lunes, 31 de octubre de 2016

Es un peso, pero es mío

Sin duda, las anécdotas de la vida cotidiana mueven la reflexión de cualquier ser humano sea o no periodista. Pero si se trata de los que hemos escogido esa profesión como nuestra vía de realización personal, entonces esas pequeñas cosas que nos suceden a diario se convierten en detonantes de preguntas como ¿esto le habrá sucedido a alguien más?, ¿cuál será la causa del fenómeno?
En lo personal, adoro utilizar esas vivencias como punto de partida, y la que me llevó a escribir estas palabras no es para nada solo mía, al contrario, es prácticamente colectiva aunque a muchos les pase inadvertida.
Resulta que, como toda trabajadora, espero ansiosa el «día del cobro» para restablecer los suministros de mi refrigerador. Por su precio accesible y la disponibilidad del producto, el pollo se ha convertido casi en un residente habitual allí. En una de esas ocasiones en que me dispuse a adquirirlo, pagué la cuenta, y el vuelto que debía recibir consistía en un peso.
Sin embargo, observé curiosa como la dependienta me daba la espalda y se dirigía al próximo cliente. ¡Oiga!, —le dije aún dándole el beneficio de la duda— me tiene que devolver un peso. Pero mis posibles inseguridades desaparecieron cuando me torció los ojos, fue a la caja, tomó el peso y prácticamente me lo tiró en el mostrador.
Me pregunto entonces, ¿es que no tengo derecho a exigir lo que me pertenece?, ¿acaso alguien ha escrito sin que yo me enterara, una ley que habla de la propina obligatoria? Parti­cu­larmente, soy de las que creo que un buen servicio puede merecer una remuneración extra si el cliente lo considera, pe­ro eso es una cosa, y tomarla por la fuerza, es otra.
Lamentablemente, conductas de esta índole son fáciles de encontrar hoy en nuestra sociedad. Asociado a este ejemplo, surge otro muy común, la falta de menudo. Tal parece como si un mago hubiera desaparecido de pronto todas las monedas de 20 y cinco centavos. Muchos lectores coincidirán conmigo en que si difícil resulta recuperar un peso, es más trabajoso aún cuando la cifra a devolver está por debajo de esa cantidad.
Ante tales augurios, me he tomado también el trabajo de utilizar mi teléfono móvil para algo más que llamadas o fotografías. Ahora lo he convertido en mi calculadora personal. Debido al mismo pollo he descubierto que mi celular debe tener algún defecto de fábrica, porque cuando multiplico o sumo, resulta que las calculadoras de varios de los establecimientos (estatales o privados) donde se expenden productos cárnicos, exceden mis resultados en dos o tres unidades.
El análisis es sencillo, dos pesos por cada cien personas… saque usted sus propias conclusiones, como diría Taladrid.
Todo el que trabaja y espera ansioso su remuneración para resolver ciertas necesidades del hogar, merece el más profundo respeto a cada centavo que gana honradamente. Cualquier actitud ajena a esta premisa, para mí, no tiene explicación posible.
Lo que algunos justifican con la manida frase de: «la cosa está mala, hay que luchar como se pueda», yo la resumiría en un infinitivo que comienza con «r» y termina en «ar», que prefiero no escribir para no resultar ofensiva.
Si me detuviera a poner otros ejemplos del pesaje inadecuado, de productos agotados sin siquiera salir a la venta o de malas caras ante la reclamación de un derecho legítimo, creo que no terminaría nunca. Pero mi intención al abordar este tema es demostrar que en materia de enfrentar ilegalidades, aún nos queda un amplio camino por recorrer.
De nada sirve buscar culpables. En cierta forma todos lo somos, unos por cometer las violaciones de forma deliberada, otros por no controlar como debieran, y otros, por no denunciar a tiempo. Por eso, la conciencia para erradicar esos problemas debe ser colectiva y, tal vez, al recibir la porción justa, por el precio adecuado y con una buena atención, algunos decidamos, por voluntad propia, dejar como propina ese último peso.
Tomado de Granma

¿Quién cuida al que está cuidando?

Amén de ser el horcón familiar, aquella mujer de 45 años de edad estaba al borde de tomar una decisión tan drástica como impostergable.
Asumir el cuidado minuto a minuto de la abuela —ya sin el brío de anteriores décadas—  era el bondadoso paso que le pedía la vida para ofrecer apoyo a quien fundó ese haz de hijos y nietos, cuando el cariño ha de tornarse en paciencia ante los requerimientos de quien hoy no domina su cuerpo.
Dicen que al envejecer retornamos a la niñez. Desaparecen ciertas mañas hasta para hacer un movimiento sencillo; las ideas tardan mucho más en alimentar el habla; las respuestas son tardías, o quizá ninguna, en pos de traer al presente los recuerdos.
Para el que ha trabajado en la calle y de repente se le presenta la imperiosa necesidad de cuidar a un familiar, el cambio de actividad supone una adaptación a su nuevo rol que solo enfrentará con éxito si posee plena conciencia de su deber.
Más allá de cualquier impacto en el salario del cuidador (tal vez acostumbrado a laborar en un mismo centro durante décadas), la exigencia de velar por el bienestar de una persona adulta mayor representa un giro fuerte, porque entraña responsabilizarse con dos vidas al mismo tiempo, encrucijada que reclama concesiones.
Repetir el diario quehacer por un tiempo indefinido abona el terreno para la aparición del estrés. Poco descanso otorga esta función de atender las disímiles necesidades de un abuelo que ya no se vale por sí solo, y si no está a la mano alguna otra persona capaz de alternar en ese empeño, pues la recarga satura la salud de quien se halle al frente de manera perenne.
El cuidador no tiene horario, incluso hasta los pocos minutos que dedique para alimentarse pudiera verlos interrumpidos por una llamada urgente. Tampoco el descanso de madrugada está garantizado, o lo que equivale en muchos casos a «dormir a picotazos», y ese déficit martilla en contra de la concentración y las habilidades para solucionar las distintas situaciones afrontadas.
En aras de preservar su salud, el cuidador deberá respetar una máxima que redundará en mantener más seguro al abuelo: tratar de no sacarlo de su entorno, moviéndolo de su vivienda hacia otra, por muy cómoda que esta última resulte.
Conocí de una ancianita de 90 años, casi ciega (no quiso operarse las cataratas), que caminaba por toda su casa sin tropezar con los muebles. La persona a cargo de ella relataba que siempre, a la hora de dormir, efectuaba la misma rutina de detenerse frente a su escaparate, sacaba algunas piezas de vestir, las doblaba una y otra vez, y luego las colocaba en su lugar. Tras esos minutos, apagaba la luz de su cuarto para dormir. Esa tranquilidad para actuar a solas con sus recuerdos, le ofrecía seguridad, y también a quien la atendía.
Primordial sería si el cuidador contara con alguien para alternar esa tarea, pues además de variar su actividad, estaría en condiciones de tomar un asueto, hacer ejercicios, ver una película o leer un libro, actividades capaces de contribuir a reponerlo. ¿Quién cuida al que está cuidando?, es la pregunta que prevalece para estas personas dedicadas a velar por la vida de otro.
Hoy no son pocos los hogares donde los abuelos imposibilitados de valerse por sí mismos preservan el amor, la consideración y el respeto de sus familiares, agradecidos por lo mucho que esos veteranos lucharon por ellos. Si en contraste otros reciben el desdén como moneda de pago, quienes así obran contribuirán a acortar los posibles años de vida de un ser que merece todo el amor del mundo.
Tomado de Granma.

