“Cuanta dispersión y soledad hay a nuestro alrededor. El mundo está completamente conectado, pero parece cada vez más inconexo”, afirmó el papa en su tradicional misa de Año Nuevo en la Basílica de San Pedro.
Francisco rindió homenaje a la maternidad y dijo que es miope un mundo que mira hacia el futuro olvidando “la mirada de una madre”.
“Puede que aumente sus ganancias, pero ya no verá a los demás como niños. Ganará dinero, pero no para todos. Todos viviremos en la misma casa, pero no como hermanos y hermanas”, sentenció.
El sumo pontífice no hizo referencia directa a los escándalos sexuales que removieron en los últimos tiempos a la Iglesia, pero llamó a los católicos romanos a permanecer enraizados en la Iglesia, diciendo: “La unidad cuenta más que la diversidad”.
También advirtió que la Iglesia se arriesga a convertirse en “un hermoso museo del pasado” si la gente pierde “el asombro de la fe”.
(Con información de Reuters)
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