Por Steve Bennett/ San Antonio Press News
En 1960, el
embajador de EE.UU. en Cuba condujo 9 millas fuera de La Habana hasta Finca
Vigía, donde había sido invitado varias veces, para informar a Ernest Hemingway que Washington tenía la
intención de romper los lazos con el gobierno de Fidel Castro.
Le dijo al
escritor que “los funcionarios estadounidenses pensaban que sería mejor si
Hemingway demostrara su patriotismo, renunciando a su amada casa tropical”,
recordó Valerie Hemingway, su secretaria en ese momento y futura su
hija adoptiva, en un artículo de 2007 para la revista Smithsonian: “Se
resistió a la sugerencia, con fuerza.”
Hemingway, que
se suicidó un año más tarde, amaba a Cuba, y Cuba lo amaba.
Castro, un gran admirador del escritor, tomó el control de Finca Vigía, o de Lookout Farm, que se convirtió en un museo – el Museo Hemingway – en 1963, cuando la esposa del Nobel, Mary, la donó al gobierno cubano.
Castro, un gran admirador del escritor, tomó el control de Finca Vigía, o de Lookout Farm, que se convirtió en un museo – el Museo Hemingway – en 1963, cuando la esposa del Nobel, Mary, la donó al gobierno cubano.
Hemingway vivió
en Finca Vigía entre 1939 y 1960 y escribió siete libros allí, incluyendo “El
viejo y el mar”, “París era una fiesta” e “Islas en el Golfo”. La casa se
mantuvo tal como estaba cuando vivía el escrito y sigue siendo uno de los
destinos turísticos más populares en el país.
“Es una cápsula
virtual del tiempo”, afirma William Dupont, profesor de arquitectura en la
Universidad de Texas en San Antonio, quien durante los últimos 11 años ha sido
consultor para la restauración de la casa de Hemingway en Cuba. “Todos los
trofeos, todas las botellas de licor todavía están allí, todos los libros están
en los estantes. Su máquina de escribir Royal está allí en la
habitación junto a su diccionario y la alfombra de piel donde se
paraba mientras trabajaba -escribía de pie debido a problemas con su espalda.
Ahí está un regalo del embajador de Rusia. Es un modelo pequeño del Sputnik, un
pisapapeles de escritorio”.
El gobierno
cubano, en conjunto con la Fundación Vigía Finca con sede en Massachusetts,
completó en 2008 la restauración de los jardines y de la casa de estuco
construida en 1886, valorada en un 1 millón de dólares, pero ha estado
buscando la manera de conservar los miles de documentos, fotografías,
grabaciones y libros conservados por años.
En un ejemplo
concreto de las nuevas relaciones entre Cuba y EEUU, un equipo de
conservacionistas que incluye a Dupont, quien es director del Centro para la
Sostenibilidad Cultural, de la University of Texas at San Antonio (UTSA),
regresará a Cuba del 8 al 13 de mayo para ayudar a arquitectos, ingenieros y
trabajadores cubanos a construir un nuevo centro de almacenamiento y talleres
para la conservación de Finca Vigía.
Maqueta del
edificio donde se conservará toda la papelería original de Hemingway. Foto:
Cortesía de William Dupont.
Mary-Jo Adams,
directora ejecutiva de la Fundación Finca Vigía, dijo que Dupont “ha ayudado a
nuestro proyecto a dar grandes pasos. Su delicadeza y comprensión de la
población cubana ha sido muy importante”.
Lo innovador de
este proyecto es que un cargamento de materiales de construcción valorados
en más de 900 000 dólares llegará a la isla junto con la experiencia de los
estadounidenses.
Financiada
principalmente por la Caterpillar Foundation and Caterpillar Inc., la AT&T
Foundation, la Ford Foundation yAmerican Express, es la primera de las
principales exportaciones de materiales de construcción que llega a Cuba desde
que EEUU decretó el bloqueo contra la Isla, hace más de medio siglo.
William Dupont.
“(El bloqueo) es un gran problema para los cubanos”, dijo Dupont. “Es un
gran problema para nosotros, también.”
Caterpillar,
que donó 500 000 dólares a la Fundación Finca Vigía, “se enorgullece de ser parte
de este importante proyecto, y estamos comprometidos con ser una empresa y un
socio cultural de Cuba”, aseguró Doug Oberhelman, presidente y CEO de
Caterpillar, en una declaración. “Estamos conscientes de la importancia de
preservar el rico patrimonio de Hemingway que une al pueblo estadounidense y al
cubano.”
Dado que muchos
de los materiales son imposibles de obtener en Cuba, el envío contiene
prácticamente todo lo necesario para construir la instalación de 2.200 pies
cuadrados, que albergará laboratorios de conservación y una instalación para el
almacenamiento de los documentos, con clima controlado.
“Los cubanos
tienen bloques de hormigón y cemento”, dijo Dupont. “Tienen barras para
apuntalar la estructura, suficientes para levantar este pequeño edificio, así
que lo que les estamos enviando es casi todo lo demás, que incluiría ventanas y
puertas, material para techos, canaletas, baldosas, techos, tuberías,
accesorios de plomería, cableado – incluso cascos y gafas de seguridad. Algunos
de los HVAC (artefactos para la climatización), son de muy alta tecnología, los
que necesita la construcción”.
Aunque el
edificio proyectado no es una arquitectura de “postal”, Dupont asegura que es
justo lo que se necesita para la preservación literal del legado de Hemingway,
incluyendo la correspondencia y los libros en los que escribió notas marginales
o comentarios, así como los documentos de viaje, los registros y las notas de
determinados momentos, pasaportes y mapas.
Hemingway en
Finca Vigía.
“Es posible
reconstruir una gran cantidad de detalles de su vida y se colocarán en áreas
particulares, conectados a lo que está escrito, por lo que es una documentación muy
valiosa para los estudiosos de Hemingway”, dijo Dupont. “Es vital para entender
de dónde viene, sus influencias, lo que está viendo mientras está escribiendo;
todo eso hace que sea posible trazar la trayectoria de su vida”.
“Eso es lo que
contiene la casa. Así que para mí como arquitecto restaurador, lo que estamos
haciendo es mantener el legado de Hemingway, mientras su espíritu sigue
ocupando el paisaje, los edificios y los jardines. Este era su lugar de
inspiración artística, de creación artística, el lugar que permite
comprenderlo mejor y acceder a él. Y eso es lo que estoy tratando de hacer,
ayudar a mis colegas en Cuba para preservar ese legado. Solo eso.”
(Publicado en San Antonio Press News.
Versión al español de Cubadebate)
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