En la clausura del
IV Encuentro de Cubanos Residentes en Estados Unidos en Defensa de la
Soberanía Nacional y Contra el Bloqueo, el canciller cubano expresó que
el gobierno de Estados Unidos cierra y Cuba abre
Autor: Cubaminrex
Como parte del continuo e irreversible proceso de actualización de la política migratoria del país, el Gobierno cubano decidió aprobar, el pasado día 28 un grupo de medidas, las cuales fueron anunciadas por el ministro de Relaciones Exteriores Bruno Rodríguez Parrilla, en la clausura del IV Encuentro de Cubanos Residentes en Estados Unidos en Defensa de la Soberanía Nacional y Contra el Bloqueo, celebrado en Washington,
Allí, ante 129 cubanos procedentes de 17 estados, Rodríguez Parrilla fue enfático y claro en nombre de su pueblo: «Es inaceptable, inmoral, desde el punto de vista del gobierno cubano, que cualquier diferencia política entre gobiernos dañe a los pueblos y que el gobierno de los Estados Unidos se haya propuesto y haya decidido adoptar decisiones de naturaleza y objetivos políticos que dañan al pueblo cubano, que dañan a todas las cubanas, a todos los cubanos».
Y a renglón seguido expresó que «corresponderá al gobierno de los Estados Unidos con su política irracional de hostilidad hacia Cuba la total y única responsabilidad por las situaciones que se generen en este sentido y por los daños que está sufriendo ya y sufrirá, pese a los esfuerzos que Cuba está realizando, el flujo regular de viajeros entre ambos países, incluidos el más de medio millón de ciudadanos cubanos que anualmente viajan en un sentido u otro».
En sus palabras, el Canciller cubano recordó el primer encuentro de este tipo, hace cinco años en la misma ciudad y añadió que sería imposible no invocar el diálogo de 1978 y la presencia del Comandante en Jefe de la Revolución Cubana, Fidel Castro Ruz, «decisiva, que nos ha traído hasta este minuto», afirmó.
Al referirse a las nuevas medidas que entrarán en vigor a partir del 1ro. de enero del 2018, rememoró las aprobadas en enero del 2013, las cuales han tenido una gran aceptación y «funcionan con toda fluidez y han sido un reconocido elemento a favor del fortalecimiento de los vínculos raigales entre la nación y los cubanos que residen en el exterior», precisó.
En consecuencia, ilustró cómo en estos años se experimentó un crecimiento de los viajes de los residentes en Cuba a distintos países y de la misma manera Cuba recibió en proporciones significativas a los cubanos nacidos en otros territorios, en particular en el estadounidense.
Dijo que desde ese año 2013 y hasta el 24 de octubre pasado, hacia Estados Unidos viajaron 322 000 cubanos en 815 000 viajes, lo que además dice que hubo personas que viajaron varias veces. Argumentó que en ese periodo ha visitado Cuba 1 964 517 cubanos residentes en el exterior y de ellos, 1 507 263 lo hicieron desde Estados Unidos.
Y abundó que como resultado de las decisiones tomadas entonces, desde el 14 de enero del 2013 hasta hace pocos días habían viajado al exterior más de 779 000 cubanos residentes en Cuba, el 79 % de ellos por primera vez.
«Son datos irrefutables que demuestran que, como es tendencia mundial resultado de la época, los cubanos viajamos de manera creciente, y eso ha sido evidentemente favorecido por los procesos que han ocurrido en nuestro país en el ámbito de la regulación migratoria, a pesar de que, lamentablemente, la relación migratoria ha sido utilizada entre los elementos de agresión contra la nación cubana en estas largas décadas», sentenció el Ministro de Relaciones Exteriores.
Sin embargo, frente a este flujo, el gobierno estadounidense decidió reducir drásticamente el personal de su embajada en La Habana y ha suspendido de manera inmediata y completa la emisión de visas en su Consulado. En tal sentido, el canciller cubano expresó que esto «afecta directamente el derecho de los cubanos, de las familias cubanas a viajar, e incluso, a emigrar. Los derechos de los ciudadanos estadounidenses en esta materia están restringidos por la prohibición de viajar a Cuba; pero es enormemente dañino que invocando pretextos políticamente motivados se dañe el derecho de las cubanas y los cubanos, de las familias cubanas a visitar este país, a visitar a sus familiares, a la reunificación familiar».
Se refirió, además, al trato discriminatorio que significa que los ciudadanos cubanos que deseen obtener visas de inmigrantes tengan que trasladarse hasta Colombia, así como a aquellos que optan por un documento de esa índole para viajar temporalmente sean obligados a ir a terceros países en pos de conseguirlo. Esto, acotó, también afectará a las familias cubanas. Argumentó que Colombia es una nación sudamericana y no solo sería el viaje, sino que no existe ningún tipo de garantía de reembolsar los costos en los que incurrirán para esos trámites.