Cita comercial que abre nuevos caminos En el recinto ferial Expocuba más de 75 países y 4 500 expositores se han dado cita para buscar oportunidades de negocios en FIHAV 2016

En el recinto ferial Expocuba más de 75 países y 4 500 expositores se han dado cita para buscar oportunidades de negocios en el evento que se ha establecido como la mayor bolsa comercial del Caribe.
Hasta el 4 de noviembre el empresariado cubano podrá exhibir sus resultados en la producción de bienes y servicios, así co­mo presentar sus intereses de cara a la inversión extranjera, lo cual es sin lugar a dudas uno de las mayores motivaciones de este encuentro.
En ese camino el Ministerio del Turismo ha dispuesto de un área mayor de exposición en esta feria, para la cual presenta un portafolio que contempla 127 proyectos de inversión, de ellos 25 para la construcción de hoteles, 97 bajo la modalidad de administración hotelera con o sin financiamiento externo y cinco dedicados a la gestión de marinas.
Tomado de Granma

¡De aquí no hay quien me saque!



Juventud Rebelde conversa con el reconocido cantante, compositor y director de orquesta que estará de concierto el próximo sábado en el teatro Karl Marx
José Luis Estrada Betancourt
26 de Octubre del 2016 
Aunque ahora con los pies más puestos en la tierra, no habrá nada que le impida soñar a Alain Daniel. De hecho, el reconocido cantante, compositor y director de orquesta que estará de concierto el próximo sábado (9:00 p.m.) en el teatro Karl Marx, se reconoce, sin complejos, dentro del tipo «empedernido». Y Juventud Rebelde lo comprende. No puede ser de otro modo cuando se percata de que a este notable artista le asiste por lo general el poder de hacer realidad sus más grandes anhelos.
Así ha sido desde que se trasladó a vivir a la barriada de Santo Suárez, cuando abandonó junto a su madre el solar donde naciera en La Habana Vieja, situado en Chacón 56, esquina a Cuba. «Terminé de criarme con mis bisabuelos: dos viejitos mágicos. Una bendición que tuvimos mi madre y yo.
«Nuestra familia era muy humilde. Los cuatro nos las arreglábamos en el único cuarto del apartamento donde, sin embargo, se escuchaba música todo el tiempo. Tangos, tríos, la Aragón, Lucho Gatica, Los Panchos..., en tanto había heredado un disco de Manolo del Valle y otro de Luis Gardey que se volvieron de cabecera... Todo ello decidió mi futuro. Encima no faltó la vecina Fina que no paraba de insistirle a mi gente: “¿Ustedes han escuchado a ese niño? ¿Se han puesto a observar lo que hace cuando se pone la música? ¡Encaminen a ese muchacho!”, decía. Entonces empezaron por regalarme una flautica de juguete, que para mí era como si fuera de diez llaves y de las más caras. Y luego vino la guitarra, que me llevó a los primeros acordes y las primeras pruebas de aptitud. Al principio quise estudiar flauta, el instrumento de los dioses. No lo logré. Era muy flaquito, estaba muy, muy malo —bueno, lo sigo estando (sonríe). Después transité un período largo con la guitarra y terminé pasando al piano».
—Pero no te graduaste de piano...
—No, elegí la carrera de Dirección coral. Fui un oportunista sano. Es una profesión que respeto, pero necesitaba ese conocimiento para lo que deseaba hacer en el futuro.
—En 1994 comenzó tu carrera profesional por México, ¿cómo así?
—Pues sí, como parte de la compañía MFX (MF por las iniciales de su director, Manuel Flores, uno de los creadores del movimiento de la tecnocumbia; y la X éramos todos nosotros: artistas mexicanos, colombianos, boricuas, cubanos… ¿Cómo pasó? Por aquel entonces hacía música incidental para la televisión, a la que llegué con 11 años, gracias a la serie Convivencia. Creo que alguien se equivocó o me hizo el favor de poner mis datos en una bolsa que se llamaba Talento artístico. Esa experiencia me flechó. Cuando entré al estudio de Masón y San Miguel, me dije: ¡De aquí no me saca nadie! Y así ha sido hasta la fecha.
«Mi siguiente oportunidad me la ofreció Julio Pulido (después lo harían Manolo Rifat, Víctor Torres...) en Sabadazo donde comencé a escribir parodias o, mejor dicho, a “descomponer” canciones, con el grupo Pagola la paga. Y un tiempo más tarde ya estaba componiendo música incidental, haciendo spots, lo cual me acercó al programa Contacto, donde conocí de casualidad a Flores. Resultó que este hombre era un monstruo de los teclados. “Te llamé porque veo algo más en ti”, me dijo y yo aproveché: “Es que lo que hago es cantar, pero no me han dado la oportunidad”. “¡La oportunidad te la daré yo!”, y me convirtió, de conjunto con Guillermo Padrón, alias el Chino, mánager de la compañía, en El niño de la salsa.
«Fue una experiencia realmente impresionante, impactante para mí. Regresé a Cuba con otra perspectiva, muy claro de hacia dónde quería ir. Entonces empecé a dar tumbos mágicos que fueron terminando de formarme: integré la banda de Roberto Javier y luego Estilo Fantástico. Me convocó Yumurí para una posible suplencia para una gira a Japón. No se dio, pero esa derrota aparente me condujo a afincarme más en el estudio.
