Para que las
experiencias de navegación continúen siendo placenteras, la estrategia de
informatización de la sociedad debe lograr una mayor sinergia de todos los que
tienen que ver con la educación en el uso de las Tecnologías de la Información,
en función de ese propósito. Foto: Yaimí Ravelo
Este último
periodo vacacional probablemente sea recordado como el “verano de la wifi en
Cuba”. Sin duda alguna la etapa ha sido marcada por la extensión, mediante este
tipo de conexión, de la posibilidad de navegar por la red de redes, en este
caso durante una hora por el costo de dos CUC. Y aunque es cierto que el
importe aún es alto para la mayoría, la wifi se agradece.
Cada día hasta
las plazas, parques o lugares habilitados se trasladan un grupo de personas
para acceder a estos servicios de navegación. Muchos tienen el propósito de
realizar videollamadas (aplicación IMO, mediante) o revisar sus perfiles en
Facebook; mientras otros encontraron, en el trasfondo de la wifi, una manera de
lucrar.
La alternativa
para ello, al menos en la ciudad de Pinar del Río, funciona de esta manera: en
los diferentes puntos de acceso a la zona de conexión algunos jóvenes esperan a
quienes arriban al parque y de inmediato ofrecen “una hora de conexión por solo
un CUC”, es decir, la mitad del precio oficial.
Actúan como
mediadores o puntos de enlace por una comisión del total recaudado, y llevan a
los clientes/usuarios hasta otros, quienes utilizan sus computadoras personales
y dispositivos móviles, conectados a la wifi, para con ellos mismos generar
conexión inalámbrica que venden a otros usuarios.
Connectify Hotspot es uno de los softwares que permite compartir Internet entre varios interesados. Por supuesto, al aceptar esta variante se reduce la velocidad de navegación y potencialidades de conectividad originales, pero aun así se puede acceder a la red de redes e, incluso, realizar videollamadas.
Connectify Hotspot es uno de los softwares que permite compartir Internet entre varios interesados. Por supuesto, al aceptar esta variante se reduce la velocidad de navegación y potencialidades de conectividad originales, pero aun así se puede acceder a la red de redes e, incluso, realizar videollamadas.
Además de estos
anunciantes de la wifi compartida o aquellos que acaparan los cupones para
luego venderlos por 75 pesos en CUP, esta redactora y amigos cercanos pudieron
constatar la existencia de otros “mercaderes” quienes cobran hasta una simple
asesoría; por ejemplo: para recargar una cuenta Nauta es necesario ingresar a
portal@enet.cu, y desde esta dirección incorporar el código de la tarjeta.
Es un
procedimiento sencillo que solo toma unos minutos, pero la falta de
conocimientos que tienen algunos usuarios provoca que acudan a estos
“asesores”, quienes aprovechándose de la inexperiencia cobran por el servicio
un importe de 10 pesos en CUP. Tales prácticas, además, conllevan ciertos
riesgos, pues quien ofrece “ayuda” podría incluso guardar los datos del cliente
(usuario y contraseña) y luego emplear esta información para usurpar cuentas
ajenas.
No son pocos
los que llegan a conectarse sin saber siquiera cómo encender la wifi de su
teléfono, qué es un navegador, una página, un perfil en las redes...
Simplemente porque sin práctica no hay conocimiento posible. Y este
desconocimiento condiciona y frustra la experiencia de navegación de unos,
mientras llena el bolsillo de otros.
Transcurridos
tres meses de la apertura de las zonas de acceso inalámbrico, los servicios
ofrecidos, por indispensables en cualquier sociedad, se agradecen; pero aún es
necesario mejorar la gestión de la empresa de telecomunicaciones para que no se
limite solo a la firma de los contratos, así como también deberían expandirse
las prestaciones en los Joven Club en cuanto a orientar el uso de las nuevas
tecnologías y solucionar las más disímiles demandas y problemáticas de la
sociedad cubana, camino a la informatización.
En este sentido
de preparación se debe unir, además, el carácter instructivo de las escuelas,
el cual necesita fortalecerse a medida que hoy las opciones de los alumnos los
conducen a nuevas herramientas y bondades, brindadas por el uso de las TIC.
Posibilidades que requieren ser manipuladas con destreza para que los usuarios
no se conviertan en presas fáciles del engaño y la usurpación.
Tomado de Diario GRANMA
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