miércoles, 29 de noviembre de 2017

Jornada de festejos por su 50 cumpleaños


El aniversario 50 del Ballet de Camagüey será festejado con la puesta en escena del mismo programa presentado durante la función inaugural del 1 de diciembre de 1967
El joven elenco del Ballet de Camagüey ensaya en su sede la obra Las llamas de París. Foto: Orlando Durán Hernández
CAMAGÜEY.–El Ballet de Camagüey festejará su aniversario 50 con la puesta en escena del mismo programa presentado durante la función inaugural del 1 de diciembre de 1967, una manera singular de rendir tributo a quienes forjaron, dieron vida y prestigio a la emblemática compañía.
Así lo anunció su directora, Regina María Balaguer Sánchez, quien precisó que el Teatro Principal de esta ciudad acogerá nuevamente, como hace cinco décadas, un espectáculo conformado por Las sílfides, el pas de trois del primer acto de El lago de los cisnes y La fille mal gardée.
«Con la sola novedad, aclaró, que esta vez la Orquesta Sinfónica de Camagüey nos acompañará y será la protagonista musical de la función, un sueño largamente acariciado por los integrantes de la compañía y una experiencia que pretendemos repetir de manera sistemática».
Tras la actuación del viernes 1ro. de diciembre se sucederán varias presentaciones, en las que el Ballet de Camagüey compartirá escenario con Danza Combinatoria de Rosario Cárdenas, el Ballet Folclórico de Camagüey, el Ballet Contemporáneo de Camagüey y la agrupación danzaria Camagua.
Según detalles ofrecidos por Rafael Saladrigas Ruiz, regisseur principal de la compañía, durante la jornada de espectáculos estará presente, además, una pareja de baile del Ballet Nacional de Cuba y se contará, entre otros invitados, con la presencia de la ilustre bailarina y maestra Aurora Bosch.
En esos días, el colectivo camagüeyano presentará un variado repertorio que incluirá las piezas Y en tus ojos, Suite Géneris, Vals, Fantasía y El Talismán, para cerrar el 9 de diciembre con la puesta en escena de Las llamas de París, en versión coreográfica de la maestra Hilda Martínez.
Exposiciones fotográficas y de carteles sobre la danza, presentaciones de libros, reconocimientos a personalidades, la cancelación de un sello postal y una peregrinación hasta la tumba de Vicentina de la Torre, fundadora del Ballet de Camagüey, matizarán también el programa conmemorativo.
«Este aniversario, explicó Regina Balaguer, se le dedicaremos a la memoria y el legado del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz y a todo lo que hizo por enaltecer la cultura cubana, en especial la danza, la que se ha desarrollado y alcanzado niveles técnico-artísticos y estéticos que hoy se reconocen en el mundo».
TOM ADO DE GRANMA

Dos siglos apostando por la cultura cubana


Comenzaron las celebraciones por los 200 años de la Academia de Bellas Artes San Alejandro

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Con talleres de las diferentes especialidades, intercambios con otras instituciones, conferencias, exposiciones, una gala artística y el encuentro entre egresados celebrará la Academia Nacional de Bellas Artes San Alejandro sus 200 años de fundada.
Lo anterior fue anunciado este jueves por Lesmes Larroza, director de la institución, en conferencia de prensa efectuada allí. El también graduado del Instituto Superior de Arte explicó que la jornada estará dividida en dos etapas: una inició esta semana y se extenderá hasta principios del próximo año; la otra será de enero a mayo de 2018.
Enlazar historia y contemporaneidad es uno de los propósitos de la conmemoración. A modo de laboratorio experimental funcionarán talleres artísticos pedagógicos, donde se mostrarán obras en proceso de los alumnos.
Entre las acciones previstas sobresalen una conferencia sobre la historia y trascendencia de esta academia, el 12 de enero de 2018, día en que se cumplen sus dos siglos de existencia, mientras que del 17 al 23 se organizará una exposición itinerante de obras realizadas por sus estudiantes y profesores, que recorrerá primero las escuelas nacionales y luego todo el país.
La gala homenaje se efectuará el día 26, en tanto el encuentro de los egresados tendrá lugar el 30.
En junio de 2018 se inaugurará en el Museo Nacional de Bellas Artes (MNBA) una exposición de corte histórico en la que se expondrán piezas de figuras iniciadoras de la academia así como de las más jóvenes generaciones de artistas, según dijo Ana María Fuentes, subdirectora de Extensión Cultural del MNBA.
Del mismo modo, está prevista una restauración capital de los murales del vestíbulo de ese emblemático centro, al tiempo que se crearán vitrales que adornarán la puerta de entrada que seguirán atravesando quienes continuarán apostando por enriquecer la cultura cubana.

Fidel en tres dimensiones

Quienes tuvieron la oportunidad —y el privilegio— de entrevistar al Comandante en Jefe pudieron preciarse de conversar cara a cara con una de las personalidades más trascendentes del último medio siglo

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Entrevistar al Comandante en Jefe Fidel Castro fue, durante un buen número de años, el sueño dorado de muchos periodistas en cualquier parte del mundo. Quienes lograron hacerlo, no solo sumaron un importante lauro a su currículo profesional, sino que, además, tuvieron la ocasión de conversar cara a cara con una de las personalidades más trascendentes del último medio siglo.
Reseñar con pelos y señales cada una de esas entrevistas constituiría una tarea poco menos que irrealizable. En este espacio pretendo condensar algunas de las más conocidas. Entre sus ilustres contrapartes estuvieron un famoso editorialista norteamericano, un fraile dominico brasileño y un intelectual franco-español. 

