Restricciones y listas arbitrarias
Autor: Adán Iglesias
Publicado: 09/11/2017 | 01:05 am
Las regulaciones endurecen el bloqueo al restringir aún más el comercio y los viajes a Cuba y tienen el propósito declarado de afectar el turismo y la economía, señaló Josefina Vidal Ferreiro, directora general de la Dirección de Estados Unidos del Minrex, en conferencia de prensa en la Cancillería, al valorar las nuevas regulaciones y disposiciones emitidas este 8 de noviembre por los Departamentos de Estado, del Tesoro y del Comercio del Gobierno estadounidense, y que se ponen en vigor este jueves.
Esto estaba anunciado desde que el pasado 16 de junio de 2017 el señor Donald Trump —ante una audiencia de anticubanos en Miami— firmó el Memorando Presidencial de Seguridad Nacional sobre el Fortalecimiento de la Política de los Estados Unidos hacia Cuba, y son tres documentos que ahora los implementan, los cuales ya han recibido críticas y cuestionamientos de miembros de su Congreso, de asociaciones empresariales y de otros sectores porque afectan también sus intereses, al igual que dañan la economía cubana, destacó.
El documento del Departamento de Estado lista 179 entidades cubanas restringidas porque alegan que están vinculadas con los sectores de la defensa y la seguridad de nuestro país y prohíbe transacciones financieras directas con ellas de los ciudadanos estadounidenses, y a las que se aplicará una política de denegación de licencias de exportación y reexportación de bienes y servicios de EE. UU., explicó la diplomática cubana, quien calificó ese registro de arbitrario.
Ridiculizó, incluso, con algunos de los nombres. «Los invito a que la vean», dijo. En la lista de «Entidades Cubanas Restringidas» hay hasta marcas de sodas o refrescos. «Llegaron al colmo de incluir a marcas comerciales de refrescos (como Tropicola y Cachito) y de rones, y hasta un servicio de fotografía como Photo Service».
Detalló Josefina Vidal que «se trata de una lista arbitraria, integrada por una diversidad de entidades cubanas supuestamente vinculadas, lo cual es infundado, con el sector de la defensa y la seguridad nacional. En ella se incluyen empresas, sociedades anónimas, la Zona Especial de Desarrollo Mariel, las terminales de contenedores de Mariel y La Habana, decenas de hoteles en toda Cuba, agencias de viajes, tiendas» y, por supuesto, incluyeron al Minfar, al Minint, a la Policía Nacional Revolucionaria y a las Tropas Guardafronteras.
Esa lista, apuntó, la revisarán y actualizarán periódicamente, según dispone el documento del Departamento de Estado.
Un segundo documento dado a conocer este miércoles 8 de noviembre recoge las regulaciones de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro sobre las transacciones financieras y los viajes a Cuba, que establece más prohibiciones, específicamente con las 179 entidades listadas por el Departamento de Estado.
Además, refuerzan más la prohibición de los viajes de ciudadanos estadounidenses a título individual bajo la categoría de intecambios «pueblo a pueblo», porque —señaló la diplomática— en lo adelante tendrán que viajar con el patrocinio de una organización estadounidense y acompañados por un representante de esa organización estadounidense autorizada.
Comentó que son decenas y decenas los grupos universitarios que han cancelado sus viajes a la Isla, que tenían programados para estos meses finales de año, desde que el pasado 28 de septiembre decidieran la medida de sacar al personal de su Embajada en La Habana y emitieran la «Advertencia de viajes» con el pretexto de las afectaciones auditivas.
Sin embargo, recordó Josefina Vidal que cuatro millones de turistas ya han visitado Cuba en lo que va de año.
Pero Estados Unidos insiste en cerrarle a sus ciudadanos el derecho a viajar y las disposiciones de la OFAC incluyen el establecimiento de requisitos específicos para la categoría de viajes en «apoyo al pueblo cubano», los que deberán cumplir un programa de actividades a tiempo completo, que implique, siguiendo los patrones de EE. UU., sostener contactos con el pueblo, apoyar a lo que ellos definen como sociedad civil y promover su independencia del Estado cubano.