«Vendría más tarde La Constelación, por un tiempo breve. Con esa orquesta por poco nos matan a tomatazos en Limonar (sonríe). Es un lindo recuerdo, aunque mejor ni te cuento cómo estaba vestido».
—¿Te acuerdas?
—Perfectamente. Llevaba un pantalón verde olivo oscuro, con una camisa de rayas gordas con los colores de la bandera cubana y unos tenis amarillos. Ahora que lo pienso bien no sé si el suceso se debió a una protesta por mi ropa o por la propuesta musical que presentamos (sonríe).
«Bueno, después vino una de las bendiciones mayores de mi carrera: entrar en el universo de José Luis Cortés “el Tosco”. Le toqué la puerta de su casa. “Ven acá, sobrino, ¿qué tú haces?”, me interrogó al recibirme con esa naturalidad que lo caracteriza. “Soy cantante, pero nadie me conoce, estoy empezando, y al mismo tiempo toco teclados. Si le sirve de algo le aseguro que estoy fuera de liga en la programación”, intenté impresionar al maestro, quien había acabado de traer de Japón una pila de teclados que no sabía ni para qué servía. “¿Usted ve todo eso, pues para mí es…”, exageré con tal de entrar, y me sirvió. Me quedé más de un año. Yo aportaba lo que podía y principalmente aprendía.
«De José Luis tengo mucho que decir. Él me enseñó lo que sabía que me estaba enseñando y mucho más. La manera que escogió para decirme que estaba listo para continuar mi camino fue: “Oye, chama, andan buscando cantantes en el Parisién. Te tengo algo medio cuadra’o. Anda y pruébate”. Yo lo amo. La música cubana le debe mucho; y mi generación, casi todo. Lo tengo en un altar».
—Y fuiste a dar al Parisién...
—Ahí empezó para mí otro recorrido de la mano del maestro Rafael Hernández. Creo que el cabaré es para el cantante como el teatro para el actor. Rafael me adentró en un mundo que desconocía y que me atrapó, como también lo hicieron Andrés Jiménez, Santiago Alfonso, Tomás Morales... Estuve en el Parisién hasta el año 2000...
—Cuando te uniste a Lazarito Valdés y Bamboleo, ¿no?
—Y que es la etapa que más se recuerda. Bamboleo me catapultó hacia los medios de difusión. De hecho, la gente visualiza mi carrera de esa fecha en lo adelante. En Bamboleo consolidé todo lo aprendido, tuve la oportunidad de experimentar al más alto nivel, de interactuar con los cantantes del género más famosos del mundo, de participar en prestigiosos festivales internacionales de jazz... Hasta que entendí que el ciclo de cinco años y de aporte mutuo había llegado a su fin y que la orquesta y yo merecíamos nuevos aires. Jamás me marché con la idea de formar mi propia orquesta. Me lo aconsejaron varias personas, quienes me decían que debía aprovechar el boom que acompañaba a El zorreo. Entonces no sabía si era lo más indicado, pero ahora puedo afirmar que ha sido posiblemente el paso más acertado de mi vida.
—¿Qué te propusiste hacer con tu grupo?
—Siempre he tenido claro que soy un continuador. Jamás me he creído el gran aportador. Soy un compositor, un intérprete, un defensor de un género concebido por otros, los grandes maestros. En todos estos años, creo que he sido fiel y consecuente con mi propuesta.
—Eres muy abierto a colaborar con otros.
—Ha sido parte de mi estilo, una manera de compenetrar con hermanos de carrera con idéntica pasión. Con los años incluso me abrí —no fue así al comienzo, un error— a grabar temas de los demás. Empecé más egoísta, pero los últimos dúos que he grabado, por ejemplo, son exitosas canciones que no llevan mi firma, excepto el que hice con José Alberto «el Canario»: La carta, es de Israel Rojas; Lloro por ti, de Descemer Bueno; De qué callada manera es de Guillén y de Pablo Milanés ... Uno va aprendiendo; no todas las decisiones que he tomado han sido aciertos, o han salido bien. Es que el arte es la vida misma.
—Alain, ¿que pasará en el Karl Marx?
—Lo primero es que en los últimos años no es común, por diversas razones, que los artistas se presenten en un teatro como ese con un diseño escenográfico que esté en función del concierto. Tal vez tenga exceso de pasión, pero creo que cuando se abra el telón, la gente quedará impactada con el trabajo realizado por la joven diseñadora Aymée Rodríguez, y gracias a que contamos además con el apoyo del proyecto Sarao con sus luces inteligentes, pantallas, paneles, máquinas de humo... Quiero ofrecerle un espectáculo visual a la altura de las expectativas del público.
«Desde el punto de vista musical, mi grupo se presentará acompañado de un cuarteto de cuerdas femenino del ISA, que participará en cuatro temas de estas dos horas del concierto Alain Daniel a la carta, titulado así por el sencillo que he estado moviendo este año con mis hermanos de Buena Fe, La carta, y porque haré un resumen de los éxitos de esta década de trabajo y un poquito más atrás. Y claro, habrá sorpresas, porque quiero que sea un gran regalo para aquellos que asistan al Karl Marx. Sí, no lo niego: estoy feliz por lo que sucederá el sábado. Ojalá y se haga realidad otro gran sueño: que mientras cantemos y, después ca-mino a casa, la felicidad que haya nacido del concierto invada a la gente y se contagie por doquier, de modo que en lo adelante todos nos levantemos con una sonrisa».
Tomado de Juventud Rebelde.

