domingo, 31 de julio de 2016

Si fuera maestra



Graziella Pogolotti
30 de Julio de 2016
Llegó el momento de respirar hondo y llenar los pulmones del aire cálido y húmedo de nuestro verano tropical. Pasó la angustia de los exámenes y de la espera por el otorgamiento de las carreras universitarias. No saben todavía los muchachos, ansiosos por el disfrute vacacional, que algún día sentirán añoranza de estos tiempos de alegría y pesadumbre, porque cada graduación implica una despedida.
Al contemplar el espectáculo, pienso en lo que haría si, ahora mismo, me confiaran un aula. Empezaría por solicitar a los alumnos la pormenorizada descripción del entorno inmediato. Los incitaría luego a la narración detallada del recorrido mañanero para que observaran las casas, los balcones, la ropa tendida al aire y los rasgos característicos de los transeúntes habituales. Les pediría el retrato en palabras de un familiar cercano, su vestuario, modo de peinarse, el estilo de sus movimientos, junto a la expresión de la cara y la mirada. Podríamos detenernos todos en la contemplación de un muro, sus grietas, sus manchas y disfrutaríamos al tacto las cualidades de la materia rugosa.
Inmersos cada vez más en un universo virtual, absortos ante las pantallas, tenemos que renovar el contacto con la realidad concreta. Es un modo de provocar curiosidad y hacer que el abrir los ojos en cada mañana resulte un feliz redescubrimiento de la vida. Un experimento sencillo revela que la rutina anula la mirada. Aguzarla enseña a conocer la arquitectura, los matices cromáticos del ambiente cambiante. Enseña también, por vía empírica, a acercarnos al análisis de la sociedad y a convertirnos en psicólogos aficionados. Con similar procedimiento minucioso, nos adentraríamos todos en el desciframiento de los textos escritos. Uno y otro son entrenamientos complementarios. Ayudan a andar por el mundo y encaminan el aprendizaje real.
El acceso a las ventanas abiertas por la informática constituye una ganancia neta. Expande el horizonte informativo, favorece el intercambio y la actualización de los especialistas y acelera la comunicación. Para ser útil, tanta oferta exige saber formular las preguntas precisas para descartar la tontería, seleccionar lo necesario sin perder rumbo en un océano de sobreabundancia.
Sin embargo, toda moneda tiene dos caras. Las ganancias suelen entrañar pérdidas. Los costos se revelan en ocasiones a mediano plazo. En la actualidad, los padres observan con alegría la rápida incorporación de las habilidades en el manejo de los equipos de computación adquiridas por los niños desde la más corta edad. Investigadores científicos de alto rango académico comienzan a dar señales de alarma respecto a las repercusiones de la sustitución demasiado temprana de la escritura tradicional por el teclado en el desarrollo de las facultades intelectuales.
Sabido es que el empleo de la mano, la capacidad de agarrar objetos y de mejorar las condiciones de vida mediante el trabajo nos convirtieron en seres humanos. Al nacer, me explicó un neurólogo, la naturaleza nos ha dotado de todas las neuronas necesarias. La clave del desarrollo humano se encuentra en la estimulación de las interconexiones que se activan en la práctica. La actividad motora y el dominio muscular alcanzan el cerebelo e incentivan otras capacidades. Corresponde a una etapa posterior, piensan los investigadores, la familiarización del teclado, mediante un aprendizaje a ciegas con el propósito de favorecer la coordinación entre las dos manos.
La Revolución industrial y la filosofía positivista generaron una visión optimista y acrítica del progreso. No es deseable el regreso a la era de las cavernas. No estamos preparados para sobrevivir en esas circunstancias. La cocción de los alimentos debilitó nuestra dentadura. Obsoletos, los cordales suelen convertirse en fuente de problemas cuando crecen. La entrega irresponsable al progreso técnico-material llenó el ambiente de polvos de carbón producidos por los ferrocarriles, las fábricas y los sistemas de calefacción. El ser humano se arrogó el derecho a ejercer su dominio sobre la naturaleza y la fue expoliando con un ritmo acelerado. Los desiertos crecen, los polos se derriten y los océanos amenazan invadir las islas. Estamos ante los problemas del cambio climático. La agricultura padece los efectos de los productos químicos.
Si fuera maestra, pensaría ante todo en conocer los escenarios que propone el panorama planetario contemporáneo para la conformación del destino de la especie, de los grupos humanos y las personas. Vivimos un mundo cada vez más poroso a la influencia de imágenes portadoras de paradigmas y de sueños rutilantes. Andamos por las calles con audífonos que nos aíslan de cuanto nos rodea. Son factores que inducen al aislamiento y a la pérdida del contacto humano concreto. Sin coartar el acceso, sin renunciar al horizonte informativo, no podemos mutilar la capacidad de descubrir otras fuentes de enriquecimiento.
Me propondría entonces dotar a niños y jóvenes de las facultades imprescindibles para leer la realidad en su misterio y en su belleza para encontrar en ella las señales de cambio y de obsolescencia, para hacernos, paulatinamente, constructores de nuestra propia existencia. Enseñaría a hurgar en lo más recóndito de los textos, en lo que dicen y sugieren. Insistiría en la comunicación grupal y en el aprendizaje de una ética del respeto mutuo.
La suma de datos es un primer peldaño para la adquisición de conocimiento. Para la cristalización de este mundo se impone un proceso de metabolización basado en un ojo crítico aguzado, en el eslabonamiento de interrogantes, en el entrenamiento para interconectar factores diversos, en la meditación y en el análisis. Porque, en tiempo de velocidad acrecentada, el niño de hoy entrará en un mundo fuera del alcance de nuestros catalejos.

Tomado de Juventud Rebelde

El arte de la comunicación.



Graziella Pogolotti
 Julio del 2016

Me horroriza pensar que algún día nuestros interlocutores serán robots. Artefactos inteligentes y bien programados, podrán transmitir información y establecer un diálogo mínimo. Pero, la mano y el habla nos hicieron seres humanos.
La transmisión mecánica de datos y su acumulación acrítica no producen conocimientos. El saber se articula a través de las vías que ofrecen las ciencias y mediante referentes numerosos incorporados en las distintas experiencias de vida. La voz humana matiza el valor de las palabras. Actúa sobre el intelecto y sobre la sensibilidad. Se expresa en el tono, el ritmo, la vacilación y el silencio, brevísimo instante de meditación y duda. En países como los nuestros, el gesto tiene una importancia decisiva. Ante el dolor de un amigo, un apretón de manos resulta más efectivo que un discurso que, sumido en un trance difícil, es incapaz de escuchar.
Cuando la criatura nace, la comunicación con el mundo exterior se inicia en el contacto físico con el seno materno, nutriente básico y fuente de seguridad, apaciguamiento y disfrute. Por costumbre y necesidad afectiva, las madres comienzan a hablar con el recién nacido que aún no tiene dominio de la palabra. El tono de la voz es el indicador que precede al aprendizaje de un vocabulario.
Las pérdidas de la capacidad de comunicación actúan negativamente en el comportamiento social. Generan una cadena de acción y reacción. Las madres vociferantes que apabullan a los hijos remolones en el cumplimiento de los horarios forman un modelo de conducta. La inadecuada relación del maestro con los alumnos conduce a generar falta de confianza en el sistema institucional. En este ámbito, la formación incluye lo instructivo y lo afectivo. Acercarse a un chiquillo y preguntar los motivos de su tristeza implica solidaridad, reconocimiento de su individualidad y de su condición humana. La falta del diálogo necesario reduce el proceso de enseñanza a un vínculo utilitario centrado tan solo en el logro de una estadística promocional satisfactoria.
Protegida por su carapacho, la jicotea anda sola en el mundo. Los humanos requerimos amplias redes societarias. Desposeídos de manto protector, contamos con una piel delicadísima. Para los más frágiles, un roce ligero produce profundas heridas. El agredido se convierte en agresor. Un encadenamiento incontenible acrecienta la espiral de la violencia.
La comunicación efectiva se basa en el respeto real al otro, manifiesto en las respuestas concretas a las demandas de la vida. Violar esta regla básica favorece el ejercicio de la violencia, la apatía y la fragmentación del tejido que articula, en lo político y en lo práctico, la asunción de normas de conducta que fortalecen la acción colectiva en beneficio de todos y de cada uno. Corresponde al conjunto de instituciones constitutivas de los pilares que sostienen la sociedad, establecer las reglas del juego. Apelamos siempre a la familia y a la escuela, fundamentales sin lugar a dudas. Pero la existencia humana no transcurre solamente en esos ámbitos cerrados. Utilizamos medios para movernos, demandamos servicios de distinta naturaleza, tenemos que proveernos de mercancías de todo tipo y debemos cumplir trámites legales de diverso carácter. Las múltiples demandas requieren respuesta institucional. El maltrato, la dilación, provocan irritación creciente y la búsqueda de soluciones alternativas que inducen a la corrupción y al soborno, gangrena sutil porque el dinero pasa de mano en mano sin dejar huellas.
Las cartas que llegan a las redacciones de los periódicos son una muestra microscópica de un fenómeno que agrieta principios esenciales. Con frecuencia las respuestas revelan subestimación de un lector que ha sufrido muchas veces situaciones semejantes. Para alcanzar el control popular deseable, hay que empezar por el rescate de la ejemplaridad de los trabajadores vinculados a los centros que, en la base, responden a la estructura institucional del país. La ética institucional es factor determinante de la disciplina social.
A pesar de la presencia de internet, de la televisión y de otros medios, nuestro tiempo transcurre en el entorno de la comunicación oral desde que nos levantamos, nos trasladamos de un sitio a otro y ejecutamos tareas de cualquier índole. De otro modo, nos convertiríamos en una colectividad de autistas. Para establecer el orden, existen medidas coercitivas. Siempre hay modo de evadirlas cuando no asumimos valores derivados de la convicción íntima de la importancia de nuestra función, de la relevancia social de nuestro centro de trabajo, de nuestra responsabilidad en la preservación de su imagen pública. Para seducir y persuadir, la voz humana tiene un peso cualitativo de primer orden. De ella depende que nos consideremos eslabón integrante de una comunidad mayor.
Me sorprende ahora el recuerdo de Ceferino. Lo conocí a poco de ingresar como estudiante en la Universidad. En aquellos tiempos, los bedeles tenían jerarquías que ostentaban en sus chaquetas engalonadas. Ceferino, siempre igual, nunca alcanzó esas distinciones. Nos acompañó toda la vida. Fue amigo de generaciones de estudiantes que se convertirían en profesores y tendrían un brillante desempeño público. Fraternal, afectuoso, solidario, bromista, ajeno a cualquier manifestación de servilismo, cumplía las normas de respeto que corresponden a una institución de enseñanza. Era velador imprescindible de los bienes comunes, orgulloso de pertenecer a la Universidad de La Habana. Permanece en mi memoria afectiva junto a mis mejores maestros y a mis alumnos más entrañables.