«Se denota claramente la intención política de estas medidas», enfatizó la Directora General de Estados Unidos del Minrex, quien añadió que también el documento estadounidense amplía «la lista con funcionarios del Gobierno y el Estado, los representantes de los órganos judiciales, las organizaciones de masas y la prensa con quienes está prohibido realizar transacciones».
En cuanto al tercer documento, las Regulaciones del Buró de Industria y Seguridad (BIS) del Departamento del Comercio, sobre la política de licencias de exportaciones y reexportaciones a Cuba, este establece que se negarán las solicitudes en ese sentido a las entidades listadas por el Departamento de Estado.
Agregó que en esas regulaciones «se expanden las categorías de productos que pueden exportarse al sector no estatal, siempre que estos no se utilicen para generar ingresos o contribuyan al funcionamiento del Estado cubano».
Enfáticamente, la diplomática expuso que «las medidas confirman el serio retroceso que ha tenido lugar en las relaciones bilaterales, como resultado de las decisiones adoptadas por el Gobierno del presidente Donald Trump».
«Implican, apuntó, un recrudecimiento del bloqueo y de la prohibición de viajar a Cuba de los estadounidenses» y «algunas no ocultan su trasfondo subversivo, como la que alienta a los viajeros a realizar actividades de este corte para justificar la legalidad de sus visitas a Cuba».
Estas medidas dañarán a la economía cubana y a sus sectores estatal y no estatal, consideró, y «también dañarán a los ciudadanos estadounidenses, cuyo derecho a viajar a Cuba, único país en el mundo que no pueden visitar libremente, se verá más restringido aún».
Es obvio para Josefina Vidal que las nuevas regulaciones y disposiciones «afectarán a los empresarios de EE. UU., que perderán interesantes oportunidades de negocios existentes hoy en Cuba, frente a su competencia».
Críticas razonadas
El nuevo paso en marcha atrás que el Gobierno estadounidense acaba de dar fue rechazado por diversos sectores de ese país. Por ejemplo, lo consideró equivocado y contraproducente el Consejo Nacional de Comercio Exterior (NFTC), organización que brinda servicios a cientos de empresas en actividades relacionadas con política comercial y fiscal.Estima el NFTC que además de ser medidas confusas para los viajeros, perjudicarán a los trabajadores por cuenta propia y a los dueños de viviendas particulares que brindan servicios de alojamiento en Cuba, sectores que supuestamente el Gobierno de Trump dice apoyar.
La implementación del reforzamiento del bloqueo desconoce a su vez que existe un proyecto bipartidista presentado ante el Senado que tiene como objetivo promover el fin de la prohibición a sus ciudadanos de viajar a Cuba, pues esa proscripción viola un derecho constitucional.
También le dan la espalda a la mayoría de los estadounidenses que apoyan el levantamiento del bloqueo y los viajes a la Isla, sondeos que incluyen a los cubanoamericanos.
Según datos recientes suministrados por autoridades cubanas, entre enero y octubre de 2017 más de medio millón de norteamericanos y más de 320 000 cubanos residentes en Estados Unidos viajaron a la Isla.
Por su parte, Engage Cuba también rechazó las medidas y en un comunicado expresó que cualquiera con conocimiento de cómo funciona la economía cubana sabe que estas regulaciones adicionales sobre las compañías estadounidenses simplemente dificultarán hacer negocios en Cuba y dada la interconexión de la economía de la Isla, estas nuevas restricciones a las empresas estadounidenses podrían obstaculizar el progreso alcanzado en este sector entre ambas naciones.
El rechazo a las medidas coercitivas se justifica, y este miércoles, el senador demócrata Patrick Leahy calificó la decisión como una reminiscencia de la Guerra Fría y dijo que las mismas son las que «se esperarían de un Gobierno totalitario paranoico, no de una democracia como la nuestra».
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