En la elección de octubre, Bolsonaro obtuvo el 74% de los votos válidos (137.776) entre los pontagrossenses y, como recompensa, los habitantes de la ciudad perdieron el 75% de los médicos de las unidades de salud.
“Sin duda, este es el problema más grave en todo mi gobierno”, reconoció el alcalde Marcelo Rangel (PSDB).
De los 80 médicos que atienden en las unidades de salud de Ponta Grossa, 60 de ellos eran cubanos del programa Más Médicos.
Según el alcalde tucán, el programa ‘Menos Médico’ del presidente electo afectará directamente a 240 mil personas en el municipio.
Ponta Grossa se encuentra a 110 km de Curitiba, en la región de los Campos Generales, y posee 350 mil habitantes.
(Tomado del blog de Esmael Morais, un periodista brasileño especializado en política)
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