Herbert E. Matthews, el primero


El diario norteamericano The New York Times hizo trizas la mentira de que Fidel y sus compañeros habían sido aniquilados. 
El primer periodista que entrevistó a Fidel en las montañas orientales fue el norteamericano Herbert E. Matthews, célebre, entre otros méritos, por ostentar el premio John Moors Cabot, uno de los galardones más preciados concedidos por la famosa Escuela de Periodismo de la Universidad de Columbia. El suceso tuvo lugar el 17 de febrero de 1957, en la finca del campesino Epifanio Díaz, hasta donde el reportero llegó desde su país, con escala en la capital cubana y fachada de turista. Tuvo que vencer muchos obstáculos. «Penetrar en la Sierra Maestra y entrevistar a Fidel Castro significó un riesgo terrible para docenas de hombres y mujeres en La Habana y en Oriente», reconoció más tarde.  
Una semana después, ya de regreso en Norteamérica, vio la luz la primera parte de la entrevista, que recorrió el mundo en la portada del diario The New York Times, el periódico más influyente de Estados Unidos. Santiago Verdeja, a la sazón Ministro de Defensa del dictador Fulgencio Batista, se apresuró a tildarla de patraña, y desafió a sus editores a publicar una foto que demostrara su autenticidad. Su reto fue aceptado, y el 28 de febrero el citado diario colocó en primera plana una instantánea del líder rebelde tocado con una gorra y con un fusil.
Fidel y Matthews hablaron aquella vez durante tres horas casi en susurros, pues el Ejército operaba por allí en busca del grupo rebelde. El reportero describió así al revolucionario: «Un hombre corpulento, de seis pies, de piel aceitunada, de cara llena y de barba dispareja». Y acto seguido: «Su personalidad es abrumadora. Es fácil convencernos de que sus hombres lo adoran y comprenden por qué es el inspirador de la juventud cubana. (…). Un hombre de ideales, de coraje y de cualidades para el liderazgo».
Durante el diálogo, ambos estuvieron sentados sobre una frazada, mientras fumaban puros y bebían café. Matthews preguntó cuanto quiso. Al terminar, calificó a su entrevistado como «un gran conversador». Fidel respondió así a una de sus interrogantes:
«Puedo asegurar que no tenemos animosidad contra los Estados Unidos y el pueblo norteamericano. Sobre todo, estamos luchando por una Cuba democrática y por la conclusión de la dictadura. No somos antimilitaristas; por eso es que dejamos libres a los soldados prisioneros. No tenemos odio contra el Ejército porque sabemos que hay buenos hombres, incluyendo a muchos oficiales».
La entrevista no solo burló la férrea censura de prensa del régimen. También ridiculizó a sus voceros, quienes aseguraban que los expedicionarios del Granma y su líder habían sido aniquilados luego de su desembarco en Alegría de Pío, el 2 de diciembre de 1956. «Fidel Castro, el jefe de la juventud cubana, está vivo y pelea duro y exitosamente en los inhóspitos y casi impenetrables parajes de la Sierra Maestra», certificó Matthews en el diario.

Frei Betto, Fidel y la religión 

El religioso brasileño Frei Betto conoció a Fidel el 19 de julio de 1980 en la capital de Nicaragua, durante los actos por el primer aniversario de la revolución sandinista. Aquel encuentro fue el inicio de una sólida y larga amistad. Al año siguiente, el fraile visitó por primera vez Cuba, con motivo del premio literario Casa de Las Américas. Poco antes de partir de regreso a su país, José Ramón Miyar (Chomy), por entonces secretario del Consejo de Estado, lo invitó a su casa. Estaban por dar las 12 campanadas de la media noche cuando hizo su entrada Fidel.
El diálogo entre ambos fluyó como entre viejos conocidos. Y el tema de la fe no tardó en salir a relucir. Betto quiso saber sobre la formación religiosa de Fidel, de su familia y hasta de la religiosidad del pueblo cubano. Años después, en charla con dos colegas de oficio, admitió que aquella vez quedó sorprendido por «cómo él tenía un análisis, una mirada positiva sobre el fenómeno religioso, y siempre contextualizando los equívocos».
Casi amanecía cuando el visitante le preguntó a Fidel si estaría dispuesto a abordar de nuevo el asunto en un futuro próximo. «Es que tengo pensado escribir un libro sobre Cuba para los jóvenes brasileños, y me gustaría incluir un capítulo que aborde sus opiniones sobre la religión», argumentó. Fidel aceptó y, de mutuo acuerdo, decidieron realizar la entrevista tres meses después.
Era mayo de 1981 cuando Betto retornó a Cuba con un cuestionario de 64 preguntas. Pero —¡ay!—, la salida al aire desde las sentinas contrarrevolucionarias de Miami de la mal llamada Radio Martí, monopolizó la agenda al Comandante en Jefe, quien lo telefoneó para comunicarle que no sería posible la entrevista. «Me sentí como el pescador de El viejo y el mar, la novela de Hemingway. Y me dije: “Yo pesco ahora este tiburón, o se me escapa definitivamente”. Le insistí tanto que, luego de pasarle la vista a algunas de mis preguntas, me dijo: “mañana comenzamos”».
Cuando le preguntaron cuán arduo resulta conseguir una entrevista con Fidel, Betto declaró: «Lo difícil es agarrarlo. Después que se logra, es muy fácil, él se pone muy a gusto, muy tranquilo». El encuentro se realizó en el Palacio de la Revolución en cuatro sesiones. El diálogo fluyó con agilidad y frescura. «Fidel tiene una cualidad que no es muy común. En primer lugar su oratoria es cordial en el sentido etimológico de la palabra: es un hombre que habla desde el corazón y no desde la razón (…). Me sorprendieron su naturalidad, su espontaneidad y su confiabilidad al hablar de su formación religiosa. Fue la primera vez que un dirigente comunista en el poder habló positivamente de la religión», dijo Betto, que convirtió el encuentro en un texto titulado Fidel y la religión, «un libro que Dios puso en mi camino», agregó. 