Tomado de Juventud Rebelde

 

Diversas propuestas en Primera Línea


Diversas propuestas en Primera Línea
Si en esta primera convocatoria, se apunta a la industria musical en Cuba, los organizadores pretenden en lo adelante convertir a Primera Línea en punto donde converjan las sonoridades del resto de los países del Caribe

Cinco expresiones diversas y a la vez ilustrativas de la riqueza de la cultura musical cubana contemporánea figuran como exponentes de avanzada en la selección artística que se presentará al foro Primera Línea, previsto entre el 14 y el 17 de septiembre próximo en el contexto de Habanarte 2016.
El comité de selección, integrado por expertos de Francia, España y Cuba, anunció la clasificación del can­tautor Kelvis Ochoa, el pianista y compositor Alejandro Falcón, la com­pañía Habana Compas Dance, el co­lectivo Rumbatá y el septeto Tur­quino para un evento que mostrará las potencialidades de la creación mu­sical de la Isla a empresarios y operadores de circuitos internacionales de espectáculos especialmente convocados para la cita.
A partir de las propuestas de las agen­­cias de representaciones artísticas y las entidades promocionales del sistema del Instituto Cu­bano de la Música, se conformará en los próximos días la nómina definitiva de participantes ascendente a quince agrupaciones o solistas.
Cada uno de los seleccionados contará con un espacio demostrativo de su quehacer en la planta superior del Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso.
En esa misma institución se de­sa­rrollarán conferencias y tallares de carácter profesional acerca de temas relacionados con las industrias culturales y las realidades del mercado del arte en  el campo de la música.
Antonio Martínez, coordinador del evento, dijo que al dar a conocer a los primeros cinco clasificados de una preselección inicial de 25 exponentes, “hemos querido significar un claro indicador de la amplitud, la novedad y el rigor cualitativo de la muestra que van a encontrar en Cuba”.
El foro Primera Línea forma parte de la serie de festivales WOMEX, que desde 1994 en diversas latitudes promueve los mejores talentos de las mú­sicas del mundo.
Si bien la idea, en esta primera convocatoria, apunta a la industria musical en Cuba, los organizadores pretenden en lo adelante convertir a Primera Línea en punto donde converjan las sonoridades del resto de los países del Caribe.
Tomado de Granma

La enseñanza de la historia y los jóvenes





 Bostezos, dibujos en las libretas y el deseo de que el tiempo transcurra más rápido constituyen parte de la realidad durante algunas clases de Historia de Cuba y en ciertos centros es­colares del país, aunque duela ad­mitirlo.
Conozco de estudiantes que mi­ran constantemente por las persianas, unos escriben carticas y otros hasta son vencidos por el sue­ño, cuando la impartición de la asignatura se convierte en un tedio.
Algunos profesores repiten siem­pre las mismas palabras, extraídas del libro de texto o de manuales, con­feccionados hace poco o mu­cho. Y eso cansa, levanta una especie de muro entre ellos y los alumnos.
Afortunadamente, no siempre su­­cede así y existen buenos ejemplos de lo contrario. Mi mente pasa, cual rollo de cine en blanco y negro, mo­mentos en las aulas, y siento otra vez la emoción transmitida por quie­nes lograban llevarnos a combates, asambleas y más sucesos en la manigua y otros sitios.
Por las mareas de mi cuerpo circula otra vez la tristeza, después de preguntar sobre la infancia de Carlos Manuel de Céspedes…, y recibir un largo silencio como respuesta. ¿Por qué las omisiones de contenidos tan importantes como lo relacionado con las primeras edades del Padre de la Patria, incluidas sus preferencias, juegos y cómo era la familia, además de acaudalada...?
Los héroes también son seres humanos y sus gustos y hábitos terrenales los acercan más a las personas deseosas de conocerlos. To­dos los profesores debieran ser co­mo manantiales de conocimientos y tener la creatividad suficiente para lograr, o al menos intentar, que las palabras cobren vida y cautiven a quienes escuchan.
Hace poco una abuela me contó con pena que a su nieto no le supieron explicar, de forma detallada, el significado correcto de la bandera. Y eso me dolió. Según agregó, en la casa tampoco recordaban, llamaron por teléfono a varios amigos y nada, hasta que por fin encontraron unas páginas “salvadoras”.
Lo ideal es que todos nos sumerjamos en los textos sobre hechos del pasado con pasión y tengamos siem­pre deseos de aprender, pero muchos no tienen el impulso y tampoco pueden ser obligados.
Resulta esencial aprovechar ma­neras más creativas para enseñar y motivar la búsqueda de saberes. La literatura, a pesar de sus deudas con el reflejo de sucesos transcendentes de la historia nacional, puede ser una vía atractiva.
Las multimedias, dramatizados, animados y otros materiales audiovisuales de calidad sobre temas históricos también son escasos en el país, y eso es bastante lamentable en un contexto caracterizado cada vez más por la preferencia por lo digital y las imágenes en movimiento.
Es preciso aprovechar sitios históricos cercanos y las experiencias de combatientes y más personalidades de la localidad. Sería propicio incrementar las visitas a otras zonas exactas donde ocurrieron los acontecimientos y se pueden impartir algunas de las mejores clases.
Jamás olvidaré los momentos en La Demajagua, donde Céspedes en­cendió con más fuerza la llama del anhelo de libertad. Cerca de la campana emblemática, utilizada el 10 de octubre de 1868 para convocar a todos en el entonces ingenio, parece gravitar su voz y el ejemplo de aquellos hombres, decididos a empuñar las armas para acabar con el sufrimiento en Cuba.
Me emociono cada vez que re­cuerdo una de las rememoraciones del desembarco de los expedicionarios del yate Granma. El 2 de di­ciembre del 2015, como cada año, 82 jóvenes abordamos dos pequeñas embarcaciones y antes del amanecer nos tiramos al mar, por donde se estima lo hicieron quienes llegaron provenientes de México en 1956.
En el agua, el frío entraba a nuestros cuerpos, y seguimos hacia la orilla con la emoción de saber que por allí llegaron y continuaron los corajudos guiados por Fidel. Todos teníamos la luz del orgullo en nuestros ojos.
La Comandancia General del Ejército Rebelde en La Plata, intrincado paraje de la Sierra Maestra, es otro de los sitios que enamora y donde se respiran las esencias de la nación.
Allí crece una leyenda respecto al bohío de tablas, piso de madera y techo de guano, ocupado por el Co­mandante en Jefe. Cuentan trabajadores del lugar que la fuerza del hu­racán Dennis, en el año 2005, prácticamente arrasó con las demás edificaciones, sin embargo, la referida edificación sobrevivió con apenas unos rasguños. Aña­den que, con un gesto protector, la potencia del viento apartó un árbol que amenazaba con caerle encima.
Ningún libro transmitirá jamás la emoción percibida en lugares que constituyen altares de la Patria, en los cuales se pueden observar y palpar objetos reales.
La historia es una de las mayores fortalezas de Cuba, fuente de saberes y certezas, que es importante preservar como un ser vivo, para el bien de todos.
Tomado de Granma

Todo el mundo tiene su Moncada. Silvio Rodríguez



Todo el mundo tiene su Moncada

Menos mal que existen
los que no tienen nada que perder
ni siquiera la muerte.