Por amor a la Patria




Presentan multimedia Cantos de la Patria, con 19 piezas musicales entre himnos, marchas, boleros y guajiras
José Luis Estrada Betancourt

estrada@juventudrebelde.cu
29 de Octubre del 2016 0:39:52 CDT
Cantos de la Patria, la interpretación que hace el Coro Infantil del Coro Nacional de Cuba de piezas que develan el alma de nuestro país, acaba de ver la luz este viernes en forma de multimedia para que, en lo adelante una obra tan necesaria como esa no falte en ninguna de las escuelas primarias, secundarias básicas o bibliotecas públicas.
Ese fue el compromiso firme que quedó tras la presentación de Cantos de la Patria, a cargo del musicólogo y director del Museo Nacional de la Música, Jesús Gómez Cairo, entre el Instituto Cubano de la Música, representado por su presidente, Orlando Vistel, y el Ministerio de Educación, encabezado por su titular Ena Elsa Velázquez.
Se trata de un proyecto largamente soñado, que partió de una idea de la ya desaparecida artista y revolucionaria Alicia Perea Maza, según comentó Gómez Cairo, quien explicó que en Cantos… se reúnen un total de 19 piezas, que no son solo himnos y marchas, sino además canciones, boleros, guajiras..., «porque a nuestra patria se le ha cantado en todo el espectro genérico de nuestra música».
Apuntó el destacado musicólogo que esta joya de Producciones Colibrí, dedicada especialmente al cumpleaños 90 de Fidel, está dirigida sobre todo a los niños, con el fin de rescatar el apego por interpretar piezas de este corte profundamente revolucionarias y de alto valor artístico, lo que facilitará la siembra de valores y que lleguen al corazón.
Cantos de la Patria está concebido de forma tal que siguiendo las 19 piezas se puede hacer un recorrido desde las guerras de independencia hasta nuestros días, señaló la maestra Digna Guerra. «Por eso es esencial que todas se instalen en las almas de los niños, que lo que ellas encierran despierten sus sensibilidades, con lo cual tomarán más conciencia y sentirán más orgullo por lo que somos».
Así lo afirmó la Premio Nacional de Música antes de que la interpretación de clásicos como Mujer bayamesa (Sindo Garay), Desde Yara hasta la Sierra (Tania Castellanos), Despertar (Eduardo Saborit) y Canto a Camilo (Carlos Puebla), a cargo del Coro infantil que conduce Ladys Sotomayor Martiatu, emocionara al auditorio en el que se hallaban, entre otros, Abel Prieto, ministro de Cultura, así como Miguel Barnet y Rubiel García, presidentes de la Uneac y la AHS, respectivamente.
Tomado de Juventud Rebelde.

Función de la crítica


Por: Graziella Pogolotti
29 de Octubre del 2016 
Hace poco escuchaba yo la entrevista televisada de Amaury Pérez Vidal a Luciano Castillo, posiblemente el más acucioso investigador de la historia del cine. Al final, como suele ocurrir, la conversación cayó en el tema de la crítica, tan frecuente en lo que concierne al arte y la literatura, como a los problemas de nuestro transcurrir social.
Sin dudas, necesario, el debate parece empantanarse en la referencia martiana al ejercicio del criterio o al enfrentamiento entre elogio complaciente y negación absoluta. Para avanzar en la discusión, sería conveniente centrarla en las herramientas requeridas para el ejercicio de la crítica y la función de esa práctica, según su destinatario explícito o implícito.
En todos los casos, el crítico debe disponer de un conocimiento técnico, de una visión histórica y social apta para valorar contextos y de cierta claridad expositiva.
Para traducir mi punto de vista en términos concretos, vuelvo a la entrevista de marras. En su extensa Cronología del cine cubano (título muy modesto) Luciano Castillo ha revelado detalles olvidados sobre el ingreso del cine en nuestra vida cotidiana. Nuestra vocación modernizadora favoreció que su aparición promoviera un proceso expansivo fulgurante, acompañado por esfuerzos heroicos dirigidos a fomentar una producción propia. Sin embargo, la fundación del Icaic fue acogida como un verdadero comienzo. Fue una visión compartida por una generación entera, forjada a través de circunstancias culturales.
En sus inicios, el cine fue recibido como un entretenimiento privado de las jerarquías de las manifestaciones artísticas mayores. Constituyó el punto de partida de las llamadas industrias culturales. Parecía estar en desventaja en el plano artístico. Los directores se interesaron por definir las especificidades de su lenguaje. Algunos lo asociaron a movimientos que marcaron el siglo XX, como ocurrió con el expresionismo y el surrealismo. Los cineastas del momento se colocaban a contracorriente del comercialismo y el sistema de estrellas. En ambas orillas del Atlántico, se hizo sentir la influencia del neorrealismo italiano y de la nueva ola francesa, propuestas todas que reivindicaban valores artísticos en una pantalla que invitaba a la reflexión.
El gran negocio dispuso de recursos para preservar su dominio en la distribución. En la actualidad el reclamo del entretenimiento ha recuperado su supremacía. Contribuye a modelar valores, vida cotidiana, cercena el fluir de las ideas y se convierte en factor determinante de la política.
El entrelazamiento entre cultura, imagen, expectativas de realización humana y debate de las ideas en lo económico y social subraya el papel de la crítica en el ámbito de las artes y en el espacio público más amplio que concierne a todos. Limitar su función al elogio o la descalificación la coloca al servicio de los intereses dominantes.
La utilidad de la crítica trasciende el arte y la literatura. Debe incorporarse su práctica para rectificar el camino, para atajar a tiempo los errores a fin de reducir costos. Tiene que convocar al análisis en el espacio público y convertirse en hábito incorporado al accionar de todos los días. Tiene que integrarse a la conciencia colectiva como contribución al bienestar de todos.
El entendimiento de la función de la crítica, del modo de ejercerla y de su utilidad práctica es una de las carencias de nuestro contexto contemporáneo. Asumirlo implica romper con mentalidades formadas a lo largo de los años. Exige deshacerse del pensar rutinario y entender que en la vida todo es perfectible y que la modestia es el elemento integrante de la verdadera sabiduría. Urge, por tanto, desarrollar una nueva pedagogía social que intervenga simultáneamente en lo cotidiano, lo laboral y en el impulso al conocimiento científico para ir derrumbando poco a poco los universos parcelados.
El comienzo está en la relación alumno, padre y maestro que se establece en la escuela.
La crítica en la institución docente está sembrando futuro en una criatura en proceso de formación. La crítica en el plano de la comunidad llevada a sus últimas consecuencias ante las autoridades correspondientes favorece la disminución de la agresividad y, entre muchas cosas de primera importancia, puede mejorar la higiene y poner coto al resurgir de epidemias. El desarrollo de una crítica ciudadana constructiva requiere un diálogo transparente con las instituciones.
Los espacios informativos demandan una efectiva pedagogía crítica. Por distintas vías, se describen fenómenos que perturban el funcionamiento de la sociedad y que, en muchos casos, entrañan incumplimientos de lo establecido por las normas de la legalidad y perjuicios a personas naturales y jurídicas. Sucede también que noticias de interés público se comunican por vía del rumor con la frecuente distorsión de los acontecimientos reales. A veces sale a la luz lo obvio, el fenómeno que todos conocen por experiencia personal. El papel de la crítica no se reduce a señalar fenómenos. Tiene que traspasar ese estadío primario y avanzar en la investigación de los contextos, las causas, contribuir mediante el análisis a deshacer nudos que afectan el adecuado vivir ciudadano. Es conveniente reunir criterios de especialistas y, en algunos casos, proponer soluciones para lo urgente y para lo que se nos viene encima a mediano plazo. Afrontamos enormes dificultades económicas. Sin embargo, los problemas objetivos generan actitudes subjetivas que se reflejan en el modo de administrar los recursos, en el empleo eficaz de las potencialidades existentes y en la capacidad de atajar a tiempo los focos infecciosos. Sin esperar por un mañana impreciso, iniciemos nuestro aprendizaje de pedagogía crítica.
Tomado de Juventud Rebelde.