Ignacio Ramonet y sus Cien horas con Fidel 

Cuando en el año 2003 el periodista franco-español Ignacio Ramonet —director de la revista Le monde diplomatique— le hizo la primera pregunta al Comandante en Jefe para su libro Cien horas con Fidel, ya había leído casi todas las entrevistas concedidas en los últimos tiempos por el principal guía de la Revolución Cubana. Soñaba con hacer la suya para publicarla también en un libro, a imagen y semejanza de algunos de sus afortunados colegas.
Ramonet había conocido a Fidel en 1975, y a partir de esa fecha se encontró con él varias veces y conversaron, «siempre en circunstancias profesionales y precisas, en ocasión de reportajes en la isla o la participación en algún congreso o algún evento», dijo luego. Solo años después decidió solicitarle la entrevista. Fidel accedió, en virtud de su crédito de intelectual serio.
Antes de someterse a sus preguntas, el líder cubano lo invitó a recorrer el país y a algún que otro viaje al exterior. Así, a bordo de coches y de aviones, mientras comían o, simplemente, caminando, dialogaron sobre los más disímiles temas, como las noticias del día, sus experiencias pasadas y sus preocupaciones presentes, todo sin usar la grabadora. Ramonet se exprimía luego las neuronas para reconstruir las pláticas a pura memoria.
A finales de enero de 2003 comenzaron la entrevista prometida. La terminaron en diciembre de 2005. Durante ese tiempo se encontraron cada tres meses. Las conversaciones solían extenderse por varios días. Según Ramonet, Fidel nunca puso límites ni mostró reticencia sobre algún tema. «Fue —dijo— como una combinación perfecta entre profesor y alumno, porque cuando te enseña, también aprende».
El entrevistador retrató con estos flashazos a su entrevistado:
«Su capacidad retórica era prodigiosa. Fidel era un torrente de palabras, una avalancha que acompañaba la prodigiosa gestualidad de sus finas manos. Tenía una memoria portentosa, de una precisión insólita y apabullante. Su pensamiento era arborescente. Todo se encadenaba: digresiones constantes, paréntesis permanentes… El desarrollo de un tema lo conducía, por asociación, por recuerdo de tal detalle, de tal situación o de tal personaje, a evocar un tema paralelo, y otro, y otro, alejándose así del tema central. A tal punto que el interlocutor temía, por un instante, que hubiese perdido el hilo. Pero desandaba luego lo andado, y volvía a retomar, con sorprendente soltura, la idea principal».
La trascendental entrevista, suerte de resumen de la vida y el pensamiento del líder eterno de la Revolución Cubana, dio lugar al libro Cien horas con Fidel, un texto de más de 700 páginas que, según declaró Ramonet, pretendió «darle la palabra a Fidel Castro, porque si bien es mencionado muy regularmente en los medios de prensa del mundo, casi siempre ha sido para atacarlo, sin posibilidad de que presente sus argumentos, sus versiones».
Fuentes consultadas:
  • Los cuatro entrevistadores de Fidel Castro, de Arleen Rodríguez y Roberto Ruiz.
  • El Fidel que conocí, de Ignacio Ramonet
    TOMADO DE JUVENTUD REBELDE

Fidel y la Música 

Cuando en enero de 1959, Cuba se despertaba con un sistema más justo, un pueblo y su líder comenzaban a forjar el futuro de una nación soberana. Un nombre, Fidel, se convertiría desde aquel instante en la inspiración de varios temas musicales. Cubadebate comparte un resumen de las piezas más trascendentales que a lo largo del tiempo han evocado al hombre, al amigo, al Comandante.
Y en eso llegó Fidel (1969), tema del músico cubano Carlos Puebla incluido en el álbum Y diez años van, además de contener uno de los estribillos más elocuentes y pegadizos.
Portada de la canción de Carlos Puebla: Y en eso llegó Fidel. Foto: Todocolección.
Portada de la canción de Carlos Puebla: “Y en eso llegó Fidel”. Foto: Todocolección.
Se acabó la diversión
Llegó el comandante
Y mandó a parar.
Girón: la Victoria (1974). Canción de la cantautora Sara González como homenaje a la histórica victoria del pueblo cubano en Playa Girón y una de las preferidas de Fidel quien también fue protagonista de la gesta.
fidel-temas-musicales
El Necio (1991). Compuesta por el trovador cubano Silvio Rodríguez y que al decir del autor “significó una especie de retrato de Fidel”.
El Necio es una de las canciones más reconocidas del trovador cubano Silvio Rodríguez donde refleja su admiración por el líder revolucionario. Foto:NationalTurk.
“El Necio” es una de las canciones más reconocidas del trovador cubano Silvio Rodríguez donde refleja su admiración por el líder revolucionario. Foto:NationalTurk.
Cabalgando con Fidel (2016). Tema que tras la desaparición física del Comandante sirvió de tributo de todo el pueblo cubano para el eterno líder. Producida por los estudios Abdala y el Ministerio de Cultura, la letra pertenece al cantautor Raúl Torres, con arreglos del Maestro Pancho Amat, la trompeta de Yasek Manzano, el acompañamiento de la Orquesta Sinfónica Nacional y las voces del propio autor, Eduardo Sosa, Luna Manzanares y Annie Garcés.

TOMADO DE CUBADEBATE.

Hart: Un hombre sincero de donde crece la palma




Por: Manuel Alejandro Hernández
Armando Hart Dávalos fue nombrado en 1976 como el primer Ministro de Cultura de Cuba. De sus valores, de su vida y de su obra hablan y dan testimonios algunos intelectuales cubanos con muchísimo placer. La Feria del libro de La Habana de este 2017 le rindió merecido homenaje a uno de los más grandes intelectuales cubanos.
Dijo Miguel Barnet en un escrito que le dedicó a Armando Hart cumplió 70 años: “Fue un año providencial para el movimiento cultural cubano. Él fue situado donde hacía falta, ahí donde había que desbrozar las malas hierbas, donde había que erradicar el arribismo y la mediocridad, y lo hizo con elegancia, con cautela, sin cercenar cabezas, más bien sacando del hueco a aquellas que iban a rodar, y poniendo a un lado rencores y revanchas. Él es uno de los marxistas más consecuentes de Cuba, más convencidos, el más obstinado de los revolucionarios y uno de los más lúcidos. El más fidelista. El amigo leal y honesto. El gladiador de mil batallas, el incansable que convierte lo cotidiano en extraordinario. Él es él. Inquieto, hiperquinético y creativo. Con las balas en la cartuchera y el gatillo listo en el disparador de ideas, de proyectos y acciones que encontraran ecos en los amigos agradecidos para quienes él, impoluto con su cubanísima guayabera blanca, será siempre el Ministro, porque sin dudas, fue él quien inauguró la categoría de ministros de lujo. Y un ministro de lujo no es otra cosa que un hombre culto, modesto y generoso. En dos palabras: su ejemplo, su espejo. Un hombre que lleva un nombre que ya está en los museos y en la leyenda. Un nombre que no se puede separar de la Revolución cubana, un nombre que no se puede separar de la cultura cubana, de la vida de los escritores y artistas con los cuales ha mantenido un vínculo fuerte y fértil, un vínculo entrañable, un hombre que vela con devoción por el hermano mayor. Un martiano profundo y convencido, un cubano grande que, como dijo el poeta sevillano, es, en el mejor sentido de la palabra, bueno. Un fundador que está donde es más útil. Un cubano que llegó como de sorpresa a sus años con el brío y la audacia de los juveniles cuando salió repentinamente de la fila de los detenidos y amarró cuatro camisas blancas para escapar con vuelo de gato de la audiencia de La Habana para continuar la obra de la Revolución junto a Fidel y Haydée, junto a todos nosotros. Un hombre sincero de donde crece la palma”.
Un hombre decente
“La fe y la esperanza en la humanidad no faltaron en mí”.
Armando Hart: “Mi padre era funcionario judicial en Trinidad, después se mudó para Sancti Spíritus, posteriormente para Colón, después para Matanzas, allí fue donde hice la primera y la segunda enseñanza y de donde tengo los recuerdos más fuertes de mi juventud y mi adolescencia”.
Abel Prieto sustituye a Armando Hart como Ministro de Cultura en el año de 1997, quien comenta la opinión del propio Hart que se veía como un modesto miembro de la generación del centenario y ofrece algunas valoraciones acerca de sus responsabilidades al frente del Ministerio de Cultura, de su relación con los jóvenes y con los intelectuales del país. Los testimonios de Abel se estarán cruzando con los del propio Armando Hart del documental Pasión por Cuba. En este intercambio también estarán incluidos los testimonios de otros intelectuales cubanos.
Hart: “Nuestra Revolución nació porque Batista dio un golpe de estado, violó la ley y teníamos tradición ética y única en este país que viene desde el principio, desde la época de Varela. El sentido de lo ético lo aprendí de mi familia. Mi madre era una mujer muy bondadosa, y siempre me decía una frase que nunca olvido: reúnete y relaciónate con todo el mundo pero que sean personas decentes.
“Lo decente en mi familia se relacionaba con lo jurídico. Mi padre que era juez tenía una gran pasión por la formación jurídica. Recuerdo que al principio de la Revolución nosotros estábamos haciendo las leyes y muchas veces tuvimos que violar o parecía que violábamos las que existían, y él me decía: cambien las leyes, pero primero tenemos que aplicar las que existen”.
Abel Prieto: “Hart es una persona de una modestia notable. Mi padre trabajó con Hart, por tanto, cuando lo conocí yo era un niño todavía. Y desde esas imágenes hasta hoy, es para mí una de las figuras más admirables de la generación del centenario. Ese estoy seguro que era el criterio de Fidel y de los grandes líderes de este país.
“Hart como Ministro de Educación primero y como Ministro de Cultura después hizo una labor de trasformación extraordinaria siguiendo las ideas de Fidel a las que les puso talento y empeño excepcionales. Después esa labor se fue a hacerla a la oficina del programa martiano.
“Su labor como revolucionario como rebelde en la lucha clandestina es también conocida, fue un combatiente muy destacado de enorme valor. Creo que esta feria le está rindiendo homenaje a una de las grandes figuras de la generación del centenario”.
Hart: “Cuando viene la época de la insurrección yo me voy a Santiago, participo allí junto a Fran País en el alzamiento del 30 de noviembre. Allí también luché junto a Vilma y Haydée. Regresé a La Habana, pero me cogieron preso en La Habana y tuve que regresar a Santiago y subí a la Sierra. Cuando bajaba de la Sierra me cogieron preso y me llevaron a la cárcel y pasé el último año de la lucha preso”.

