¿Existe un renacer de la publicidad en Cuba?
¿Cuánto influyen los anuncios y videos comerciales que circulan de
manera alternativa en los valores culturales y estéticos de los jóvenes
cubanos? ¿Se puede hablar de una publicidad socialista?
Mientras esperaba el P15 en la céntrica calle 23, de la
capital habanera, un almendrón hizo una parada dramática, casi de
película, y desde adentro del vehículo, alguien arrojó varios folletos a
la calle. Estuve unos segundos sin entender de qué se trataba: aquella
nube de papeles me pareció algo irreal, pero la sensación se borró
enseguida cuando recogí uno de ellos y leí la promoción de un nuevo
paladar en el Vedado. ¿De verdad era necesario ensuciar toda la calle y
montar aquel teatro para darse a conocer?
Pero ese uno de los tantos síntomas que se ven a diario. «Clínicas
del celular», peluquerías, estudios fotográficos, paladares y casas de
renta, se promocionan en videos cortos que luego son insertados en las
películas y series que ofrece el paquete semanal, compendio alternativo
de audiovisuales, aplicaciones, noticias, entre otros productos, muy
consumido en los hogares cubanos. Entonces ¿está resurgiendo la
publicidad en Cuba?
Para Nelson Varona Rodríguez, profesor de Marketing, Relaciones
públicas y Cultura organizacional en la Facultad de Comunicación de la
Universidad de La Habana, no se puede hablar de un renacer:
«El sector privado está haciendo un aparente resurgir de la
publicidad en Cuba. A mi juicio, todavía está muy primitivo el
conocimiento relacionado con este campo, y la mayoría de las cosas se
hacen sin una base objetiva, real, científica, como debe ser…A nivel
estatal no pienso que se pueda hablar de un resurgir porque es muy poca
la que se hace y los canales y soportes son bastante limitados. Al no
considerarla una buena publicidad desde el punto de vista técnico, yo
hablaría más bien de un resurgir de la capacidad de pequeñas empresas de
anuncios».
«Este sector está haciendo sus «pininos» en publicidad,- destaca el
catedrático- limitándose a asociar el anuncio publicitario, en soportes
más modernos, con nuevas tecnologías, sobre la base de los gustos que
tiene el dueño del establecimiento, y los gustos que tenga quien le hace
el anuncio».
«Ya hoy no se habla de publicidad o propaganda, son términos un poco
obsoletos: ahora se habla de comunicación electoral y comunicación
comercial. En Cuba, luego del triunfo revolucionario de 1959, se ha
satanizado la publicidad porque es verdad que su objetivo directo es
generar consumo»- así lo señala Roberto Miguel Torres, asesor de
Comunicación y Marketing de la Oficina Nacional de Diseño, y profesor de
Campaña, Comunicación y Medios del Instituto de Diseño (ISDi) en la
capital.
Para el también periodista, en los último años «dentro del país se ha
posicionado la publicidad y ha venido emergiendo por el sector
cuentapropista, de manera que si hay veinte cafeterías en una cuadra e
igual número de restaurantes, ¿cómo te das a conocer? ¿Cómo los otros
saben que existes? Tener una marca forma parte de las cuestiones
publicitarias, para poder posicionarte…»
Sin embargo, en esta carrera de por dar a conocer productos y servicios, falta creatividad:
«Cualquiera que sepa los elementos mínimos de publicidad sabe que un
anuncio lleva una investigación previa, un análisis del mercado, un
análisis de la competencia, la identidad corporativa de la institución.-
destaca Varona Rodríguez- Pero normalmente, uno no lo ve reflejado en
los lugares, casi todos se parecen mucho o dicen lo mismo, no se dan
elementos de individualización o caracterización del lugar.»
Yander, quien trabaja como sastre, confiesa que «aunque es
imprescindible vender y buscar nuevas vías para que la gente conozca tu
mercancía, aún hay un poco de desconocimiento sobre el tema. »
Miguel Ángel considera que estos cambios son buenos y necesarios,
pero hay que comenzar a preparar, tanto empresarios como consumidores:
«El marketing y la publicidad habla de los negocios, cómo atender a un
cliente, como brindar un producto con ética y profesionalidad, no como
se hace a veces. Y respetar al cliente, creo que desde el
pre-universitario, los estudiantes deberían recibir nociones de
marketing, porque algunos terminan el bachillerato y se enfrentan a
oficios relacionados con la gastronomía, el turismo, y en general, Cuba
tiene muy malos servicios.»
En el local de impresión de fotos Foto Habana, Pedro manifestó: «Hay
personas que vienen sabiendo que quieren, pero otras no, y nosotros los
ayudamos en todo, hacemos el diseño de esa gigantografía, o tarjetas de
presentación, todo lo que el cliente necesite. Eso sí: somos
autodidactas. Los carteles malos o con faltas de ortografía son cada vez
menos. También debemos recordar que hacer un cartel con calidad es
caro. »
Por otra parte, varios diseñadores y realizadores audiovisuales,
quienes colaboran en esta red de anuncios, se quejan de la ausencia de
regulación en el campo de la comunicación en el país.
«Hay mucha gente preparada que egresa del ISDi o de la Facultad de
Comunicación, o que no egresa de ningún lado, y son magníficos,
talentosos y creativos y están trabajando muy bien. Claro, que si el
trabajo lo hace un familiar tuyo que sabe trabajar con alguno de esos
programas, o graba el video con su celular, no será lo mismo…Pero ¿dónde
encontrar la persona idónea? El problema es que no existen agencias o
grupos integrados de comunicación, no está aprobada ni legislada una ley
de comunicación en Cuba.»
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