Al retomar las medidas anunciadas por Cuba, Rodríguez Parrilla expresó que estas «han tomado en cuenta sugerencias de ustedes y de cubanos asentados en otros países. Contribuirán a facilitar aún más la entrada a nuestro país de los emigrados cubanos y la obtención de la ciudadanía cubana y documentos de identidad para los hijos nacidos en el extranjero de cubanos residentes en el exterior».
Todo lo anterior fue resumido en una frase de nuestro Canciller que arrancó un atronador aplauso de las cubanas y cubanos reunidos en el encuentro: «El gobierno de Estados Unidos cierra y Cuba abre». No menos emocionante y al propio tiempo como ejemplo de la intachable y vertical conducta de Cuba con sus hijos, esté donde esté, fue traer las palabras que expresara el Presidente de los Consejos de Estados y de Ministros, General de Ejército Raúl Castro Ruz, el 28 de marzo del 2012, al despedir a Su Santidad Benedicto XVI: «Reconocemos la contribución patriótica de la emigración cubana, desde el aporte decisivo a nuestra independencia de los tabaqueros de Tampa y Cayo Hueso y todos los que fueron sostén de los anhelos de José Martí, hasta los que se oponen hoy a quienes atacan a Cuba y manipulan el tema migratorio con fines políticos. Hemos realizado prolongados esfuerzos hacia la normalización plena de las relaciones de Cuba con su emigración que siente amor por la Patria y por sus familias y persistiremos en ellos por la voluntad común de nuestra Nación».
De este IV Encuentro, emanó en su declaración final el rechazo a los anuncios del pasado 16 de junio realizados por el presidente Donald Trump en Miami, rodeado por personas que no representan el sentir de la mayoría de los cubanoamericanos, ni de los ciudadanos estadounidenses que abogan por mejores vínculos con la Isla.
Incluyeron en ese texto la condena a la disminución de personal diplomático en ambas capitales y su efecto particular sobre el área consular, que atenta directamente contra los servicios que reciben los ciudadanos cubanos residentes en Estados Unidos y sus familiares.
Citas similares a las de Washington agruparon en Panamá a las asociaciones de los países latinoamericanos y caribeños y la de Milán, que llevó hasta esa ciudad italiana a los residentes en países europeos.
TOMADO DE GRANMA.
Como parte del continuo e irreversible proceso de actualización de la política migratoria del país, el Gobierno cubano decidió aprobar, el pasado día 28 un grupo de medidas, las cuales fueron anunciadas por el ministro de Relaciones Exteriores Bruno Rodríguez Parrilla, en la clausura del IV Encuentro de Cubanos Residentes en Estados Unidos en Defensa de la Soberanía Nacional y Contra el Bloqueo, celebrado en Washington,
Allí, ante 129 cubanos procedentes de 17 estados, Rodríguez Parrilla fue enfático y claro en nombre de su pueblo: «Es inaceptable, inmoral, desde el punto de vista del gobierno cubano, que cualquier diferencia política entre gobiernos dañe a los pueblos y que el gobierno de los Estados Unidos se haya propuesto y haya decidido adoptar decisiones de naturaleza y objetivos políticos que dañan al pueblo cubano, que dañan a todas las cubanas, a todos los cubanos».
Y a renglón seguido expresó que «corresponderá al gobierno de los Estados Unidos con su política irracional de hostilidad hacia Cuba la total y única responsabilidad por las situaciones que se generen en este sentido y por los daños que está sufriendo ya y sufrirá, pese a los esfuerzos que Cuba está realizando, el flujo regular de viajeros entre ambos países, incluidos el más de medio millón de ciudadanos cubanos que anualmente viajan en un sentido u otro».
En sus palabras, el Canciller cubano recordó el primer encuentro de este tipo, hace cinco años en la misma ciudad y añadió que sería imposible no invocar el diálogo de 1978 y la presencia del Comandante en Jefe de la Revolución Cubana, Fidel Castro Ruz, «decisiva, que nos ha traído hasta este minuto», afirmó.
Al referirse a las nuevas medidas que entrarán en vigor a partir del 1ro. de enero del 2018, rememoró las aprobadas en enero del 2013, las cuales han tenido una gran aceptación y «funcionan con toda fluidez y han sido un reconocido elemento a favor del fortalecimiento de los vínculos raigales entre la nación y los cubanos que residen en el exterior», precisó.
