Aunque los pronósticos de lluvia amenazaban desde la mañana, con detener el concierto. Las energías positivas de la tropa de invisibles imprescindibles que acompañan al autor de Unicornio, encargados del montaje de tarima, luces y sonido, alas que se sumaron la de los vecinos del barrio y la de seguidores nacionales y extranjeros de estas presentaciones barriales, fueron suficientes, para que durante más de dos horas, se disfrutara de este encuentro de canción y poesía, sin tener que abrir los paraguas.
A la hora acordada, 7 de la noche, el poeta subió al escenario, trasmitiéndole a los presentes su sentir y el de sus compañeros, durante los conciertos de esta gira iniciada por iniciativa propia en el año 2010.Ala que se han sumado varios artistas que como él, sienten el deseo y la necesidad de llevar el arte fuera de los teatros, acercarlo al pueblo, hasta llegar al barrio.
Luego Silvio presentó a sus invitados especiales, que en esta ocasión fueron los trovadores, Carlos Lage y Karel García, quienes interpretaron Amor que no se deshoja, Filosofando y Procurando amar de la autoría de Carlitos Lage y Antídoto para la violencia, Esta caída y 14 verbos de junio por Guevara, creados por Karel.
Ambos con sus voces y canciones de gran lirismo, lograron no solo la aceptación del público, sino la satisfacción de haberles escuchado.
Como se ha hecho habitual en cada una de estas actuaciones, no faltó la donación de libros a una escuela de la comunidad.
Esta vez el Centro Pablo de la Torriente Brau, la editorial Gente Nueva, la Editora Abril, la Editora Capitán San Luis y los Estudios Ojalá, entregaron sus obras a la Escuela Unificada Felipe Poey.
Dedicado a Oscar Lucero, conocido como el mártir de los silencios, asesinado el 19 de mayo de 1958, hace 60 años. Este concierto contó además, con las palabras del Pastor Orlando Goralez, quien se refirió a la vida y obra del joven y revolucionario cubano, convertido en mártir.
Luego de esta primera parte, Silvio volvió a escena acompañado de Niurka González, flauta y clarinete, Rachid López, guitarra, Maikel Elizalde, tres, Jorge Reyes, contrabajo, Jorge Aragón, piano, Emilio Vega, vibráfono y percusión y Oliver Valdés, batería y percusión. Músicos todos de excelencia que desde sus virtudes individuales, se integran y fusionan motivados por la obra del trovador cubano, logrando resultados sonoros extraordinarios.
Cubanos venidos de varias regiones del país y de la propia capital, vecinos del Parque Carlos Aguirre desde sus casas y balcones. Mexicanos, uruguayos, chilenos, argentinos, colombianos, peruanos y españoles, cantaron junto a Silvio este jueves y hasta le exigieron temas como Ojalá y El Mayor.
El repertorio estuvo conformado por temas antológicos que con nuevos arreglos para los seguidores del autor de Te doy una canción, resultaron casi nuevos. Así sucedió con Yo te quiero libre, América y Eva.
También cantó temas más recientes como Tu soledad me abriga la garganta, Tonada del albedrío, Día del agua, Viene la cosa. A los que se sumaron, Tonada para dos poemas de Rubén Martínez Villena, La era está pariendo un corazón, Ángel para un final, El necio, Pequeña serenata diurna, El Mayor y Ojalá, estos últimos ovacionados y coreados con gran emoción, por todos los presentes.
Memorable este concierto, por el ambiente familiar creado entre público y artistas, donde la buena música que le hace tanto bien al alma, demostró nuevamente que es una manera mágica de unir a la gente, sin importar nacionalidad o generación a la que se pertenece.
Nuevamente Silvio y su tropa, con música y poesía siguen conquistando barrios, en una gira interminable, en la que: solo el amor engendra la maravilla.
TOMADO DE CUBADEBATE.
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