Menos mal que existen
los que no miden qué palabra echar
ni siquiera la última.

Se arriman a la noche y al día
y sudan si hay calor
y si hay frío se mudan.
No esperan echar sombra o raíces
pues viven
disparando contra cicatrices.
Escuchan, se proyectan y lloran
debajo de sus huellas
con tanto trabajo.
Se mueren sin decir de qué muerte
sabiendo que en la gloria
también se está muerto.

Menos mal que existen
para hacernos.

Menos mal que existen
los que no tienen nada que perder
ni siquiera la historia.

Menos mal que existen
los que no dejan de buscarse a sí
ni siquiera en la muerte
de buscarse así.

(1968)
Silvio dijo...
Esta canción la hice en 1968, cuando Haydeé Santamaría nos pidió a Noel, a Pablo y a mi que escribiéramos algunas canciones sobre el asalto a cuartel Moncada, hazaña más moral que bélica que el pasado 26 de julio conmemoramos en Cuba. No hace mucho hablé de cuando en 1953 encontré una revista Bohemia escondida en el cesto de la ropa sucia de mi casa, con fotos de los asaltantes asesinados (los soldados de la tiranía ejecutaron a 30 asaltantes después de terminado el tiroteo). Para mi, replantearme los sucesos del Moncada pasaba por mi propia existencia, pero no por aquel recuerdo que en 1968 tenía más presente, sino por lo que estábamos viviendo los trovadores en aquellos precisos momentos. Por eso le puse a la canción ese título, porque consideraba que nosotros, en una escala por supuesto mucho más modesta también estábamos asaltando un Moncada, y que los balazos que nos daban era la incomprensión y el rechazo de muchos. Por entonces no sabíamos si íbamos a salir victoriosos pero éramos jóvenes y creíamos en la fuerza de nuestra verdad honesta.
Publicado  por Silvio Rodríguez Trovador en su blog Segunda Cita

viernes, 22 de julio de 2016

Adolescencia y juventud en Cuba: de urgencias y desafíos

A colocar la mirada en las adolescentes y en el diseño e implementación de políticas para empoderarlas en sus entornos cotidianos tanto en el ámbito privado como público, convocó el Panel Invirtiendo en las adolescentes: el futuro co­mienza hoy.

Foto: Yander Zamora
Una etapa difícil, polémica, de cambios continuos. Así la definen, con razón, muchos expertos. Pero hay que aprender a mirar también este periodo de la vida como una etapa de oportunidades, reflexionaba un profesor hace ya algún tiempo  sobre los desafíos que entraña arribar a la adolescencia.
Justamente a colocar la mirada en las adolescentes (sin perder de vista que ello implica invertir en ellos también), y en el diseño e implementación de políticas para empoderarlas en sus entornos cotidianos tanto en el ámbito privado como público, convocaba el pa­sado 11 de julio, Día Mundial de la Po­blación, el Panel Invirtiendo en las adolescentes: el futuro co­mienza hoy, or­ganizado por el Fon­do de Po­blación de las Na­ciones Unidas (Unfpa) y el Cen­tro de Es­tudios sobre la Juventud (CESJ).
“No se es vulnerable por ser adolescente” reflexio­naba en el encuentro la doctora Nati­vidad Gue­­rrero, jefa del departamento de investigaciones del Centro Nacional de Educación Sexual, pero de las oportunidades que les generemos de­penderá que tanto ellas como ellos puedan construir su futuro, lo cual es su derecho, y evitar que caigan en situaciones de vulnerabilidad.
Reflexiones que, y partiendo de que de la adolescencia de hoy dependen nuestros jóvenes del mañana, nos abocan a un esbozo de lo que sin duda constituyen aciertos, y también las brechas y desafíos de la siempre urgente necesidad de invertir en quienes construyen no ya el futuro, sino el presente del país.
Pero para la Máster María Josefa Luis Luis, subdirectora científica del CESJ, la inversión en esta población no puede verse enfocada en una única arista por las exigencias propias de este grupo.
En Cuba, dijo, “pudiera pensarse que no hay di­señadas políticas dirigidas específicamente a esta po­blación, al no contar con un ministerio de Ju­ven­tud, pero sí existen, subsumidas en las políticas universales del país y que no son específicas únicamente de la adolescencia o la juventud, apuntó a Granma.
En ese sentido, precisó por ejemplo, que la política educacional ha establecido la enseñanza obligatoria hasta el noveno grado para todos los me­nores, independientemente de su sexo, al tiempo que el Estado cubano se esfuerza continuamente por ofrecer oportunidades ilimitadas de sa­lud y educación a las niñas, adolescentes y jóvenes cu­banas, que les permita alcanzar  independencia social y construir importantes proyectos de vida, como profesionales y técnicos.
Asimismo, ejemplificó, en el ámbito la­boral, le­gislaciones como el Código del Trabajo contemplan acápites dirigidos a pro­teger los más jóvenes. “La edad promedio para la inserción la­boral es 19 años y se exige, para comenzar a trabajar y el empleo de la fuerza calificada y remuneración, solo capacidades, habilidades y resultados de trabajo, in­dependientemente de la edad y el sexo”.
De igual modo el sistema de salud pública prioriza en sus estrategias a esta población —trascendió en el Panel mencionado—, pues desde la infancia cuentan por ejemplo con un esquema de vacunación que los protege de múltiples enfermedades, además de la cobertura sanitaria gratuita y accesible para todos los grupos de edades.
Otra muestra de ello es la atención primaria pre­natal universal y el parto institucionalizado pa­ra todas las embarazadas, sin tomar en cuenta si viven en zonas rurales o urbanas. Ello se comporta con especial atención para aquellas que residen en zonas de difícil acceso, lo que garantiza la salud materna y contribuye a que se alcancen indicadores de mortalidad materna de calidad; y para las madres adolescentes que reciben un se­guimiento estricto y un acompañamiento durante el embarazo, el parto y el puerperio.

ELLOS Y ELLAS EN EL CENTRO DEL VÓRTICE
El mayor y mejor recurso de un país es su po­blación, por lo que construir una sociedad que in­cluya a cada segmento de esta es vital para la articulación de cualquier proyecto social. Pero, son los adolescentes y jóvenes estratégicos dentro de esta construcción, y conocer hacia donde van, qué piensan, necesitan, y quieren es el primer paso…
En Cuba, son múltiples las urgencias y desa­fíos a los que se enfrentan todavía. Según refirió el CESJ, en el Panel, enfocar desde el género las estrategias políticas para la atención a las juventudes y a toda la población si­gue siendo necesario, en aras de posibilitar una educación popular transformadora de los basamentos machistas de nuestra cultura cívica, defendidos in­cluso por mujeres de todas las edades. Al respecto, las percepciones de riesgo de enfermedades de trans­misión sexual y embarazo —se­ña­laron los po­nen­tes— son más expresadas por mujeres y esto no es por co­rres­pondencia genética sino social.
Por otro lado, la cultura y otras consideraciones fa­miliares inciden en que aún no sean muchos los hombres, ni familias las que se acojan a “la ley de paternidad” luego del nacimiento de los hijos, la cual permite la asunción familiar de estrategias en función de la rápida incorporación de la madre joven al escenario de estudio o trabajo.
Se trata del Decreto-Ley 234 de la Maternidad de la Tra­ba­jadora (2003), con su resolución complementaria número 22/2003, que otorga iguales derechos a los padres cubanos para obtener una licencia laboral y quedarse al cuidado de los hijos durante el primer año de vida. Si bien esta ley es un logro, aún este derecho  en­cuen­tra prejuicios, estereotipos y resistencias en la so­ciedad cubana.
También, señalaron los panelistas, los escasos servicios de cuidados a personas adultas mayores condicionan, de igual forma, la dedicación de las mujeres a estos, renunciando a sus proyectos de vida como estudiantes o trabajadoras.
La investigadora del Centro de Estudios De­mo­gráficos de la Universidad de La Habana (Ce­dem), Grisell Rodríguez, decía sobre este te­ma a Gran­ma que esto forma parte de un problema  “puer­tas hacia adentro, donde se mantienen y re­producen patrones de comportamiento machistas, y prevalece la sobrecarga de roles a la mujer”.
Es una realidad que las responsabilidades asumidas hacia el interior de la familia hacen que mu­chas jóvenes capacitadas, renuncien a las posibilidades de ocupar cargos de dirección en el escenario del Estado y el gobierno; a pesar de las políticas que favorecen que esto pueda ser posible. A ello, se suma la carencia de escenarios de cuidado a los menores, en respuesta a la alta demanda, por lo cual muchas se ven ante la disyuntiva de renunciar al estudio o el trabajo, para cuidar a su descendencia, dijeron los expertos.
En lo que se refiere a salud sexual y reproductiva, es el embarazo adolescente en Cuba un foco de atención sobre el cual deben centrarse las miradas desde los múltiples sectores involucrados.
Si bien las estadísticas regionales están muy por encima de la tasa de embarazo adolescente del país, la tasa en Cuba de fecundidad adolescente —que de acuerdo con datos de la Dirección de Re­gistros Médicos y Estadísticas de Salud del Mi­nisterio de Salud Pública, es de 51.8 por 1 000 mu­jeres de 15 a 19 años— es una muestra que exis­ten brechas en este sentido.
“Cuando una adolescente queda embarazada o tiene un hijo, su salud, educación, potencial de obtener ingresos y todo su futuro pueden estar en peligro, y puede quedar atrapada en una vida sumida en la pobreza, la exclusión y la impotencia”, señaló la máster Raida Semanat, investigadora de la línea Fa­milia y Sexualidad del CESJ.
De ahí que, apuntó, resulta imprescindible que las familias comprendan el derecho que tienen las y los adolescentes a la información sobre anticoncepción, porque forma parte del derecho que tienen a su salud. Insistió en el hecho de que salvar estas brechas  en los más jóvenes es garantizar un proyecto de independencia e igualdad de posibilidades, sobre todo para la mujer.