En consecuencia, ilustró cómo en estos años se experimentó un crecimiento de los viajes de los residentes en Cuba a distintos países y de la misma manera Cuba recibió en proporciones significativas a los cubanos nacidos en otros territorios, en particular en el estadounidense.
Dijo que desde ese año 2013 y hasta el 24 de octubre pasado, hacia Estados Unidos viajaron 322 000 cubanos en 815 000 viajes, lo que además dice que hubo personas que viajaron varias veces. Argumentó que en ese periodo ha visitado Cuba 1 964 517 cubanos residentes en el exterior y de ellos, 1 507 263 lo hicieron desde Estados Unidos.
Y abundó que como resultado de las decisiones tomadas entonces, desde el 14 de enero del 2013 hasta hace pocos días habían viajado al exterior más de 779 000 cubanos residentes en Cuba, el 79 % de ellos por primera vez.
«Son datos irrefutables que demuestran que, como es tendencia mundial resultado de la época, los cubanos viajamos de manera creciente, y eso ha sido evidentemente favorecido por los procesos que han ocurrido en nuestro país en el ámbito de la regulación migratoria, a pesar de que, lamentablemente, la relación migratoria ha sido utilizada entre los elementos de agresión contra la nación cubana en estas largas décadas», sentenció el Ministro de Relaciones Exteriores.
Sin embargo, frente a este flujo, el gobierno estadounidense decidió reducir drásticamente el personal de su embajada en La Habana y ha suspendido de manera inmediata y completa la emisión de visas en su Consulado. En tal sentido, el canciller cubano expresó que esto «afecta directamente el derecho de los cubanos, de las familias cubanas a viajar, e incluso, a emigrar. Los derechos de los ciudadanos estadounidenses en esta materia están restringidos por la prohibición de viajar a Cuba; pero es enormemente dañino que invocando pretextos políticamente motivados se dañe el derecho de las cubanas y los cubanos, de las familias cubanas a visitar este país, a visitar a sus familiares, a la reunificación familiar».
Se refirió, además, al trato discriminatorio que significa que los ciudadanos cubanos que deseen obtener visas de inmigrantes tengan que trasladarse hasta Colombia, así como a aquellos que optan por un documento de esa índole para viajar temporalmente sean obligados a ir a terceros países en pos de conseguirlo. Esto, acotó, también afectará a las familias cubanas. Argumentó que Colombia es una nación sudamericana y no solo sería el viaje, sino que no existe ningún tipo de garantía de reembolsar los costos en los que incurrirán para esos trámites.
Al retomar las medidas anunciadas por Cuba, Rodríguez Parrilla expresó que estas «han tomado en cuenta sugerencias de ustedes y de cubanos asentados en otros países. Contribuirán a facilitar aún más la entrada a nuestro país de los emigrados cubanos y la obtención de la ciudadanía cubana y documentos de identidad para los hijos nacidos en el extranjero de cubanos residentes en el exterior».
Todo lo anterior fue resumido en una frase de nuestro Canciller que arrancó un atronador aplauso de las cubanas y cubanos reunidos en el encuentro: «El gobierno de Estados Unidos cierra y Cuba abre». No menos emocionante y al propio tiempo como ejemplo de la intachable y vertical conducta de Cuba con sus hijos, esté donde esté, fue traer las palabras que expresara el Presidente de los Consejos de Estados y de Ministros, General de Ejército Raúl Castro Ruz, el 28 de marzo del 2012, al despedir a Su Santidad Benedicto XVI: «Reconocemos la contribución patriótica de la emigración cubana, desde el aporte decisivo a nuestra independencia de los tabaqueros de Tampa y Cayo Hueso y todos los que fueron sostén de los anhelos de José Martí, hasta los que se oponen hoy a quienes atacan a Cuba y manipulan el tema migratorio con fines políticos. Hemos realizado prolongados esfuerzos hacia la normalización plena de las relaciones de Cuba con su emigración que siente amor por la Patria y por sus familias y persistiremos en ellos por la voluntad común de nuestra Nación».
De este IV Encuentro, emanó en su declaración final el rechazo a los anuncios del pasado 16 de junio realizados por el presidente Donald Trump en Miami, rodeado por personas que no representan el sentir de la mayoría de los cubanoamericanos, ni de los ciudadanos estadounidenses que abogan por mejores vínculos con la Isla.
Incluyeron en ese texto la condena a la disminución de personal diplomático en ambas capitales y su efecto particular sobre el área consular, que atenta directamente contra los servicios que reciben los ciudadanos cubanos residentes en Estados Unidos y sus familiares.
Citas similares a las de Washington agruparon en Panamá a las asociaciones de los países latinoamericanos y caribeños y la de Milán, que llevó hasta esa ciudad italiana a los residentes en países europeos.
TOMADO DE GRANMA.
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