Abel Prieto: “Se pueden poner unas palabras delante y otras después o viceversa. Hart es un gran pensador, un hombre verdaderamente brillante, con un pensamiento muy creativo, ajeno a dogmas. Ha hecho aportes a la Revolución Cubana indiscutibles, los cuales ahora con la Feria podrán ser leídos y estudiados.
“Todo ese pensamiento lo empleó en luchar, trabajar, construir en términos políticos. Es una de figuras como Carlos Rafael, como lo es Fidel, hay que ponerlo en presente, figuras de la política que al mismo fueron grandes intelectuales. Tiene una prosa apasionada y pulcra. Por ello es muy importante que este evento que tiene tanto alcance popular y nacional se haya dedicado a Armando Hart”.
Hart: “La cultura general integral la han tenido todas las grandes figuras de la cultura cubana. La oralidad de Fidel y de Martí están fundadas sobre la base de una cultura general integral, sobre forjaron lo que se llama la cultura de hacer política, es decir cómo hacer política. Eso está en la raíz del mejor pensamiento cubano”.
Abel Prieto: “Hart hablaba mucho de cómo los cubanos, y los dirigentes cubanos, tenían que aprender a hacer política con cultura. Eso por supuesto viene de Martí, pasa por Fidel. Martí dijo que trincheras de ideas valen más que trincheras de piedras, que la única forma de ser libres es ser cultos. Después Fidel lo parafrasearía con aquella expresión de que sin cultura no hay libertad posible. Tiene que ver con la idea de que se pueden transformar las condiciones de vida de un ser humano, darles tierras para que trabaje, darles empleo, pero solo se logrará una auténtica revolución si ese ser humano se transforma gracias a la cultura.
“Esa es una idea esencial que está en Martí y en el pensamiento marxista también. Hart se apropió del pensamiento marxista de una manera muy fresca y renovada, muy a la cubana. Se puede decir que la Revolución cubana es fruto de ese legado de Martí y de Marx, pasando por Mella, por Rubén y por Fidel.
“Hart entendió que la transformación, la verdadera emancipación del ser humano pasa por la cultura, vista en su sentido más amplio, no solo en el del arte y la literatura. Las personas que hacen política tienen que utilizar como un instrumento de emancipación a la cultura”.
Graziella Pogolotti: “Hart es un imprescindible de la historia de la Revolución cubana. Las personas que tienen mi edad y vivimos la época de la dictadura de Batista recordamos el arrojo extraordinario de aquel muchachón que salto desde el piso alto de la audiencia de La Habana para escapar de las garras de los esbirros de Batista. Se jugaba la vida constantemente al frente de la lucha clandestina.
“Ese mismo muchachón de rostro juvenil fue nuestro primer Ministro de Educación, tenía una imagen tan joven que cuando se reunía con los estudiantes parecía uno de ellos. Fue el encargado de impulsar la Campaña de Alfabetización. Me atrevería a decir que pocas personas como Armando Hart han entendido tan íntima y profundamente como lo hizo él, las esencias del pensamiento de Fidel. Por eso fue la persona encargada de fundar el Ministerio de Cultura en una etapa difícil en la cual tenían que cicatrizarse algunas heridas.
“En esa circunstancia Hart desplegó su capacidad política, que va acompañada de la sensibilidad. Se dirigió a los escritores y artistas. Obtuvo la colaboración y la complicidad de todos ellos. Definió la tarea fundamental del ministerio como la de crear en el país un clima creador en el cual participara el pueblo en su conjunto. De esa manera hizo que se investigaran nuestras tradiciones. Se hizo un atlas de las tradiciones cubanas. Se recuperaron esas fuentes de vida. Se abrió un amplio debate sobre la política cultural emancipatoria y descolonizadora, de profunda inspiración martiana.
“Fundó las instituciones que aquel momento necesitaba y tendió un puente de diálogo entre los artistas y los escritores, el pueblo y la dirección de la Revolución. En el MINCULT desplegó creatividad, iniciativa, valentía y sobre todo capacidad de escuchar. Los que estuvimos cerca de él lo recordamos siempre nervioso, impaciente, a veces se reunía con asesores. Se abría un debate, se ponía tenso, se levantaba, andaba de un lugar para otro y finalmente se construía entre todos, la solución de problema.
“Hay mucho por estudiar respecto a la práctica de la política cultural llevada adelante por Armando Hart. Hay que revisar sus textos. Recordar las normas que estableció en cuanto a cambiar las reglas del juego en cuanto al enfrentamiento al enemigo. Es decir, poner nosotros las reglas del juego. En las difíciles circunstancias que vivimos es una idea que tenemos que rescatar y recolocar en nuestro universo de debate, tan necesario e imprescindible”.
Hart: “El intelectual que ha fracasado con la Revolución ha fracasado como intelectual. No hay figura de la excepcionalidad de Alicia Alonso, de Alejo Carpentier, de Fernando Ortiz dentro de los que se fueron. Quizás hay profesores eminentes, pero grandes creadores de la escala de Carpentier o Emilio Roig, no los hay. Porque en Cuba la tradición intelectual va hacia el pensamiento fidelista”.
Omar González, coordinador de la Red en Defensa de la Humanidad, e Ismael González quien es coordinador de política cultural del ALBA-TCP ofrecieron también sus testimonios acerca de la relación de Armando Hart dentro del MINCULT y con los jóvenes intelectuales a lo largo de los años y de su pensamiento en relación con la integración latinoamericana.
Hart: “Siempre he admirado mucho a los jóvenes, por eso estoy planteando con insistencia algo que quisiera que se subrayara, es necesario un diálogo de generaciones. Diálogo entre los que vivimos muy intensamente el siglo XX y los que vivirán el siglo XXI”.
Omar González: “Hart es esencialmente un hombre bueno. Con un sentido de la ética muy arraigado y muy desarrollado. Todo eso con una naturalidad impresionante y admirable. En el tiempo que trabajé cerca de él, nunca lo oí calumniar a alguien. Su sentido de la lealtad a la Revolución y particularmente a Fidel era tremendo. Era de esas personas que hacía las cosas y se decía que estará pensando Fidel acerca de esto, que haría Fidel.
“Nos daba consejos muy valiosos a los jóvenes que nos fueron de mucha utilidad que nos sirvieron incluso después cuando tuvimos cierta relación con el Comandante. La disciplina que tenía Hart. Su sentido de la puntualidad. Hart nunca llegó tarde a una reunión. Era muy metódico.
“Era sensible. Siempre estaba ocupado. Su personalidad es telúrica, volcánica. Siempre estaba irradiando. Vivía como en u vórtice de asociaciones que eran todas muy intensas. En medio de todo eso su mirada era muy sensible y su olfato político era muy agudo.
“Se daba a querer. Trabajaba sábado y domingo. Nosotros lo hemos aprendido a querer por la fuerza del ejemplo. Uno lo veía actuar y no podía hacer otra cosa que tratar de llegar a ser lo que representaban ellos para nosotros. Nos preparó para las grandes contingencias de este país. Siempre pensando en el liderazgo de la Revolución, y en Fidel. Su lealtad a Fidel se mantuvo intacta”.