FAMILIA Y ESCUELA… UN CAMINO PARA ANDAR
Pero esa inversión en adolescentes y jóvenes no puede ir desligada de la que se haga en la familia, crucial para revalorizar el papel de esta  en relación con esas poblaciones, reflexionó María Josefa Luis.
A juicio de la Doctora en Ciencias Keyla Es­tévez, jefa del departamento sociopolítico del CESJ, “hay dos instituciones en la sociedad —la familia y la escuela cubana— que tienen los roles de la educación, pero está faltando que se complementen en una mejor preparación de todas las juventudes, y hoy no se les exige en este sentido”.
Estas dos instituciones, dijo, saben que tienen mu­chas deudas al respecto. “Hoy está ocurriendo un fenómeno en la sociedad cubana relacionado con que los adolescentes y jóvenes creen ciegamente y hacen lo que dice la familia. Nuestro último estudio  de adolescentes reveló que esta institución es la que decide por los jóvenes, por ejemplo, en cuanto a su futuro profesional, relación con los coetáneos ...”.
“Desde Vi­gots­ky y otros expertos que han estudiado estos te­mas, quedó sentado que la principal actividad para el adolescente era el intercambio con los coetáneos, llevarse bien con su grupo, y que este  lo autodetermine, autorregule, autoexija, autoevalúe…”, reflexionó.
Sin embargo, ¿qué está sucediendo hoy en Cuba?, insistió. “El grupo no se está conformando por afiliación (por destacamentos, organizaciones como la FEEM) sino por los que son similares a uno, esto quiere decir que dentro de la propia escuela cubana hay subdivisiones por clase”.


Foto: Anabel Díaz
En este contexto, argumentó, “donde la fa­milia está decidiendo, y está claro que es en las dos instituciones referidas donde se debe decidir todo, debemos apostar que las inversiones se hagan dentro de las mismas. No es responsabilidad ni de los me­dios de comunicación, ni de un organismo es­pecífico, sino de que la sociedad acabe de asimilar que debe unirse en función de la educación de los más jóvenes. Eso implica las críticas”.
“Pero hay que tener en cuenta que se trata de una sociedad que ha arrastrado más de 20 años de situaciones económicas difíciles, donde la fa­milia se ha adaptado a ‘resolver cosas’ de una forma muchas veces no convencional ni educativa, al tiempo que la escuela ha pasado por ese difícil periodo acarreando pérdida de maestros, planes de estudios descontextualizados… y un grupo de temas que, en ambas instituciones, es­tán impidiendo educar de una forma mejor”.
De acuerdo con Estévez García, se re­quie­re de una ma­yor conciencia, de atemperar planes de estudios, que se elaboren currículum más apegados a las individualidades, y que permitan y les den libertad al claustro de profesores de adaptar los contenidos a las condiciones de un lugar, e insertar temas de impacto para la comunidad.
“Hoy el Ministerio de Educación está escribiendo un perfeccionamiento donde el currículum institucional es el que el claustro de profesores puede modificar en función de las peculiaridades del entorno inmediato y el alumno. Pero ¿hemos educado a la gente para eso, cómo le decimos a un metodólogo municipal o funcionario de cualquier nivel que tiene que preguntar  cómo lo hace cada centro, y adaptarse a las adecuaciones internas?
Hará falta un periodo de adaptación en que la gente entienda que ya puede proponer, y que de ello depende hacer y cambiar un grupo de cosas”, señaló.
Por otra parte, precisó que es urgente logar que lo cognitivo vaya de la mano de lo formativo. “Existe hoy la asignatura de educación cívica que intenta suplir estas carencias, pero no es suficiente. ¿Cómo se hace conciencia ciudadana? To­­dos los días. Puede perfectamente un profesor de biología a la vez que enseña sobre las células, transmitir a sus estudiantes que debemos cuidar el entorno y ver la vida integralmente. Y eso le falta a la escuela cubana hoy”.
En este sentido— mencionó— debemos  tra­tar que los cambios y transformaciones se pien­sen en función de ese niño, adolescente o joven, no co­mo adulto, si­no como muchacho/a que nació en el entorno de una familia, que arrastra años de periodo especial, que interactúa con un celular al lado de su cuna… y la educación tiene que transformarse a tono con ese contexto.
Para la investigadora del CESJ, la escuela tiene además responsabilidad en la formación de la familia, y al respecto mencionó que el programa de las vías no formales, es uno de los buenos espacios que existen para educar y preparar a esta en mu­chos temas, pero no se han aprovechado todas sus potencialidades.
CONSTRUIR UN FUTURO A TU MEDIDA
En ese sentido refirió Estévez García que hay que propiciar políticas integrales, acciones que les permitan desarrollarse a los jóvenes por sí mismos, a partir de las cuales les brindemos oportunidades de independencia, autodeterminación, y participación más amplia y donde ese joven autoconstruya cómo quiere que sea su vida. “De­be­mos ser menos verticalistas y paternalistas. Par­ticipar implica poder, querer y saber hacerlo”.
En ese contexto, y con la mirada puesta además en mantener un conjunto de logros e indicadores alcanzados, es fundamental propiciar espacios de participación y fortalecer los ya existentes, en tanto “potenciar la identidad na­cional en nuestros jóvenes, categoría en constante renovación”, es también una urgencia en la búsqueda de que las nuevas generaciones “se apropien de lo mejor de nuestra cultura, la hagan suya, la fortalezcan y la renueven”, reflexionó el director del Cedem, Antonio Aja Díaz.
“Si queremos tener en un futuro ciudadanos participativos, revolucionarios, dispuestos, saludables, alegres, hay que ocuparse en esta etapa, de la cual dependerá el ciudadano de otros tiempos”, apunta la especialista María Josefa Luis.
Al respecto, mencionó que en los estudios de participación realizados por el CEJC los jóvenes —aunque reconocen que existen varios— ha­blan de la necesidad de espacios de comunicación y que se tengan en cuenta sus cri­te­rios.“Los espacios existen pe­ro no siempre se aprovechan. Para participar hay que saber hacerlo y ahí hay una brecha”, apuntó la experta.
Con este criterio coincide An­to­nio Aja, para el cual “nuestros jóvenes de­ben encontrar y reconocer al escenario de la sociedad cubana como el de su futuro y no solo el del presente”, y agrega que “la cla­ve está en cómo logramos que hagan esta realidad suya y participen en la conformación de ese futuro al que aspiran, lo cual incluye entregarles la posibilidad de la toma de decisión de ellos y ellas sobre dicha construcción social”.
Aja significó que en la sociedad actual, no pueden perderse de vista que para estas poblaciones existen temas vulnerables de los que no po­demos desentendernos, pues forman parte de realidades en el mundo, y a las cuales estamos expuestos. En ese sentido mencionó conductas como la drogadicción, la prostitución, el alcoholismo, donde la escuela, la familia y los medios de comunicación tienen un rol determinante.
AL CALOR DE NUEVOS CAMBIOS
Con los nuevos escenarios en el ámbito socio económico que se abren en el país, emergen va­rias preocupaciones para los jóvenes cubanos.
Si por una parte —explica la investigadora Ma­ría Josefa Luis Luis— en la esfera laboral se ha visibilizado la importancia que ha representado el hecho de que el Estado garantice el empleo, y aún la mayoría de los jóvenes trabajen en el sector estatal; es una realidad el acercamiento creciente al sector privado. “Hoy conviven el querer trabajar con el Estado, para garantizar la seguridad laboral, y el deseo de em­plear­se además en el privado, para satisfacer las necesidades que el salario no permite cubrir”.
Pero las nuevas formas de gestión imponen, también a los jóvenes, múltiples retos; ante prácticas ya consolidadas como que el mayor número de contratos no se hacen por escrito sino de forma verbal. Es una alerta, pues esta población ve distante el proceso de jubilación y ni siquiera piensa en ello, advirtió.
“Entre un 29 y 31 % de los trabajadores por cuenta propia son jóvenes, y de ellos alrededor de un 46 % son contratados”, refirió la entrevistada.
Asimismo, acotó que las investigaciones re­velan que hay más hombres que mujeres dueñas de negocios, y proporcionalmente es mayor, en el caso de ellas, el número de mujeres jóvenes contratadas que propietarias de determinada ac­tividad comercial. En el caso de las muchachas, la investigadora explicó se suman hoy otras limitaciones, pues ellas se enfrentan a exigencias que pueden ir desde condicionantes de edad, color de la piel hasta el ser madres o no, entre otras.


