Plegaria hacia el adentro
Quiero cantar pero me sale
escombro,
terrosa sequedad, grumo de pena.
Qué apenas dulce se volvió el
asombro
luego de tanta realidad de arena.
Quiero cantar mi tiempo de algún
modo
con mi vieja guitarra desgastada.
Siento que nunca lo habré dicho
todo,
siento que haber cantado ha sido
nada.
Patria dolor, tirana refulgente,
martirio de tu Apóstol encendido,
quién pudiera abrazar tu continente
y de un beso sanar tu contenido.
Intimas lontananzas de tragedia,
humanos que naufragan en las rocas,
zurda de insuficiente enciclopedia,
diestras odiando por su abierta
boca,
multitud de pavores la alacena,
hambres cebando la platea del
centro,
crispadas maldiciones a la escena
extraen mi plegaria hacia el
adentro.
Patria dolor, tirana refulgente,
martirio de tu Apóstol encendido,
quién pudiera abrazar tu continente
y de un beso sanar tu contenido.
Ultima amante de mis aguas, dime
a cuál de tus paisajes hoy
recurres,
qué mar prefieres, qué sol te
redime,
qué luz reveladora no te aburre,
qué mal día de historia el que te
engaña,
qué placer inmediato dicta moda,
cuánto desgarra el sol en tus entrañas,
cuánto la fácil sombra que acomoda.
Patria dolor, tirana refulgente,
martirio de tu Apóstol encendido,
quién pudiera abrazar tu continente
y de un beso sanar tu contenido.
Siboney, 11-12 de septiembre de 1994.
TOMADO DEL BLOG SEGUNDA CITA DEL TROVADOR SILVIO RODRIGUEZ
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