Hart: “Tengo la suerte de tener tantos libros porque mi secretaria Chela se encargó de cuidármelos. Mi esposa Eloisa es investigadora y editora y está ahora trabajando en una selección de textos. Con ese trabajo me he quedado asombrado porque esa selección tiene una actualidad enorme. Esos papeles que yo tengo guardados aquí son de gran utilidad histórica. Yo no soy escritor. Yo soy hablador. He hablado mucho y sigo hablando mucho”.
Ismael González: “Trabajar cerca de Armando Hart ha sido la oportunidad más extraordinaria que he tenido en muchos años. Desde siempre pude apreciar en él que a partir de ese concepto tan hermoso de pasión por Cuba también es válido hablar en Hart de una pasión por Nuestra América.
“Como Martí, Hart pudo entender con rapidez que los temas cubanos tenían una proyección y una influencia en todo lo que fuera a suceder en América Latina y el Caribe. Hay un momento muy particular que es un verdadero apostolado en las reuniones de ministros y autoridades de cultura de América Latina y el Caribe que Hart fundó, donde a Hart se le reconoce como el verdadero gran artífice de poder ver que la cultura debía tributar a la unidad de América Latina y el Caribe en momentos donde era impensable tener una comunidad de estados latinoamericanos y caribeños.
“En 1989 Hart comienza una convocatoria a otros ministros y da cuerpo a un Foro de Ministros que se anticipa y va tejiendo un entramado sobre el que se asienta una comunicación entre los gobiernos de la región. Reconociendo el papel de los pueblos, reconociendo el papel de las culturas, recociendo en la diversidad la riqueza mayor de un potencial proceso unificador, integrador de la región.
“Cuando uno oye o relee los textos de Hart en aquellas reuniones de Ministros uno se percata de que la columna vertebral es realmente la unidad como experiencia cubana y como la gran lección que Martí deja para la región. Creo que cuando se lee hoy algunos de esos pasajes que hablan de la confrontación de América Latina y el Caribe con Estados Unidos y los elementos más conservadores de sus gobiernos hay pasajes que nos traen a un presente demasiado dramático. En ellos alza al humanismo como aquello que nos permitiría buscar puntos de contactos y de encuentros para poder asumir el siglo XXI y encontrar respuestas nuevas y originales. Su ética se constituye en el legado martiano de que la justicia es ese sol del mundo moral y lo convierte en un pilar”.
Hart: “El Ministerio de Cultura de Cuba se crea en un momento singular. En los años setenta empezó a influir aquello a lo que le llamaron el realismo socialista en el arte. Eso influyó en Cuba. En el año 76 Fidel me propone ser ministro de cultura justo cuando me doy cuenta de que ese realismo socialista podría dividir a los intelectuales. Pero había también el temor de que para corregir eso se podía incurrir en el error de salirnos del marxismo. Aunque el realismo socialista era una tergiversación de la visión marxista. Yo siempre he dicho que eso era un error político.
“Fui a ver a Mirta Aguirre, una persona muy ortodoxa. Ella me explicó con su inteligencia tan refinada, con una gran destreza e ironía que era ser socialista y ser realista, lo malo es mezclar las dos cosas”.
Abel Prieto: “La entrada de Hart en el Ministerio de Cultura marcó sin dudas el regreso de la política cultural que había trazado Fidel con Palabras a los Intelectuales. Esa política se había distorsionado. Hubo gente mediocre en determinados puestos influyentes con posiciones sectarias, homófobas, excluyentes. Hart llegó como una necesidad de rectificar aquello que se advirtió por Fidel. Se busca a Hart porque era un intelectual y un político, o un político e intelectual al mismo tiempo que tenía la tarea de borrar todo vestigio de sectarismo, de divisiones absurdas, de injusticias que se cometieron.
“De pronto él pone a trabajar a personas como Cintio, Fina, a la doctora Graziella, a Roberto Fernández Retamar a Ambrosio Fornet. Se acercó a los más jóvenes. Empezó a hacer algo que no se había logrado que era el acercamiento de la institución cultural con las generaciones más jóvenes e inició un diálogo con los jóvenes tremendamente fecundo.
“En muy poco tiempo aquellos dogmas y prejuicios se fueron dispersando y se logró con la transparencia de Hart. Ambrosio Fornet en aquellos encuentros que tuvimos en la Casa de las Américas sobre el tema de lo que él llamó el Quinquenio Gris, decía que el entusiasmo entre la intelectualidad era enorme cuando llegó Hart al Ministerio de Cultura porque había llegado una persona decente, honesta, y trasparente. Ser trasparente con los creadores es la principal lección que recibí de él.
“Intentar no crear ambientes turbios en torno a alguien, a un movimiento o una tendencia, sino de enfrentar de una manera limpia el debate y poner a pensar colectivamente a la gente. Él tiene esa cualidad de unir, de acercar a la gente, de dialogar.
“Como político práctico es un ejemplo. La hizo con personas difíciles, con sentimientos amargos. Lo vi acercar a la gente y saltar las barreras generacionales. Tenía un instinto político excepcional. Fometó el Movimiento Juvenil Martiano”.
Hart: “El traje de cuello y corbata es muy elegante no corresponde a las tradiciones cubanas. Yo creo que hay que usarlo y sobre todo cuando uno viaja afuera. La guayabera en Cuba debe ser la prenda de la elegancia y del protocolo. He planteado y he propuesto que el protocolo lo establezca como norma porque además se corresponde con nuestra tradición”.
Abel Prieto: “Hay que recordar como Martí fundo el Partido Revolucionario Cuba, como logró acerca a los veteranos, ese espíritu unitario está siempre en Hart. En el campo intelectual combatió los prejuicios contra los intelectuales, tonterías que a veces pretenden separar dentro de nuestra Revolución. En este país no podemos tener prejuicios contra la cultura.
“No podemos confundir la cultura con la actividad cultural, con pura recreación vacía, o con la algarabía. Él siempre defendió la idea de lo difícil que es calcular nuestra soberanía nacional. Defender nuestra cultura es defender la nación. En ese sentido los artistas lo acompañaron. En lo esencial de un artista verdadero hay algo anti burgués, anticapitalista. El intelectual más auténtico ha apostado por un tipo de vida que no está asociada a la acumulación de riquezas.
“Nos enseñó que la prioridad del MINCULT era escuchar al sector artístico. Y la otra eran los compromisos con la población, en el cómo educar el gusto, cómo enriquecer el gusto de la gente, como llegar a la gente. Él siempre apostó por la calidad y el talento. Él siempre me dijo que cuando él llegó al Ministerio de Educación había gente en Cuba que sabía cómo dirigir una escuela, pero no había quien supiera dirigir una galería o un museo, qué hacer con una biblioteca. Cómo convertir eso que eran recintos cerrados en proyectos de la comunidad. Siempre estuvo contra los feudos. Siempre apoyó la creación de alianzas entre las instituciones.
Hart: “Sigo trabajando porque no me voy a cansar. Lo que más me emociona es que lo que dije antes todavía tiene vigencia hoy. Mis papeles son los de un hombre que ha tratado de hacer”.
TOMADO DE CUBADEBATE.