Por otra parte, refirió, está el tema de la jornada laboral, un asunto que, dijo, pone tensión en el contexto actual, pues aunque está regulada por el Código de Trabajo, es un reto en el sector cuentapropista que se cumpla. “Los trabajadores pueden exigir cuando esta sobrepasa las ocho horas, pero no lo hacen, al dueño no se le reclama… cuando ven que no les conviene abandonan ese contrato (trabajo) y buscan otro”.
La connotación social del trabajo es una arista que, agregó, hoy vislumbra también ur­gen­cias. De acuerdo con nuestros estudios, históricamente para los jóvenes cubanos ha sido im­portante el trabajo que permita superarse, tendencia que hoy ha disminuido ante la hiperbolización de la función económica:
“El trabajo que me conviene es el que me permite ganar más. Si abandonamos el cuidado de los valores del trabajo como función social estaremos de­jando escapar opor­tunidades”, precisó.
“La remuneración económica no puede hacer perder a nuestros jóvenes la perspectiva, de que se quiera aportar a la sociedad. Eso no es imposible”, dijo, pero este derrotero pasa por las exigencias que el trabajo por cuenta propia —reconocido por el Estado como una opción de empleo— im­pone al sector estatal, llamado a ser más atractivo.

UNA SOCIEDAD ARMÓNICA
Al referirse a la dinámica demográfica que caracteriza Cuba hoy, donde más de un 19 % de su población tiene 60 años y más, Aja Díaz enfatizó en la necesidad de promover acciones que propicien un acercamiento intergeneracional.
“Es un proceso irreversible, por ello es importante mejorar la estructura etaria de la población, que se mejore al interior de la familia, que la mujer joven se solidifique y tenga los hijos que quiera, pero sobre todo esa relación hay que cultivarla desde los jóvenes y los adultos mayores para que sepan convivir juntos”, precisó.
La sociedad cubana debe urgentemente cam­biar la relación que existe entre sus generaciones y fomentar un mayor respeto mu­tuo ha sido una reflexión continua del doctor Aja a nuestro diario.“Menos agresión verbal y ruido, mayor respeto a la individualidad, y a los ancianos y a la mujer. Mayor entendimiento entre los jóvenes, porque van a ser los ancianos del futuro; y para eso no hay que esperar desarrollo económico”, sostuvo.
“No hay que esperar para que en los ómnibus, los más jóvenes les den los asientos a los mayores, sea hombre, mujer o niño. No hay que aguardar por ningún recurso para que a través de la familia, los me­dios, las instituciones educativas, se llame al orden en ese sentido”, su­bra­yó.
Por su parte Grisell Rodríguez refiere que “si bien nos preocupamos, necesariamente, por el envejecimiento, no podemos de­jar de pensar en los jóvenes, pues es justamente sobre ellos que recaerá la responsabilidad  económica de sostener a esta po­blación envejecida, pe­ro también de convivir con ella y aportar a la sociedad”.
Retos todos que reafirman lo que es verdad de perogrullo, y es que del desarrollo económico sostenido que logre la nación, depende que se acorten muchas de las brechas que hoy enfrentan los jóvenes; si bien otras no son exclusivas más que de la toma de conciencia social.
Pero también se pone en evidencia la ne­ce­sidad de lograr que las políticas o leyes que el país traza en función de potenciar y articular ese desarrollo, sean efectivas y generen frutos apreciables a corto y largo plazo. Un ejemplo meridiano lo coloca el profesor An­tonio Aja en el te­ma migratorio, “pues se de­be lograr una circularidad de la población cubana, a partir de que el cubano retorne a vivir a Cuba, aunque vuelva a salir, que la mu­jer joven quiera tener sus hijos aquí y que las familias también deseen estar aquí, porque esa población la necesitamos. Ha­ce años podíamos darnos el lujo de que saliera población de nuestro país, pero hoy la necesitamos, sobre todo jóvenes, para construir ese futuro, pero también por un tema demográfico”.
La migración es una variable que impacta a los jóvenes de manera especial —señaló el profesor Antonio Aja— ya que estos constituyen sus principales protagonistas. Algunas características de estos los impulsan a migrar con mayor intensidad respecto a otros grupos de población.
 “Se necesita más que una buena lectura de los datos para que las decisiones tomadas sean más efectivas”, decía a Granma en su reciente visita a Cuba el Representante del Fondo de Po­blación de las Naciones Unidas (UNFPA) en México y Director de País para Cuba y República Dominicana, Sr. Arie Hoekman.
“Si tomamos decisiones solamente con los elementos de los datos de los jóvenes, de cuántos son, edad, nivel escolar, entre otras estadísticas, no estaría bien, porque deberíamos considerar cuáles son las ideas que tienen los mismos jóvenes, los problemas que ellos están enfrentando y qué es lo que piensan en relación con cómo deberíamos estar mejorando una sociedad, donde ellos son partícipes también”.
Ahí está el mayor de los desafíos.
TOMADO DE GRANMA

