jueves, 21 de abril de 2016

Elecciones del 2016 en EEUU: Clinton vs Trump, ¿Solo cuestión de tiempo?






En las elecciones primarias de New York celebradas el martes, los aspirantes mencionados obtuvieron sendas victorias que les ayudan en la empresa de alcanzar el número suficiente de delegados para convertirse en los candidatos a la presidencia.
En New York, Trump alcanzó el mayor por ciento de los votos en un estado (60%) en todo lo que va de primarias, y venció en todos los condados de New York, excepto Manhattan donde la victoria fue para John Kasich. Mientras que Ted Cruz fracasó en toda la línea: no conquistó ni un delegado y quedó por debajo de Kasich.
Trump no puede cantar victoria (aunque ya lo ha hecho). La aritmética no miente: con 833 delegados captados, tiene esa posibilidad, pero deberá ganar el 60% de los 674 delegados aún por elegir. La buena noticia para Trump es que ni Ted Cruz ni John Kasich pueden llegar a la meta de 1237 delegados; al primero le faltan 678 delegados y para el segundo ya esa oportunidad era inalcanzable desde semanas atrás.
Otra piedra en el camino de Trump es que hay 893 delegados comprometidos a depositar el primer voto en la Convención Nacional por Cruz, Kasich, Rubio u otros ya retirados) y hay otras varias decenas aún no electos los cuales, según las reglas establecidas por los partidos de los estados, no estarán comprometidos a votar por un aspirante específico. Si todos esos delegados se unen alrededor de un candidato, Trump corre el riesgo de perder la nominación en una “convención negociada”.
La situación entre los aspirantes republicanos se presta a infinidad de especulaciones y conjeturas. Ted Cruz ya se conforma con decir que no habrá una decisión hasta la convención y, como expresamos en anterior artículo, Trump está consciente del riesgo de que se le escape la nominación en los rejuegos de la maquinaria partidistas en los estados y (además de los cambios hechos en su equipo y en la estrategia de la campaña electoral) ha decidido donar $20 millones de dólares a su campaña (que en realidad es una gota de agua con respecto a los cientos de millones de dólares que se tienen que gastar en la elección), para dedicarlo a la “caza de delegados”. Hasta ahora Trump se había ufanado de hacer una campaña sin pedir contribuciones a los ricos y sin gastar prácticamente nada de su fortuna personal.
A estas alturas, ninguno de los tres aspirantes que se mantienen en la pugna por la nominación republicana ha dado señales de que va a desistir de la aspiración.
La semana próxima (26 de abril), serán las primarias en Pennsylvania, Connecticut, Rhode Island, Delaware, Maryland e Indiana donde estarán en juego 229 delegados (la tercera parte de los que faltan por elegir). El terreno es favorable para Trump, pero ya encuentra resistencia en Indiana (de hecho ya Cruz ha estado “amarrando” para que la lista de delegados propuestos lo favorezca) donde los dirigentes republicanos son notoriamente hostiles a Trump y en los restantes estados, Rhode Island, las primarias son cerradas lo cual no favorece a Trump y en los promedios de las encuestas está por debajo del 50% de intención de los votos, con lo cual habría una repartición de votos entre los tres aspirantes. Si Trump sale airoso de esa próxima prueba, solo le quedará un gran obstáculo: California, con 172 delegados a elegir. Tampoco el panorama es favorable a Cruz y puede verse relegado al último puesto. Será también el último día de las primarias republicanas.
En las próximas semanas pueden presentarse dos situaciones: a) Trump asegura su nominación como único candidato; b) la nominación se decide en una “convención negociada.
Entre los demócratas, la situación está más holgada para las pretensiones de Hillary Clinton. En New York alcanzó el 58% de los votos y al menos 139 delegados en comparación con 40% y al menos 106 delegados para Sanders, faltando por definir a quien otorgar 2 delegados. Clinton, cuenta ahora con el apoyo de 1776 delegados y goza de una amplia ventaja de 651 delegados sobre Sanders.
Se estima, según AP y el New York Times, que quedan unos 1668 delegados y superdelegados demócratas por definirse, de los cuales 1400 serán electos en las primarias entre el 26 de abril y el 14 de junio. Captando la tercera parte de estos delegados (lo cual no es una tarea difícil para ella y su equipo de campaña), Clinton tendría asegurada en la Convención la nominación como candidata del Partido Demócrata. La victoria en New York reafirmó su condición de puntera y contribuye a afincar el apoyo que ya cuenta entre los superdelegados y la estructura partidista, a pesar de los sorprendentes avances mostrados por Bernard Sanders y la cadena de vitorias obtenidas en las últimas cuatro semanas.
Las elecciones en los Estados Unidos están en época de “caza de delegados” y en este empeño ganará quien esté más preparado para la tarea. Es solo cuestión de tiempo.
Tomado de Cubadebate






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