Presentarán “Hojas de la web”, libro de Silvio que recoge textos de Segunda Cita


Silvio Rodríguez en su concierto 87 por los barrios. Foto: Iván Soca
Foto: Iván Soca
Aunque faltan algunos días para concluir la obra de arte en que se convertirá el libro manufacturado Hojas de la web, de Silvio Rodríguez (San Antonio de los Baños, 1946), esta noticia se ha transformado en uno de los mejores regalos en el cumpleaños 71 del trovador, quien lo celebra este miércoles.
El libro tiene ese espíritu del poeta quijotesco, afirmó Agustina Ponce, directora de la editorial Vigía, quien señaló que la próxima salida de este texto manufacturado e iluminado a mano es un hecho sin precedentes y relevante para la historia de la reconocida casa editora.
Para cualquier editorial es importante publicarle a Silvio no como músico ni poeta, sino como poeta en prosa, dijo Agustina.
Los 21 textos en prosa poética definen la vida de Silvio, porque la idea es presentarlo como fue desde su infancia hasta los principios que defiende hoy; mostrar al Silvio familiar, en el servicio militar, como padre, amigo y revolucionario, sostuvo Agustina.
Recordó que el autor de Ojalá ofreció un concierto en la sede de Vigía a finales de 1980 y posteriormente vio la luz una plaquette con una de sus canciones y un poema de Víctor Casaus.
Silvio nos dio libertad plena y realmente pudo ser más extenso, pero decidimos que recogiera su vida, para dar a conocer a este hombre que es un cuidador de su patria, concluyó Agustina:
«Hojas de la web fue el título que escogió, y se trata de un libro que recoge la obra de un prosista haciendo poesía».
Según la periodista Bárbara Vasallo Vasallo, se trata de crónicas que publicó Rodríguez en su blog Segunda Cita entre 2010 y 2015:
«Este es el primer libro en prosa del cantautor, cuenta con 35 páginas y una tirada de 200 ejemplares».
Vasallo Vasallo, prologuista y compiladora, añadió que este es un sueño anhelado por los artesanos de la editora:
«A los predios de Vigía llegó el poeta, por eso a la orilla del San Juan que murmura, iluminado a mano, desgrafilado, manufacturado y enumerado se confeccionó este libro-joya que atesora una parte de su vida, relatada por él en varios momentos y recopilada para propagarla».
En el prólogo, Vasallo atestigua que como todo libro que nace en Vigía, este no se encuentra ajeno a la magia de los pinceles, las manos artesanas y sanadoras de espíritus, la rebeldía ante lo injusto, los pactos con querubines y hasta con demonios.
«Como su poesía, también la prosa atrapa y emociona, y cuenta en estas crónicas pormenores que pocos conocen, como el nacimiento de algunos temas que se inscribieron en la historia y son tarareados por miles y miles de personas; su Crisis de Octubre, o el Playa Girón, el barco de la Flota Cubana de Pesca donde parió canciones inolvidables; y de sus amigos», recuerda la prologuista.
Tanto Ponce como Vasallo ratifican que Vigía contará con la presencia de Silvio durante la presentación, y exaltaron el esmero de la diseñadora Marialba Ríos, quien se apropió de la idea rápidamente; mientras destacaron de igual forma que los 200 ejemplares se encuentran en la fase final de revisión por parte del joven empalmador Iosmeli Barbier Navarro.
(Tomado de Juventud Rebelde)

lunes, 27 de noviembre de 2017

Homenaje a Fidel, desde el canto y la poesía.