Para hallar sentido a una conmemoración


Una de las páginas más infames de la historia, la esclavitud a la que fueron sometidos por siglos mujeres, hombres y niños procedentes del continente africano, solo terminó en Cuba a la altura de 1886, mucho tiempo después que en la mayoría de los territorios del hemisferio occidental.
Si bien el 13 de febrero de 1880 la Corona española decretó una ley que proclamaba “el cese del estado de esclavitud en la isla de Cuba”, los dueños de esclavos continuaron explotando a estos amparados por el artículo 3 de un documento que establecía el derecho de los patronos “de utilizar el trabajo de sus patrocinados”. Una jerga legal eufemística disimuló la continuidad de un brutal régimen de explotación.
Hubo que esperar seis años más para que el llamado Patronato se extinguiera. El final de la esclavitud en la Isla no fue un regalo de la metrópoli colonial ni de la necesidad de actualizar las relaciones de producción, sino el re­sultado de largos años de lucha abolicionista que, en el caso de Cuba, estuvo vinculada a la lucha por la independencia. El gesto de Carlos Manuel de Céspedes al iniciar la insurrección anticolonial el 10 de octubre de 1868 resultó elocuente: al alzarse en armas dio la libertad a sus esclavos. Mucho tiempo antes, en 1812, José Antonio Aponte, negro libre, artesano y pintor, lideró una conspiración para independizar a Cuba y emancipar a los esclavos.
El comercio trasatlántico de esclavos africanos y la explotación de esa mano de obra en las plantaciones azucareras y cafetaleras constituyó la base de la acumulación capitalista de los países europeos. La modernización de la economía de los países desarrollados occidentales —incluyendo a Estados Uni­dos— no pue­de explicarse sin el régimen esclavista.
Mas no se trata de ver las cosas desde un ángulo estrictamente económico. El historiador Pedro Pablo Rodríguez describió la esclavitud como “una verdadera patología social y cultural, muchos de cuyos aspectos significativos han quedado ocultos bajo el velo del tiempo, todo ello condicionado a su vez por los intereses y las perspectivas afines o surgidos de ella”.
Lo que la doctora María del Carmen Barcia, con dolor, expresa acerca del sufrimiento de los seres arrancados de sus tierras durante la travesía trasatlántica —“por muchos datos que los historiadores hayamos acopiado es imposible reconstruir toda la iniquidad, la vileza, el desamparo, la humillación y las crueldades que los africanos sufrieron”, nos dice—, es válido para asomarnos al horror del barracón, el látigo sobre los cuerpos, los castigos en el cepo, la violación de las mujeres, la destrucción de las familias y la sobrexplotación productiva de no se sabe cuántos esclavos, incluso de los nacidos bajo esa condición en nuestra tierra.
Nada de esto puede ser olvidado, como tampoco la resistencia que dio lugar al cimarronaje. Ni la incorporación masiva de los antiguos esclavos a las gestas independentistas. Ni los aportes que esos africanos, preteridos y ninguneados, hicieron, pese a la voluntad de sus explotadores, a la forja de la nación y la cultura cubanas.
Es por ello, como observó el poeta y antropólogo  Miguel Barnet, que “tomar conciencia plena de lo que significó el gigantesco holocausto de la trata esclavista moderna para los pueblos subsaharianos, yo diría que el más terrible que haya conocido la humanidad, es también tener presente la profunda huella estampada por hombres y mujeres que atados por gruesas cadenas llegaron a nuestras costas para nunca más regresar a sus tierras, a sus familias y a sus culturas”.
Estos presupuestos no solo deben animar la conmemoración del aniversario 130 de la abolición de la esclavitud en Cuba, sino también la sistemática promoción del conocimiento de nuestra historia y el cultivo de una sensibilidad que nos haga entender íntegramente, sin fracturas ni vacíos, nuestra identidad.
Las jornadas conmemorativas llaman la atención sobre acontecimientos y procesos, pero las lecciones que se desprenden de estos únicamente se asimilan y trascienden cuando encarnan de manera permanente y creativa en el tejido social y la memoria individual de quienes en esta época proyectan y construyen el futuro.
El 4 de septiembre de 1998, durante una visita a la Sudáfrica de Mandela, Fidel Castro, sintetizó una realidad: “Sin África, sin sus hijos y sus hijas, sin su cultura y sus costumbres, sin sus lenguas y sus dioses, Cuba no sería lo que es hoy”.

TOMADO DE GRANMA

lunes, 11 de julio de 2016

El orgullo es una virtud








Graziella PogolottiGraziella Pogolotti
9 de Julio del 2016 



Era una aldea, un pedazo de campo en los linderos de la capital. Forma parte ahora del Cotorro, un barrio industrial. Sobrevive en Santa María del Rosario su iglesia del siglo XVIII con las pinturas del primer artista plástico cubano reconocido por su nombre. Hace años, un párroco descubrió bajo el piso antiguos enterramientos. Alejo Carpentier lo relata en una de sus crónicas. Allí casó con Lilia Esteban Hierro, portadora de un marquesado que nunca reivindicó. En la plaza principal de la localidad radica la morada de los condes de Casa Bayona, sus fundadores. El último descendiente de la familia, José María Chacón y Calvo, tampoco hizo gala del título nobiliario. Al parecer, la casa se ha convertido en un centro gastronómico. El conjunto podría constituirse en lugar de atracción para visitantes, no solo turistas de otros países, sino cubanos deseosos de romper rutina y de conocer mejor su Isla.
Los conquistadores tuvieron la manía de fundar ciudades en una isla casi deshabitada, sobre todo a partir del día en que Hernán Cortés arrancó hacia México atraído por el oro y la plata y cargó sus naves con emprendedores recién radicados en la Isla. Aquellas ciudades mostraban un trazado urbano con la definición del sitio para la iglesia y el ayuntamiento, rodeado de callejuelas con casitas de adobe, madera y yagua, presa fácil de los frecuentes incendios.
Así, a lo largo de medio milenio, se fue conformando nuestro patrimonio edificado, testigo de la sucesión numerosa de vacas gordas y flacas. Tras la impronta de palacios señoriales con patrocinio de criollos adinerados, está el trabajo manual de artesanos olvidados. Por debajo, en la fuente de la riqueza básica, se encontraba el barracón. Todavía sobreviven algunos y vale la pena preservarlos para recordar qué somos y de dónde venimos.
Debemos en gran medida a Eusebio Leal que muchos habaneros se reconciliaran con su ciudad vieja. Su acción traspasa la operación de salvamento del centro histórico. Atenido a las tendencias más modernas, no ha optado por preservar un museo inanimado, sino por devolver ese ámbito a sus habitantes, porque mantenerla viva es su mejor salvaguarda. Aparejado a su labor tangible, Leal nos enseña a ver la ciudad y, por tanto, a hacer conciencia de sus valores con el de aprender a amarla y a ofrecer resistencia ante los ataques depredadores.
Era yo joven cuando los habaneros aspiraban a la desaparición de los antiguos cascarones. Solo unos pocos iluminados se escandalizaban con la ejecución delirante de lo que debió ser terminal de helicópteros, proyecto de una burguesía mimética con ambiciones niuyorkinas. Así surgió el espantoso cajón, tan difícil de asimilar por el entorno, donde otrora estuviera la Universidad de San Jerónimo.
La Habana tiene otros sitios deshilachados dignos de rescate y conservación. Olvidamos a veces que somos una nación joven, acicateada por el espíritu de sus mejores representantes de construir un país. Es un sueño compartido por muchos territorios asociados al llamado Tercer Mundo, privilegiados por contar con la imagen reciente de sus apóstoles. En medio de los contratiempos de la colonia y la neocolonia, la voluntad de existir nos ha llevado a construir una cultura, tangible en nuestras ciudades, pero también en zonas menos visibles.
Nuestro patrimonio data de pocos siglos. Sus tesoros se guardan en archivos y museos, en sus bibliotecas. Las obras de nuestros artistas plásticos se exhiben en salas y se acumulan en almacenes inadecuados. La riqueza documental padece las adversidades climáticas en las ciudades más importantes de la Isla. Allí están las fuentes primarias indispensables para articular la historia local con la de la nación toda.
Conscientes de estar haciendo historia, los mambises tuvieron extremo cuidado en la preservación de documentos. En la convocatoria para la lamentable destitución de Carlos Manuel de Céspedes, los asamblearios llegaron al campamento con las ropas deshechas. Cargaban con los archivos de la institución. En plena campaña, el Generalísimo Máximo Gómez no abandonaba la papelería acumulada en cajones que lo seguían a todas partes. Hoy constituyen fuentes de primerísima importancia para los investigadores que acceden a nuestro Archivo Nacional. En los momentos más difíciles, el empeño en resguardar papeles evidenciaba una inmensa confianza en el porvenir. Los protagonistas podían perecer en un combate. Los documentos eran un legado para el pueblo de Cuba, porque en su espíritu y en su memoria reside la esencia del patrimonio, el alma de la nación. Es el interlocutor viviente de quienes, héroes y mártires, pensadores, escritores artistas, hombres y mujeres comunes, sembraron y edificaron con sus manos y ya no están con nosotros.
Del reconocimiento de lo hecho contra viento y marea, nace nuestro más legítimo orgullo y nuestra razón de ser. Son nuestros antepasados, iniciadores de una larga cadena que incluye nuestra participación personal en el hacer de cada día, ese ladrillo mínimo que colocamos en la tarea que nos toca, en la voluntad de superación y en la crianza de nuestros hijos.
Suelen confundirse vanidad y orgullo. La primera tiene un componente patológico fundado en la incapacidad de tomar la medida de uno mismo y requerir la permanente compensación en el elogio de los otros. Es una fisura que abre las puertas a la manipulación. El orgullo afinca la dignidad personal y el sentido de pertenencia. Se expresa en el sentimiento de participación en la obra común. Se reconoce en la satisfacción personal ante el crecimiento de los hijos, en el resultado feliz del trabajo propio y en la conciencia de integrarnos al quehacer de nuestros antepasados en un largo proceso de éxitos y caídas. Por eso, aunque no lo sepamos, somos portadores de un patrimonio intangible.
TOMADO DE JUVENTUD REBELDE

Invertir en adolescentes y jóvenes: el futuro ya empezó





El Fondo de Población de las Naciones Unidas, está empeñado desde 1987 en promover y proteger los derechos de los jóvenes y adolescentes.