lunes, 24 de octubre de 2016

Sin tiempo para descansar



La joven vanguardia artística sigue de celebraciones por el aniversario 30 de su organización. La joven vanguardia artística sigue de celebraciones por el aniversario 30 de su organización

Lourdes M. Benítez Cereijo  
La Asociación Hermanos Saíz (AHS) no tiene tiempo para descansar, pero sí para soñar en grande. Sus miembros están siempre buscando iniciativas y pensando en mejores maneras para hacer, una organización que se parezca cada vez más a la joven vanguardia. Ahora, con las celebraciones por el aniversario 30, los noveles creadores siguen más activos que nunca, festejando con un intenso programa que se extiende a todo el país.
Las acciones de la jornada de hoy se inician a las 11:00 a.m., en la Calle de Madera, La Habana Vieja, con la presentación de los premios otorgados por las editoriales de la AHS: La Luz, Sed de belleza, Reina del Mar y Áncoras.
Las actividades prosiguen en la sede nacional de la organización, pues hasta el patio central del Pabellón Cuba, a las 10:00 a.m., llegarán, para contagiar con su alegría, los pequeños de uno de los talleres pertenecientes a la Compañía Teatral La Colmenita; y a las 6:00 p.m., el público podrá disfrutar del conjunto Toques de Río. En tanto, el domingo (en igual horario y lugar) tendrá como plato fuerte el concierto de Andy Rubal y su grupo.
Momentos especiales ocurrirán el día 18, a las 6:00 p.m., en el Memorial José Martí, con la entrega del sello 30 Aniversario a Maestros de Juventudes; el 19 (calle 23 y N, a las 6:00 p.m.) con la celebración de un gran concierto por el onomástico y en saludo al Día de la Cultura Nacional; y el 29, cuando a las 9:00 p.m., al escenario del Teatro Martí suba el trovador Nelson Valdés, para presentar el fonograma Te doy otra canción —el día 30 estará en el Teatro Tomás Terry, de Cienfuegos.
Y si de presentaciones musicales se trata, las tardes del Pabellón Cuba estarán siempre muy animadas, con propuestas para todos los gustos. Allí se presentarán, entre otros, el grupo de D’corasón, el ensemble Kialo y William Vivanco. Asimismo habrá descargas de trova en el espacio Tres tazas que conduce Silvio Alejandro y música electrónica con Djs de la AHS.

Por todo el país

La AHS sabe muy bien cómo aprovechar el talento, ya acumulan 30 años de experiencia. Por eso cada territorio ha preparado su plan de actividades, para no quedar ajenos a las celebraciones. En Holguín, durante todo el mes, se realizarán presentaciones de la antología Retoño de Almendro, de Eldys Baratutes, y su versión en audiolibro, junto al proyecto la Casa del Cuento. Mientras que en Santiago de Cuba, los días 15, 22 y 29, el Grupo de Experimentación Escénica Caja Negra estrenará la obra de teatro El deseo (otro panfleto escénico), escrita y dirigida por Juan Ediberto Sosa.
En la sede provincial de la AHS de Cienfuegos tendrá lugar hoy un gran concierto, a partir de las diez de la noche, donde se podrá disfrutar del quehacer de artistas y agrupaciones como Cuba Fusión, Rolo Rivera, Sadiel Madrazo, Ariel Barreiros, Lázaro García y Los Novos.
La ciudad de los tinajones no se quedará atrás. En Camagüey, del 26 al 30 se realizará la XXVI Muestra Audiovisual El Almacén de la Imagen, que incluirá conferencias, talleres, debates, mesas redondas, proyección de audiovisuales, conciertos y actividades comunitarias.
Exposiciones de artes visuales, propuestas literarias de los sellos editoriales de la Asociación, recorridos de la Brigada artística aniversario 30 de la AHS por comunidades, escuelas, hospitales y sedes culturales, además de presentaciones de los artistas ganadores del Programa de Becas y Premios, serán otras de las iniciativas que se desarrollarán en todas las filiales provinciales para seguir festejando junto a los jóvenes creadores.

Un reclamo que se escucha por todas partes.