Por Marianela Dufflar.
Fotos: Marianela Dufflar
Convocados por  el cantautor Raúl Torres, varias generaciones de trovadores, se dieron cita este sábado  25 de noviembre, a partir de las 6 de la tarde y hasta horas tempranas de la madrugada, en el Barbarám, Centro Cultural de ARTex, para protagonizar la Cantata agradecida, en tributo a Fidel Castro Ruz, líder histórico de la Revolución Cubana.
Poemas, citas del Comandante y de José Martí, anécdotas y canto comprometido, identificaron este encuentro en el que de manera ocasional se unieron las voces, en duetos  y tríos, de varios de sus participantes, quienes agradecieron con su música y con sus palabras, la vida y obra de un hombre excepcional, que siempre defendió la identidad y la dignidad  de toda una nación,  distinguiendo a la cultura cubana, como uno de los valores  más importantes a preservar, dentro de la propia revolución.
Integrantes del grupo Bitácora, Marta Campos, Heidi Igualada, David Torrens, Fernando Bécquer, Mauricio Figueiral y Adrián Berazain dieron inicio a la cantata, interpretando temas de su autoría y otros emblemáticos, creados por Tania Castellanos, Silvio Rodríguez, Sara González, Noel Nicola, Santiago Feliú, Fito Páez, Manuel Corona  y  Sindo Garay.
Su sumaron en un segundo tiempo, Ángel Quintero y el dúo Boulevard.
Más tarde,  luego de participar en el acto efectuado en  la Universidad de La Habana, se incorporaron, Karel García, Israel Rojas, Eduardo Sosa, Annie Garcés y Raúl Torres, quienes mantuvieron conmovidos al público asistente, con su  canto y poesía.
En esta cita, existieron momentos especiales, como cuando pidió la palabra, Milady Rodríguez Luis, gastronómica del Barbarám, para narrarle al público cómo, en este mismo lugar hace un año, recibió la noticia del fallecimiento de Fidel  y lo que representó para ella  ese  instante, que se convirtió en histórico, para el cual no estaba preparada y en el que aprendió de inmediato, el significado de la frase: YO SOY FIDEL
Diversos géneros y estilos dentro de la propia trova, caracterizaron esta cantata homenaje, que devino en compromiso  con la patria, su cultura y revolución, con todos y para el bien de todos, en la  el que no faltó  el tema, Cabalgando con Fidel, creado por Raúl Torres, dedicado de manera especial, al Comandante en Jefe, coreado por todos los presentes.







miércoles, 22 de noviembre de 2017

Dos leyendas en concierto: El charangón de Elito Revé y los Van Van

Por: Marianela Dufflar


van-van-elito-reveEl parqueo del complejo deportivo, Ciudad Deportiva de la capital cubana, servirá de escenario para que el próximo 9 de diciembre a las 8:00 p.m. , Elito Revé y su Charangón y La Orquesta de Juan Formell y los Van Van, sean protagonistas del megaconcierto, De Revé a Van Van: Dos leyendas.
La noticia fue dada a conocer a la prensa este martes, por Elito Revé y Samuel Formell, quienes aseveraron que este concierto, está dedicado a Cuba, a su pueblo y a sus padres Elio Revé Matos y Juan Formell, respectivamente.
Ambos directores de orquestas se refirieron a que Revé y Formell, no solo dejaron su impronta en el pentagrama de la historia musical cubana, sino que además de renovar el concepto de la música popular y sumarle su talento renovador, fueron cronistas de un país, defensores del bailador y maestros de valores humanos como la disciplina, la humanidad, la solidaridad y el respeto al público.
La dirección artística de esta histórica presentación estará a cargo de Santiago Alfonso, maestro de la danza cubana, quien declaró a la prensa sentirse conmovido por asumir un concierto que rinde tributo a dos grandes músicos en lo profesional, que para él resultaron dos entrañables amigos.
Santiago declaró además, sentirse emocionado al ver a los hijos de Revé Matos y Juan Formell, a quienes conoció desde su nacimiento, ser capaces de perpetuar la obra de sus padres, en defensa de la identidad musical.
Por su parte, Álvaro Sarmiento, Director General de la Agencia Clave Cubana de ARTex, comentó que desde que Elito presentó la idea de unir a las dos orquestas de mayor convocatoria en Cuba en un escenario, el reto ha sido cumplir este sueño de muchos.
Matilde Valdivieso, Directora de la Agencia Musicalia, comentó que resulta un premio para todos los cubanos tener la posibilidad de disfrutar de ambas orquestas, siendo una oportunidad única, que merece todos los esfuerzos de los implicados en este evento.
Organizado por ARTex , Promociones Artísticas y Literarias, así como por sus agencias Clave Cubana, Musicalia, Paradiso, Bis Music, Centros Culturales y Sucursal Habana en colaboración con el Ministerio de Cultura, el gobierno de La Habana, Proyecto PMM y EBM Marketing Solution, el concierto será grabado por el Sello Bis Music para la conformación de un audiovisual testimonial que, a su vez, será comercializado.
Samuelito y Elito adelantaron en este encuentro que esa noche existirán dos escenarios para que alternen ambas orquestas. Las dos agrupaciones ya se encuentran ensayando y montado repertorio para ofrecerle al público temas antológicos y los más recientes.
Foto: Juan Carlos Borjas
Ambas orquestas alternarán en dos escenarios, en un espectáculo único para el público cubano. Foto: Juan Carlos Borjas
Por último, aseguraron que al final se unirán las dos orquestas para regalarle al público un tema que no quisieron revelar.
Las entradas para el Megaconcierto, De Revé a Van Van: Dos leyendas, tendrán un valor de 25 pesos moneda nacional y estarán ala venta desde el 1ero de diciembre, a partir de las 10 de la mañana, en las siguientes tiendas y centros culturales, de ARTex:
Habana sí. Calle 23 esquina L. Plaza de la Revolución. 78383124
Arte Habana. Calle San Rafael esquina Industria, Centro Habana.78608414
Memoria Cuba. Calle Obispo entre Habana y Compostela, Habana Vieja.78628371
Librería Rubén Martínez Villena. Calle Prado No, 551 esquina Teniente Rey. 78615849
Enguayabera. Calle 7ma y 171 Zona 10 Alamar, 77633569
Salón Rosado de la Tropical Benny Moré. Calle 41 entre 41 y 46. Playa. 72064799
Mientas crecen las expectativas, la entrada al público el día 9 de diciembre, será a partir de las 5 de la tarde, por las entradas de la calle Santa Catalina. El público también podrá adquirir entradas ese día a partir de las 2:00 p.m. en tres estanquillos que estarán ubicados en la calle Santa Catalina, donde se estará efectuando una feria comercial y cultural organizada por ARTex y el Municipio Cerro.
Juan Formel, cantante cubano integrante de la orquesta Revé. Foto: Cortesía de Elito Revé
Juan Formel, cantante cubano integrante de la orquesta Revé. Foto: Cortesía de Elito Revé