Cuando el 11 de julio de 1987 el mundo conmemoraba haber alcanzado los 5 mil millones de habitantes, se hacía evidente que en lo adelante sería aún más necesario crear conciencia sobre los problemas de población y sus relaciones con el desarrollo económico y social. De ahí que la Asamblea General de las Naciones Unidas recomendara que se observara anualmente esta fecha como Día Mundial de la Población, una oportunidad para mirarnos en brechas y desafíos y que, en su vigésimo séptima conmemoración, propone como tema la “inversión en las adolescentes”.
Enfocar los esfuerzos en ellas es una apuesta clave para el desarrollo, en tanto las muchachas están expuestas a vulnerabilidades de género, que precisan de una atención particular y de intervenciones específicas para enfrentar las problemáticas a las que están expuestas — como la violencia, el abuso, el matrimonio a edad temprana o de menores de edad, el embarazo y la maternidad en adolescentes—, y les impiden alcanzar su máximo potencial y mejorar así su bienestar físico, económico y social. “Toda adolescente tiene derecho a una transición a la edad adulta en condiciones seguras y el derecho a aprovechar las oportunidades que el futuro tiene para ella”, puntualizó a Granma Rafael Cuestas, coordinador internacional de programa de la oficina de Unfpa en Cuba.
“El Unfpa, Fondo de Población de las Naciones Unidas, está empeñado en promover y proteger esos derechos y en apoyar a las adolescentes para que determinen su propio destino, pues son ellas las que en todo el mundo hacen frente a más y mayores retos que sus contrapartes masculinos. En muchos países las familias consideran que las niñas, una vez han llegado a la pubertad están listas para el matrimonio, el embarazo y el parto, y muchas se ven obligadas a dejar los estudios. La niña puede sufrir una condición debilitante al dar a luz, sin que su organismo esté preparado para ello, denegándosele así sus derechos humanos. Los retos y obstáculos a los que se ve enfrentada una adolescente se multiplican si es parte de una minoría étnica, vive en una aldea y en un hogar pobre”, dijo.
“Cuando una adolescente tiene el poder, los medios y la información para adoptar sus propias decisiones en su vida, es más probable que logre su plena potencialidad y se transforme en una fuerza positiva para el cambio en su hogar, su comunidad y su nación”, explicó Cuestas.
Ellas y ellos: múltiples realidades
“En el concierto latinoamericano, Cuba ha sido siempre una evidente excepción, tanto en lo que atañe a la organización del Estado en general como en lo que tiene que ver con las políticas públicas de juventud en particular. Tanto es así, que cuando se realizan los correspondientes análisis comparados (en temas generales y específicos) el “modelo cubano” suele dejarse de lado o es apenas mencionado como un caso “diferente”, difícil de comparar”, señalaba en el pasado Congreso Internacional de Investigadores sobre Juventud, el experto Ernesto Rodríguez, Director General del Centro Latinoamericano sobre Juventud.
Destacaba entonces que “el mundo entero y América Latina en particular, han tomado nota de dos importantes estudios comparados, que destacan que Cuba es el país con más alto “desarrollo juvenil” en América Latina”, y el que ocupa el puesto once en el orbe.
Pero ¿cuál es la situación de este grupo de población en Cuba? ¿Cómo se invierte en ellas y ellos? No bastará un único trabajo para abordar los múltiples puntos de vista y escenarios que nos permitirán arribar a conclusiones y construir los retos que nos quedan, pero comenzamos con este primer acercamiento desde la premisa de estar ante un tema crucial para el futuro de la nación en que vivimos y aspiramos construir, un futuro que comenzó a correr ya en cada uno de nosotros.
“Las adolescentes cubanas están escolarizadas y eso siempre es un factor protector. Tienen acceso a servicios de salud sexual y reproductiva, en tanto cuentan con programas de educación integral de la sexualidad en sus escuelas, entre otras muchas bondades”, apuntó Rafael Cuestas, al tiempo que subrayó las posibilidades de Cuba para continuar impulsando acciones, “porque se percibe una voluntad política y ya existe una plataforma en los diferentes programas implementados”.
“En Cuba, los desafíos son diferentes a los que podemos identificar en la región”, dijo refiriéndose por ejemplo, al embarazo adolescente, un foco de atención porque, si bien el indicador es menor al de otros países de la región, el Unfpa está trabajando de conjunto con los ministerios de salud y educación, entre otras instituciones, para continuar disminuyéndolo. “Se trata de identificar las diferencias territoriales, las causas que están menos visibles, como siempre se dice, hilar más fino”.
“Lo que no puede faltar en un país son las políticas y las inversiones en Salud y Educación, incluyendo Educación Integral de la Sexualidad, acciones que empoderan a las adolescentes y crean condiciones económicas que generan empleo. Ello reviste particular importancia cuando se trata de población juvenil, porque tienen la potencialidad de impulsar y acelerar el crecimiento económico”, precisó.
Para Cuestas, “los encargados de adoptar decisiones políticas desempeñan un papel importante en cuanto a velar por que los derechos de sus ciudadanos, incluidas las adolescentes, se cumplan; y en ese sentido las inversiones en jóvenes son diversas e infinitas, y un punto de partida importante es no considerar a adolescentes y jóvenes como grupos homogéneos”.
La educación, la salud, la cultura, la recreación, proporcionar ambientes familiares, comunitarios y escolares sanos, saludables, y también atractivos, es una inversión obligatoria, resaltó el entrevistado, quien manifestó que el reconocimiento de la necesidad de políticas diferenciales también puede ser un camino.
Asimismo, subrayó que dentro de la necesaria e indiscutible necesidad de inversión en salud, la salud sexual y reproductiva tiene un lugar especial. “Hay muchos eventos relacionados con la salud sexual, con la sexualidad, que ocurren en este periodo. Por ello el Unfpa ha defendido la importancia que tiene que las adolescentes se sientan seguras, capaces, cuenten con información, tengan con quién conversar, y puedan acceder a educación de la sexualidad y a servicios de salud sexual y reproductiva que respondan a sus necesidades. Crear capacidades dentro del sistema de salud para trabajar con este grupo, es medular”, explicó.
La aproximación al trabajo con adolescentes, no puede ser sectorial, reflexionó. “Un tema que hoy se discute es la eficacia de las políticas de juventud, pues acaban aislando al grupo y no colocándolo en su interrelación con otras generaciones. Cuba es un ejemplo de políticas intersectoriales, abordan a adolescentes y jóvenes desde una multiplicidad de sectores, de disciplinas y de enfoques”, precisó.
De acuerdo con Cuestas, la nueva Agenda del Desarrollo Sostenible 2030, constituye una oportunidad sin precedentes para que las adolescentes reivindiquen sus derechos, hagan realidad sus aspiraciones y transformen nuestro mundo. “Cuando los países invierten en la salud y la educación de sus jóvenes, en especial de las adolescentes, y generan oportunidades para que hagan efectiva su plena potencialidad, están además en mejor posición para hacer realidad un dividendo demográfico que puede impulsar el crecimiento económico a fin de luchar contra la pobreza”.
“La generación de datos actualizados y de indicadores que visibilicen a las adolescentes, es un gran desafío, sobre todo aquellas que están por debajo de los 15 años y que muchas veces quedan fuera de las estadísticas”, apuntó a Granma por su parte Marisol Alfonso de Armas, oficial nacional de programa del Unfpa en Cuba.
Al respecto, mencionó que este organismo internacional apoya y acompaña programas fundamentales desarrollados por contrapartes estratégicas como los ministerios de educación, salud, el Centro Nacional de Educación Sexual y el programa Nacional de Atención Materno-Infantil. En este sentido, el Unfpa modestamente contribuye, entre otras acciones, con la donación modesta de anticonceptivos para determinados grupos, entre ellas las adolescentes.
“Uno de los compromisos más importantes del Unfpa es continuar apoyando el Programa Nacional de Educación y Salud Sexual, como plataforma que armoniza todas las iniciativas de educación integral de la sexualidad que existen en el país. Este trabajo intersectorial, con participación de sociedad civil, constituye un referente para la región”, agregó Cuestas.
Del mismo modo, acompañamos, dijo, a centros como el de estudios sobre la juventud, en la formación, capacitación y desarrollo de estudios nacionales e investigaciones sobre temáticas de adolescentes y jóvenes; refiriéndose a las encuestas nacionales de juventud, esenciales para las tomas de decisión.
¿Cómo articular a la inversión en adolescentes con la inversión en esa población adulta mayor que cada vez tiene más peso en la estructura de la población?, preguntamos.
Países como Cuba, con transiciones demográficas avanzadas o finalizadas, tienen ese desafío, porque llegan a convivir varias generaciones, no solo en el ámbito familiar, también en el ámbito comunitario, en el vecindario, en los servicios de transporte, de comida, culturales… La clave está en lograr la convivencia armónica de estas generaciones”, refiere Cuestas.
Sostiene que la sociedad cubana es inclusiva por naturaleza y eso ya es un paso de avance. “El envejecimiento demográfico hay que situarlo en su justo lugar. Evitar la connotación de “problema”, cuando es un desafío y no solo para los países menos desarrollados, sino para todos, en tanto demanda cambios en el diseño de nuestras ciudades, de la infraestructura y un mayor gasto en temas de salud para un grupo etario en aumento al cual hay que garantizar el derecho a una sobrevivencia mayor con calidad.
“Hay que estimular el diálogo intergeneracional, necesitamos crear esos espacios, y que no sean tradicionales, tal vez deban ser más atractivos para que se produzca esa mezcla de saberes, energías, historias tan necesaria para todos y todas”, apunta, y ello vislumbra un reto gigantesco.
Invertir en los jóvenes para asegurar la inversión del mañana, pasa por asumir que es esta nuestra población económicamente activa, a la que necesitamos es­timular más a querer ser útil a la sociedad donde vive, y a la que debemos continuar propiciándole mayores oportunidades de participación para que propongan y aprendan a crear.
Pasa, además, por celebrar lo que como nación hemos logrado y tener la suficiente sabiduría para reconocer y dirigir la mirada a problemáticas diversas que, aun salvando diferencias, encontramos en nuestro contexto: embarazo adolescente ,impacto en las familias y en estos grupos de variables como las migraciones , desafíos laborales de los más jóvenes en los nuevos escenarios socioeconómicos del país. Solo algunos apuntes, el comienzo para mirarnos Cuba adentro.
TOMADO DE GRANMA