Por:

Frente a las dificultades, el cubano siempre ha antepuesto su sonrisa, su alegría, el amor por los suyos; y estos, a su vez, han sido pilares para sostener su voluntad de no rendirse. Es por ello que no resulta extraño que en esta jornada contra el bloqueo, aun cuando esa política ha causado daños y dolores, uno se cruce en un centro de trabajo con el baile y la broma; porque como dijeron en uno de ellos este viernes, aunque generaciones de cubanos hayan nacido y crecido bajo este cerco, no ha impedido nunca que volemos.
No hay sector de la economía en el cual no tengamos impacto del bloqueo, señaló Ulises Guilarte de Nacimiento, miembro del Buró Po­lítico del Partido y secretario general de la Cen­tral de Trabajadores de Cuba. Por eso he­mos convocado a un avispero en cada colectivo laboral, para que los obreros, esos que hu­mildemente lo sufren a diario, puedan expresar su rechazo a esa política obsoleta.
La respuesta no se hizo esperar. Temprano en la mañana de este viernes, y bajo una fina llovizna, la casa matriz de Artex acogió el reclamo de los trabajadores de la cultura y más.
Las 11 agencias y sucursales de la em­presa más grande del sistema de cultura en la capital, se unieron a una representación de trabajadores de los hoteles Comodoro y Meliá Ha­bana, Etecsa y el Acuario Nacional, para reafirmar que Cuba no responde ni responderá jamás a los intereses de Estados Unidos.
Adanay Mesa, secretaria de una de las secciones sindicales de Artex, quien se dirigió a los presentes, sostuvo que Obama puede hacer todavía mucho más para ir derribando el cerco económico, pues las medidas tomadas hasta el momento son insuficientes.
Prueba de ello es que, como denunció Ali­na Torres, secretaria de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) de la misma empresa, es prácticamente nulo el acceso al mercado y los servicios culturales de Estados Unidos.
Más de un millón de dólares ha dejado de recaudar la agencia Musicalia, y Bismusic alrededor de 100 000, por no poder comercializar sus CD en ese territorio, añadió.
A la convocatoria de los trabajadores responden todos: autoridades del Partido en la provincia y los municipios, dirigentes sindicales a todos los niveles, glorias del deporte como la martillista Yipsi Moreno y la judoca Estela Rodríguez, y los pioneros.
El bloqueo es una muralla contra el desarrollo y pedimos su fin, porque no merecemos esa injusticia, exigieron los alumnos de la escuela primaria Fructuoso Rodríguez, en el municipio de La Lisa.
Sus voces se levantaron en la UEB Habana de la Empresa de Servicios Técnicos In­dus­tria­les, perteneciente al grupo Azcuba, uno de esos sitios donde las carencias generadas por el bloqueo han tenido su impacto en la labor de reparar turbogeneradores para los centrales azucareros, motores eléctricos, cadenas de transporte y estructuras metálicas de todo tipo para asegurar la zafra.
Por casi cuatro décadas que llevo trabajando aquí, he sido testigo de las afectaciones que causa el bloqueo, expresó René González Santana, jefe de área de diseño en la UEB.
El ingenio de los obreros para sobreponerse a las limitaciones, los turnos de trabajo extra para recuperar el tiempo perdido por la llegada tardía de las materias primas, han sido también historias de la resistencia del pueblo cubano por más de cinco décadas, con expresión en este centro laboral, recordó González Santana.
El joven ingeniero mecánico Joel Aldana González añadió a la lista de daños causados por esta política estadounidense, las dificultades en el acceso a las tecnologías de punta, las piezas de repuesto para las maquinarias y las licencias para el uso de software, con el fin de automatizar la producción.
Más de siete millones de pesos en los dos últimos años ha costado el bloqueo a la UEB Habana; sin embargo, como expresó José Eresme Labrada, secretario del buró sindical en esta entidad, la zafra no se detendrá.
Ese mismo sentimiento de superar los obstáculos embarga a los trabajadores de la em­presa Internacional Cubana de Tabacos S.A. (ICT), entidad a la cual en un año las afectaciones del bloqueo le han restado 129 millones 595 346 dólares, fundamentalmente por no poder acceder al mercado estadounidense; aspecto que sigue sin modificarse tras el último paquete de medidas aprobado por el presidente Barack Obama.
Desde allí, trabajadores de ICT se unieron a una representación de artistas —entre los que se encontraban la pintora Zaida del Río, humoristas, locutores y actores como Nilda Collado, Rogelio Blaín y Enrique Molina— para denunciar el cerco económico a Cuba. Cultura no es solo actuar en un escenario, en una película, en la televisión…, cultura es también el tabaco cubano, manifestó este último, quien reafirmó que también ellos unían su voto contra el genocida bloqueo.
El bloqueo es una violación del derecho internacional y una violación sistemática de los derechos humanos del pueblo cubano, dijo Daniel Sánchez, trabajador de la empresa, a cuya voz también se sumó la de Eli­za­beth Perdomo, secretaria de una sección sindical, quien expresó que jamás debió existir y debe cesar de inmediato. Se trata de una política fracasada, pues al contrario de lo que han querido lograr, el bloqueo nos ha hecho más firmes y revolucionarios, añadió.
 Tomado de Granma

