfuerzos de varias organizaciones e instituciones, en primer término de la Unión de Jóvenes Comunistas, la Organización de Pioneros José Martí, el Instituto Cubano del Libro y el Instituto Nacional de Deporte, Educación Física y Recreación (INDER), y están auspiciadas por los Ministerios de Relaciones Exteriores, de Cultura y de Educación Superior de Cuba. 

Comité Organizador #FILCuba2017


Programa:
Jueves 16 de febrero
1.  Presentación de Fidel Castro Ruz. La crisis de América Latina, diagnósticos y soluciones. Compilador: Luis Suarez Salazar. Editora Política.
Lugar: Teatro de la Facultad de Historia, Universidad de la Habana.
Hora: 9:45 a.m.
2.  Presentación de El espectáculo electoral más costoso del mundo. Autor: Ramón Sánchez-Parodi. Editorial Ciencias Sociales.
Lugar: Sala de Conferencia de la Facultad de Comunicaciones, Universidad de la Habana.
Hora: 10:30 a.m.
3.  Presentación de El sistema financiero de los Estados Unidos. Autor: Francisco Soberón Valdés. Editorial Ciencias Sociales.
Lugar: Teatro de la Facultad de Economía, Universidad de la Habana.
Hora: 11:30 a.m.
4.  Presentación de Cuba y los cubanoamericanos. El fenómeno migratorio cubano. Autor: Jesús Arboleya Cervera. Editorial Casa de las Américas.
Lugar: Salón de Protocolo, Instituto Superior de Arte.
Hora: 3:00 p.m.
Viernes 17 de febrero
5.    Presentación de Lo que yace a través del mar. La verdadera historia de los Cinco cubanos. Autor: Stephen Kimber. Editorial Ciencias Sociales.
Lugar: Salón de Mayo. Pabellón Cuba.
Hora: 12:00 m
6.    Presentación de Cuba y los cubanoamericanos. El fenómeno migratorio cubano. Autor: Jesús Arboleya Cervera. Editorial Casas de las Américas.
Lugar: Teatro del Instituto Superior de Relaciones Internacionales.
Hora: 2:00 pm

Sábado 18 de febrero:

7.    Festival Mi papalote contra el bloqueo. Explanada de La Cabaña.
Hora: 10:00 a.m.