Perteneciente a Ediciones Cubanas, sello editorial de ARTex, el libro presenta la obra de una mujer cubana de su tiempo, quien en vida dio a la luz dos poemarios, el primero en el año 1959 bajo el título “La voz amanecida” y luego de un prolongado silencio entregó el segundo, “La huella de mi aliento”, en el año 1998.
En “Voz y Luz de poesía”, uno de sus hijos, el popular artista cubano, Paulo F.G, con la colaboración de Ernesto Ignacio Alemán, quien asume el prólogo y hace la compilación, aparecen los dos cuadernos antes mencionados, al que se suman poemas inéditos que ilustran los valores artísticos y estéticos de su autora.
Este libro, también muestra la obra de una mujer sencilla, toda pasión, que para quienes la conocieron, saben que dentro de la cotidianidad de educar y guiar a cuatro hijos: tres varones y una hembra, en medio de las urgencias de la época que le tocó vivir, hacer poesía, fue un acto de fe y sobre todo, de gran compromiso.
De los versos de Cary, no solo salta su sensualidad sino su valentía, esa Cary intempestiva que estuvo caracterizada por su manera trágica y humorista de ver y asumir la vida, el regocijo que le produjo el amor y la tristeza del desamor.
Conmueve su verso cuando habla del amigo que partió, de la misma manera en que asume el sincretismo y la religión y lo borda con su poema.
Qué decir de la ternura que entrega en “Voy a inventar el modo de que no despiertes” dedicado a Paulo Fernández Gallo, cuando lo define como “mi gotita de savia”.
Mujer de su tiempo, de sus hijos, de su país, que profesó un amor a la familia y a la patria de manera pasional, con un coraje inmenso y una voz que iluminaba a todos por su sabiduría acompañada de un fuerte carácter y que a su vez, se desvanecía como diría el poeta, ante un “Te quiero dulce”, resulta ser parte de lo que afloran en cada uno de sus poemas.
En Voz y luz de poesía, el lector encontrará, lo que muchos se preguntarán de su silencio entre un poemario y otro, como lo afirma Ernesto Alemán en el prólogo:
“¿Qué pasó entre uno y otro libro? Su vida. Eso pasó. Esta fue la divisa de Caridad Gallo: “La palabra o la vida”. Y al preferir la vida, como muchas otras mujeres (“…desconocidas, gigantes”, dijo Silvio”), por razones de altruismo y osadía, comenzó a escribir quiméricos poemas cotidianos, confundidos con la multitud‚ la alquimia de una nueva sociedad desde el deber personal y humilde.”Este libro que es hoy una realidad, gracias al empeño de Paulo F.G como homenaje a su querida madre, así como muchos que le acompañaron en el intento, podrá ser disfrutado por los lectores adquiriéndolo en la red de tiendas y librerías de ARTex, Promociones Artísticas y Literarias.
TOMADO DE CUBADEBATE
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