Ética, profesionalidad y vida cotidiana

Ética es una de esas palabras que gravita sobre nosotros con fuerte peso específico
Hay palabras grandotas que asustan. Tienen un contenido filosófico con lo que adquieren prestigio, se cargan de resonancias solemnes y parecen remitirse a un universo distante y abstracto. Sin embargo, nada más lejano de nuestro pequeño planeta que las constelaciones. Durante si­glos, la estrella polar y la cruz del sur trazaron el camino a los navegantes que, con instrumentos rudimentarios, buscaron las últimas fronteras de la tierra.
Ética es una de esas palabras que gravita sobre nosotros con fuerte peso específico. Todo ejercicio profesional está presidido por un código de ética, documento que según la tradición establecida, leemos y juramos en reiteradas ocasiones a lo largo de nuestras vidas. Pasado el momento del ritual, el texto se incorpora a una carpeta junto a documentos de primerísima im­portancia que amarillean en el olvido.
Por eso, de cuando en cuando, hay que bajar de su pedestal las palabras grandotas, ponerles un par de sandalias y echarlas a andar junto a nosotros. Entonces, vivitas y coleando, las reconocemos y sentimos el tironcillo de orejas cuando nos desviamos de principios esenciales. Todos hemos tenido la experiencia de observar al cirujano saliendo extenuado del salón de operaciones después de horas de duro batallar por salvar la vida de una persona desconocida. Lejos del quirófano, si se pro­duce un accidente callejero, puede aparecer alguien que, sin identificarse previamente, se precipita en auxilio de las víctimas. Inseparables, su ética y su práctica profesional le exigen comprometerse con la tarea y postergar, en función de la demanda emergente, cualquier interés personal.
El compromiso profesional de un médico responde al principio de preservación de la existencia de los seres humanos. Otras prácticas garantizan la higiene de una sociedad y la calidad del oxígeno que se respira en ella. El maestro no se limita a transmitir conocimiento. Tiene a su cargo la salud del espíritu. Sus principios éticos derivan, ante todo, de una conducta, vale decir, de una ejemplaridad arraigada a la defensa de la equidad en el modo de valorar y corregir el comportamiento de los estudiantes. Su toga, representación simbólica de su autoridad en el espacio sagrado del aula, se fundamenta en la búsqueda y preservación de la verdad. En su caso, la ética obliga a sembrar valores ciudadanos indispensables para el obrero, el científico y el dirigente del futuro.
El crecimiento demográfico y la progresiva concentración urbana han acentuado la naturaleza gregaria de la especie humana. En Los pasos perdidos, Carpentier relata la historia de un músico que abandona la gran ciudad para viajar hasta el fondo de la selva. Allí, en el sencillo habitar de una humanidad que comienza a ingresar en la historia, encuentra una forma de felicidad y recupera su facultad de crear. Hombre de la modernidad, padece la falta de papel. Vuelve a la ciudad en procura de medios que le resultan imprescindibles. El avión lo espera. Al despegar rumbo a la ciudad proveedora de los bienes necesarios, está cerrando, sin saberlo todavía, las posibilidades de regreso al paraíso momentáneamente recobrado.
La vida moderna nos hace depender de una red infinita de personas invisibles sin nombres ni rostros identificables. Al despertar cada mañana, debemos recibir agua y luz, tenemos acceso a información procedente de lugares distantes. El pan del desayuno está hecho de trigo cultivado en algún país lejano. Atravesó mares para llegar al puerto desde donde será enviado a un molino para hacer harina transportada hacia la panadería, horneada entonces por alguien que permanece en la trastienda. Al igual que las necesidades, los oficios y las profesiones se multiplican. Cada contribución tecnológica genera nuevas demandas técnicas. Una cadena de tareas ocultas existe tras el funcionamiento de los celulares y las computadoras cada vez más interrelacionados a nuestra cotidianidad. Este universo de complejísimas relaciones de interdependencia requiere ordenamiento jurídico y desarrollo de conciencia ciudadana. De no haber reglas de juego reconocidas y aceptadas por todos, el caos, verdadera guerra entre individualidades desorbitadas, interferirían con el buen vivir de cada cual. Para establecer los principios del vivir colectivo, las sociedades constituyen un cuerpo jurídico al servicio de los intereses hegemónicos. Así pudo adquirir legitimidad la conversión del ser humano en mercancía mediante la compraventa de esclavos. En su proceso de construcción, nuestra sociedad ha estructurado leyes que conciliaron la defensa de principios esenciales y la respuesta concreta a situaciones emergentes. La aplicación de la ley expresa, en el transcurso de la vida cotidiana, los conceptos que preservan la nación así como los derechos y deberes del ciudadano.
Los encargados de impartir justicia y de garantizar el orden son servidores públicos. Tan delicada función impone una alta exigencia ética. La imagen de la justicia suele caracterizarse por una banda que cubre los ojos y una mano que sostiene la balanza. Abogados, jueces y mantenedores del orden están comprometidos con una ética tan rigurosa como la que preside la actitud profesional médica. La sa­lud del cuerpo y la protección de la vida humana son inseparables de la salud de la sociedad. Con una venda en los ojos, la justicia debe colocarse por encima de compromisos mezquinos, de falsas nociones de amistad y resquicios abiertos al soborno, a la corrupción, males que gangrenan los pilares de un proyecto social fundado en la equidad, en la protección de los sectores más vulnerables, en el reconocimiento al mérito y en la igualdad de oportunidades con vistas al desarrollo personal y colectivo.
El clarín mañanero tiene que despertar los códigos de ética que amarillean en carpetas bien guardadas, sacudir el polvo que recubre la letra muerta y traducir los principios abstractos en la práctica cotidiana de un quehacer de todos, orientados a barrer de las calles lo feo y lo sucio, plantas parasitarias que amenazan con contaminarnos.
(Tomado de Juventud Rebelde)

Cuba ¿fin de la Historia?, apenas el principio



 

Mucho se habla hoy de la importancia del conocimiento de la Historia y del modo efectivo de enseñarla, de la necesidad de que la voz de los pueblos clamen sus verdades para que sus penas y glorias no pasen inadvertidas. Estos elementos son, junto a muchos otros valores, materia segura en el libro Cuba ¿fin de la historia?, de Ernesto Limia Díaz, presentado este sábado en la sala Villena de la Uneac, por Abel Prieto Jiménez, Ministro de Cultura de Cuba 