¿Qué es superior lo público o lo privado? Los casos de Google y Apple. Por Vincenc Navrro


En España, como resultado de la derechización de la gran mayoría de los principales medios de información (sean periódicos, radios o canales de televisión) del país, existe un sesgo neoliberal muy marcado entre los gurús mediáticos en las áreas económicas, que aparecen en programas de información económica, los cuales constantemente alaban las excelencias del sector privado, denunciando a su vez las supuestas ineficiencias y despilfarros del sector público.
Frecuentemente estos economistas hacen referencia al modelo económico que suponen existe en EEUU (que erróneamente definen como liberal), señalando la superioridad de tal modelo sobre el modelo económico existente en la Europa Occidental, que ven estancado en las rigideces del sistema de regulación e intervencionismo público que frena la eficiencia y desarrollo económico de la Europa Occidental de este continente.
Es casi imposible leer los diarios, oír la radio o ver la televisión sin que este mensaje de superioridad de lo privado sobre lo público se repita constantemente con una frecuencia machacona digna del mejor lavado de cerebro.
Uno de los que tienen mayor visibilidad mediática en defensa de la economía privada versus la pública es el Sr. Sala i Martín, el economista neoliberal que la televisión pública catalana, TV3 (controlada por el partido neoliberal gobernante Convergència Democràtica de Catalunya), presenta explícitamente como “el economista de la casa”.
Este economista neoliberal tiene un programa de una hora cada dos semanas en TV3 y recientemente hizo un programa con varios capítulos que le costó al contribuyente catalán nada menos que 400.000 euros (más IVA), programa que tenía como objetivo promocionar la visión neoliberal de la economía, haciendo un canto a las excelencias del mundo empresarial, acentuando el valor de la genialidad de los grandes emprendedores, y atribuyendo el éxito de las empresas más conocidas a la libertad que favorece el capitalismo.
Este programa, Economia en Colors, se presentó de octubre a noviembre del 2015, habiendo recibido personalmente por cada capítulo 7.500 euros (4.500 como presentador más 3.000 como guionista), facturando un total de 60.000 euros. Es interesante notar que este programa, un canto al pensamiento liberal a favor del sector privado, se emitió en un medio público pagado por la ciudadanía a través de sus impuestos.
Otro gurú mediático es el Sr. Daniel Lacalle, asesor de La Sexta, entre otros medios que promueven tal mensaje con gran vocación apostólica, enfatizando constantemente los méritos de la propiedad, inversión y gestión privada sobre la pública. Aparece frecuentemente en los medios, y hace unos días escribió un artículo (“Entender lo que siempre es público”, La Vanguardia, 03.07.16) en donde criticaba el intento de los partidos de izquierdas de desprivatizar la compañía Aigües Ter-Llobregat (ATLL), privatizada por el gobierno catalán del partido liberal (Convergència), acusándoles de estar estancados en una ideología anticuada que conducía a la ineficiencia en los servicios públicos a la ciudadanía.

¿Qué hay detrás de Apple, Google y otros casos de éxito empresarial?

Dicho pensamiento neoliberal (también activamente promovido por blogs de economía como Nada es Gratis, un panfleto financiado hasta hace poco por el IBEX-35) desconoce, ignora u oculta varios hechos básicos, tales como que el modelo económico de EEUU no es liberal, puesto que aquel modelo está basado en un enorme intervencionismo público.
En realidad, el gobierno federal es uno de los gobiernos más intervencionistas que existen en el mundo occidental. Gran parte de los sectores económicos en EEUU han sido iniciados, y/o intervenidos, y/o establecidos por el gobierno federal.
En un excelente libro (The Entrepreneurial State), Mariana Mazzucato, profesora de la Universidad de Sussex, desmonta, caso por caso, la definición del modelo económico estadounidense como liberal. Analiza, por ejemplo, los grandes éxitos de la economía estadounidense, como Apple, que se atribuyen, según el credo liberal, a la gran genialidad de Steve Jobs, presentado como ejemplo del rol central que juega el gran innovador, interpretación ampliamente promovida incluso por la industria cinematográfica con la película sobre Steve Jobs y en muchos libros y miles de artículos laudatorios de su figura.
 La profesora Mazzucato muestra que Apple no habría existido si no hubiera sido por la activa intervención del Estado federal. En realidad, no solo Apple, sino toda la industria electrónica, no hubiera existido sin el gobierno federal, que financió en gran parte los “descubrimientos” que se atribuyen a los grandes emprendedores privados, incluyendo Steve Jobs.
La autora señala en su libro el proceso de creación de Apple (paso a paso) y de los elementos innovadores que se atribuyen a esta empresa, mostrando cómo detrás de cada uno de ellos había un trabajo previo, financiado públicamente, y desarrollado ya sea en instituciones públicas o en privadas (financiadas públicamente).
 
En realidad, fueron las Fuerzas Armadas del gobierno federal las que introdujeron el GPS positioning y los voice-activated “virtual assistants”, utilizados por Apple. Y fueron las mismas Fuerzas Armadas las que financiaron los primeros pasos de la industria electrónica del famoso Silicon Valley. Y fueron también fondos públicos los que financiaron el touchscreen así como el lenguaje HTML, también utilizados por Apple. Y fue, de nuevo, el propio gobierno el que prestó en términos súper favorables  los primeros 500.000 dólares que Apple necesitó para establecerse como empresa.

Sin la intervención pública, las empresas privadas en muchos sectores innovadores no hubieran existido

Una situación semejante ocurre con Google, compañía que ya en sus inicios recibió fondos públicos procedentes de la National Science Foundation, institución pública. Y no digamos ya con la industria farmacéutica, una de las industrias con mayor rentabilidad en EEUU, y que se ha beneficiado enormemente de la investigación básica financiada públicamente por los National Institutes of Health con un presupuesto de 30.000 millones de dólares al año, una investigación sin la cual la industria farmacéutica estadounidense tampoco hubiera existido.
Y ha sido, de nuevo, el gobierno federal el que ha sido el mayor inversor en la industria aeronáutica, a través del gasto militar. En realidad, el complejo militar-industrial que centra la economía estadounidense en muchos de sus sectores, está financiado públicamente (ni que decir tiene que ninguno de estos datos aparece en las alabanzas al emprendimiento de los grandes genios empresariales promovidos por los gurús mediáticos neoliberales).
En base a estos y otros datos documentados en aquel libro, es cuestionable definir el modelo estadounidense como un modelo neoliberal. En realidad, una de las causas que están creando mayor enfado entre la población estadounidense es la toma de conciencia de que un gran número de las industrias altamente exitosas, que han sido apoyadas, cuando no financiadas, públicamente en sus orígenes (como Apple y Google), ahora estén evitando pagar impuestos en EEUU, situando las sedes de sus empresas en el extranjero.
Por cierto, gran parte de las empresas que ofrecen a nivel estatal en EEUU (nivel semejante al nivel autonómico en España) elementos básicos, como el agua, son públicas, como también ocurre en el continente europeo, y lo hacen a unos precios menores y a una calidad mayor que la que provee la empresa privada a la cual el Sr. Lacalle hace referencia. Ahora bien, le aseguro a usted, lector, que estos últimos datos raramente aparecen en los grandes medios de información y persuasión de este país. Así es España (incluyendo Catalunya).
(Cubadebate)