Autor: Amelia Duarte de la Rosa
Jose M. Correa Foto:
Faltan pocos días para el inicio del curso escolar. Las condiciones están creadas en todos los niveles de enseñanza: uniformes, base material de estudio, mobiliario escolar, insumos de aseo… Sin embargo, para los más de 8 000 estudiantes que ingresarán a la red de instituciones del Centro Nacional de Escuelas de Arte (Cneart), la situación es diferente. Aun cuando ya están garantizados los renglones principales para esta etapa, las aulas volverán a abrir bajo el impacto negativo del bloqueo económico, financiero y comercial impuesto por el gobierno de Washington contra nuestro país.
De acuerdo con un informe del Ministerio de Cultura (Mincult), la política hostil del bloqueo limita la adquisición de insumos y materiales necesarios para el estudio de las diferentes disciplinas en la enseñanza artística.
Si los instrumentos para música; óleos y pinceles para las artes plásticas; zapatillas y vestuarios de los estudiantes de danza, pudieran ser adquiridos en el mercado norteamericano, el país tendría un ahorro considerable.
Solamente en la matrícula que corresponde a saxofón el ahorro sería de 35 000 USD; en piano de 133 000; y en adquirir la ropa de entrenamiento (leotard) de ballet se ahorraría 2 000. Ejemplos, por supuesto, que constituyen un ínfima parte, pues existen situaciones similares en el resto de las manifestaciones que integran el subsistema de enseñanza artística.
Según el documento del Mincult, entre las principales afectaciones económicas están las presentaciones en vivo de músicos cubanos en Estados Unidos, que deben ser con carácter de intercambios culturales, sin que medien contratos comerciales entre las partes. De modo que las empresas cubanas no obtienen beneficios económicos, y se afectan al no poder comercializar en otros mercados durante el periodo de intercambio.
El bloqueo, en expresión de su extraterritorialidad, impide la promoción, difusión y comercialización de los artistas nacionales y deprime a valores ínfimos los precios de venta. En este periodo, el Instituto Cubano de la Música (ICM) realizó 15 intercambios culturales en territorios de Estados Unidos con 122 presentaciones artísticas.
Se estima que el potencial de exportación de las agrupaciones musicales del ICM en el mercado de EE.UU. pudiera alcanzar los cinco millones USD anuales, si no existirán las restricciones del bloqueo.
En cuanto al tema del derecho de autor musical entre Cuba y EE.UU., se mantiene la imposibilidad de suscribir contratos de representación recíproca (CRR) entre las sociedades de gestión colectiva para la protección de repertorios explotados en ambos territorios.
Las afectaciones se extienden también a las artes plásticas, la literatura, la comercialización online de productos culturales y a la industria cinematográfica.
El Icaic por las limitaciones del bloqueo no tiene acceso a la utilización de la tecnología desarrollada por la empresa norteamericana Dolby.
“Los procesos de sonorización de nuestra producción se ven obligados a utilizar dicha tecnología sin cuyo crédito, es prácticamente imposible insertarse en el mercado internacional del filme. Esto nos obliga a asociarnos a coproductores extranjeros con tal de adquirir las licencias correspondientes, que a cambio, debemos ceder una parte del mercado potencial de nuestras películas. Esta sesión representa una pérdida anual de no menos de 200 000 USD”, revela el documento.
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