Elito Revé y Samuel Formel. Foto: Cortesía Marianela Dufflar
Elito Revé y Samuel Formel. Foto: Cortesía Marianela Dufflar

Tomado de Cubadebate

lunes, 20 de noviembre de 2017

En defensa de la cultura


Autor:Grazziela Pogolloti



Cinco cubanos concurrieron, en 1937, al Congreso que reuniría en España a intelectuales procedentes de las más diversas regiones del mundo. Eran Juan Marinello, Nicolás Guillén, Alejo Carpentier, Félix Pita Rodríguez  y Leonardo Fernández Sánchez. Por aquel entonces, Marinello contaba ya con obra reconocida. Su proyección política se había perfilado en la lucha contra Machado. Su  trayectoria le había valido reconocimiento entre sus colegas de México y de la península. Nicolás Guillén era ya autor de Motivos de son. Con sus textos marcaba la impronta original de la poesía  nueva, preñada por el signo de nuestro mestizaje cultural. En Carpentier no había cuajado todavía el gran narrador latinoamericano, pero contaba con labor significativa en los campos de la musicología y el periodismo. En Félix Pita Rodríguez maduraba el escritor que, muy pronto, habría de tener  perfil propio en nuestra literatura. Leonardo Fernández Sánchez era un intelectual entregado de lleno al ejercicio de la política.
Al igual que los cubanos, los congresistas de Valencia llegaban desde lejos y respondían a variadas tendencias estéticas. Se situaban, con diferente grado de compromiso, en el variopinto espectro del pensamiento de izquierda. Se encontraban entre ellos figuras que habían alcanzado ya renombre internacional. Más allá de tanta  diversidad, comprendían todos que, en ese momento decisivo de la historia, en España se estaba dilucidando el destino del hombre y, junto a él, la supervivencia de una cultura construida a lo largo de un empeño secular. Se bordeaba una tragedia de dimensiones incalculables. En esa circunstancia, no había lugar para la neutralidad. El silencio se constituía en complicidad con el crimen. En la línea del frente, caía Pablo de la Torriente Brau cuando  combatía con las armas y con la palabra. Era la cabeza visible entre más de mil voluntarios, trabajadores anónimos casi todos, que procedían de la isla.
Quienes así actuaban no se equivocaban. En la guerra civil española se estaba defendiendo mucho más que la supervivencia de un gobierno legítimo ante la subversión  encabezada por Francisco Franco. Como lo demostrarían dramáticamente los acontecimientos, en la península se producía el ensayo general de lo que pocos meses después de la derrota se desencadenaría con la Segunda Guerra Mundial: el más despiadado holocausto humano conocido hasta entonces. Población civil bombardeada, Guernica anunciaba la muerte de la inocencia. Era el preludio de los campos de concentración y de la destrucción de ciudades enteras. Tras la apariencia de una guerra civil localizada, el fascismo estaba poblando sus fuerzas. Pocos meses después de la caída de España, Hitler invadía Polonia y daba inicio con ello a la Gran Guerra.
Terminado el conflicto mayor, la humanidad aspiraba a garantizar la paz mediante la construcción de un mundo mejor. Cobró impulso la lucha por la liberación de los antiguos dominios coloniales. Triunfaba la Revolución en China. Vietnam vencía a Francia primero y a Estados Unidos más tarde. También Argelia concitaba la solidaridad de muchos. Entre los intelectuales se extendía el reclamo ético en favor de un compromiso con la paz mediante la participación de la sociedad en el debate político. La ideología fascista parecía derrotada para siempre. El término se había vuelto impronunciable. Los más lúcidos advertían, sin embargo, que otros peligros amenazan la supervivencia del mundo. En Hiroshima y Nagasaki se había estrenado un arma capaz de destruir de un solo golpe a centenares de miles y dejar huellas en las generaciones por nacer.
Aquí y allá, sobre el trasfondo de la desmemoria, rebrotan manifestaciones  desembozadas de fascismo. La izquierda permanece fragmentada. El sensacionalismo y la espectacularidad enmascaran las razones de la política y tienden una cortina de humo ante el papel real representado por el capital financiero.
Los medios ejercen una influencia hipnótica. Lejos de informar, el bombardeo de imágenes cancela hoy el recuerdo de lo sucedido ayer. Confinados en espacios cada vez más limitados, la influencia de los intelectuales en el debate público se ha reducido. La presencia invasiva del audiovisual desplaza el peso de la palabra, portadora de ideas.
El pensamiento de derecha manipula las conciencias de variadas maneras. Su forma más primaria apela a los recursos de la propaganda tradicional. Se vale del racismo y la xenofobia para impulsar el renacer del fascismo en contextos de restricciones del mercado laboral. Las fórmulas más elaboradas emplean un confuso bombardeo informativo e inducen a la formación de un espectador adicto a la simplificación progresiva de los mensajes. El acento en una competitividad cada vez más agresiva socava principios éticos para imponer una filosofía de la vida orientada a la adopción de conductas inspiradas en el «vale todo».
Ante la arremetida  contra la España republicana, en 1937, los intelectuales se reunieron en defensa de la cultura. El desafío de la contemporaneidad se coloca, en gran medida, en ese terreno. Exige la formación de un ciudadano lúcido, bien informado, consciente de las realidades de su tiempo, afincado en principios éticos y en los valores identitarios que lo definen. Ante los mensajes invasivos de la banalidad simplona, la respuesta ha de encontrarse en el permanente crecimiento espiritual e intelectual de las personas. Así lo aprendimos con Fidel, nunca remiso a afrontar en toda su complejidad los grandes problemas de nuestros días.

TOMADO DE JUVENTUD REBELDE.