Como un joven capaz de escribir una prosa con la cual no cuentan todos los historiadores —plagada de facilidad y gracia, y con estructuras narrativas muy eficaces—, que ha despuntado en los estudios históricos cubanos con libros extraordinarios como: Cuba en tres imperios: perla, llave y antemural, Cuba Libre: la utopía secuestrada,y el que ahora se presenta, calificó el poeta Miguel Barnet al autor del texto que rubrica la editorial Ocean Sur, y que recoge cinco enjundiosos ensayos sobre la realidad cubana, desde los tiempos en que se fundara la nacionalidad hasta los más recientes avatares políticos.
Un prólogo a cargo del poeta y ensayista Juan Nicolás Padrón, que repasa con hondura las preocupaciones latentes y visibles de Limia, recomienda estas páginas (junto a los otros dos títulosantes mencionados) como «valiosos textos que es necesario tener ya en cuenta en los planes docentes, pues contribuyen a conformar la cultura histórica y política imprescindible para no perderse en el escenario mundial contemporáneo», y donde —dice— aparecen en síntesis razonamientos concatenados para desentrañar la verdadera naturaleza de las relaciones de la Isla con el coloso vecino del Norte.
Aunque muy profunda, es muy accesible, expresó Prieto, haciendo referencia a la obra que presentara, la cual «se lee como una novela, cautiva al lector y viaja constantemente desde la geopolítica de tiempos pasados hasta el micro mundo personal de una figura histórica», acotó.
Para el Ministro fue oportuno felicitar a Ocean Sur por la iniciativa de recoger estos ensayos, en los que se advierte la capacidad de narrar los hechos de una manera atractiva que toca las emociones de sus lectores y en los que se recogen puntuales momentos de la Historia, como los sucesos de La Fernandina, las respectivas caídas de José Martí y Antonio Maceo o la toma de La Habana por los ingleses.
En otro punto remarcó la maestría del autor, en no ver la historia como mera«arqueología, o como algo que está en la vitrina de un museo, sino como algo vivo que nos está nutriendo.»Entre los temas apremiantes que emergen de estas páginas está la necesidad de salvar nuestro proyecto, nuestra soberanía y nuestro socialismo. Para esto, apuntó, es preciso no solo tocar nuestra realidad desde lo cognitivo, sino que estos mensajes empiecen a formar parte del tejido espiritual de la persona, que tengan que ver con las pasiones, con la manera de vivir y sentir la vida.
En un aparte, Prieto reconoció que la presente entrega consigue reunir y organizar mucha información dispersa, que ha sido colocada intencionadamente y que en el análisis se toca la problemática actual, de modo que su contenido es básico para el permanente debate que deben tener estos tópicos.
«Creo que Limia tiene la intención de removernos, de hacer que nos demos cuenta del reto que tenemos los revolucionarios cubanos de hoy», expresó, a juzgar por el modo en que se abordan los problemas y debilidades de nuestro proceso, e insistió en la necesidad de que este libro se coloquedonde sea más oportuno para que lo lean las personas que imprescindiblemente lo deben leer.
David Deutschmann, Presidente de la editorial Ocean Press, aseguró que muy pronto este libro estará traducido al inglés e informó que 5 000 ejemplares acaban de ser donados a Cuba. Por su parte, Limia refirió que si bien sus libros han sido presentados en más de 50 recientes ocasiones a lo largo y ancho de la isla, lo más importante es establecer el diálogo a partir de él. Con júbilo expresó que el cantante Raúl Paz, presente en la velada, se ha animado a participar en las próximas presentaciones del texto, en diversos escenarios de la geografía cubana para terminar, después de los intercambios con los jóvenes, en conciertos a su cargo. La ruta concluirá con una presentación del artista en la escalinata de la Universidad de La Habana. Para cerrar, dijo, espera el libro contribuya a ese combate en que estamos enfrascados todos y en el que nos estamos jugando el destino de la patria.

Mujeres contra el bloqueo y la injerencia

Presidió Teresa Amarelle, integrante del Buró Político y secretaria general de la FMC, acto de condena a ese engendro en Imías
Teresa Amarelles dialoga con federadas imienses. Foto: Jorge Luis Merencio
IMIAS, Guantánamo.— Teresa Amarelle Boué, integrante del Buró Político y secretaria general de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC), presidió aquí el acto en que las féminas de este poblado ratificaron su condena al bloqueo económico, comercial y financiero mantenido por el Gobierno de los Estados Unidos contra Cuba, por más de 50 años.
Las mujeres imienses exigimos el fin de ese engendro genocida y la devolución del territorio ocupado ilegalmente por la base naval de Guantánamo, expresó Beitelvis Cantillo Moreira, trabajadora de la dirección municipal de la organización femenina.
La estudiante de octavo grado Keila Labañino Verdecia, en nombre de las jóvenes federadas, esbozó los graves daños que ha ocasionado el bloqueo al pueblo cubano y al desarrollo del país, y reclamó seguidamente a Obama, o al presidente que le suceda, el respeto al derecho de los hijos e hijas de esta tierra a construir su futuro en una patria libre y sin injerencia.
Los guantanameros y guantanameras son testigos de cómo el imperio y sus lacayos han tergiversado los hechos relacionados con el enfrentamiento al huracán Matthew, tratando de denigrar el esfuerzo del Gobierno cubano y la presencia de sus principales líderes junto al pueblo afectado, subrayó Amarelle Boué, quien arribó a Imías después de haber visitado a los municipios de Maisí y Baracoa.
En esos territorios la secretaria general de la FMC departió con pobladores afectados por el meteoro, en especial con familias que convirtieron sus viviendas en centros de protección de personas o en escuelas, para apoyar la continuidad del curso escolar.
“En los lugares visitados percibimos un pueblo enfrascado en la recuperación y con absoluta confianza en la Revolución”, comentó la máxima dirigente de las mujeres cubanas para acto seguido, en breve intercambio con la prensa, reconocer el desempeño de este sector en la cobertura sobre Matthew.
Participaron en el acto de condena al bloqueo, además, Zenia Lores Méndez y Vilmaida Machado Londres, presidenta en funciones y vicepresidenta del Consejo de Defensa Municipal, respectivamente, así como Daysi Véliz Bravo, secretaria general de la FMC en la provincia.
Tomado de Granma

viernes, 21 de octubre de 2016

Quería saber. Silvio Rodríguez



Jueves, 20 de octubre de 2016
Quería saber
Quería saber,
y abrí los ojos bien temprano,
cuando se tocan con las manos
los luceros.

Quería saber
si iba a llegar a mi destino,
y no llevé para el camino
ni sombrero.
                                  
Quería saber,
y le di un beso a mi comarca,
y me subí a una vieja barca
de viajero.
                                      
Quería saber
si tras la línea que está lejos,
donde se despierta el sol,
sería grumete, marinero,
timonel o pescador.

Quería saber,
aunque no siempre comprendiera
todo lo que yo quería saber.

Quería saber.

Quería saber,
y puse proa al horizonte,
sabiendo que era de Caronte
pasajero.
                                  
Quería saber
cómo se dice firmamento
en el idioma de los vientos
y los fuegos.
                                  
Quería saber
la dimensión indescriptible
que transfigura lo imposible
en verdadero.
                                      
Quería saber
si tras la línea que está lejos,
donde se despierta el sol,
sería grumete, marinero,
timonel o pescador.

Quería saber,
aunque no siempre comprendiera
todo lo que yo quería saber.

Quería saber.

Tomado del Blog Segunda Cita de Silvio Rodríguez.