martes, 29 de diciembre de 2015

El Gran Teatro de La Habana reabre sus puertas el Primero de Enero.

 
Por: Ismael Francisco, Mónica Rivero


Coronado con victorias aladas en sus esquinas, entre las calles San Rafael, San José, Consulado y Prado, el Gran Teatro de La Habana “Alicia Alonso” correrá telones nuevamente el 1ro de enero luego de tres años de reparación capital y a un siglo de su inauguración con el aspecto que le conocemos hoy.
En 2013 cerró al público para acometer una reparación que abarcó todo el inmueble. En el transcurso de estos dos años, mediante la inversión de unos 50 millones de pesos, se han restaurado fachadas, vestíbulos, palcos, cubierta y tabloncillo. Asimismo, mobiliario, telones, sistema de climatización, acústica, mecánica escénica, salones de ensayo, y más de 20 camerinos y baños son nuevos.
Además de la restauración de las antiguas instalaciones, se abren otras nuevas. Es el caso del Ópera Café, ubicado en el antiguo Correo de la esquina de Prado y San José, con 71 plazas; el Tablao Flamenco, con capacidad para 152 personas y ubicado en el antiguo Cabaret Nacional, donde se realizó un trabajo para finalmente aislar el sonido de este espacio, que contará además con un bar y una cava.
Uno de los cambios más significativos es que el vestíbulo de la sala García Lorca fue ampliado a partir de la desaparición del Café Adagio. En este espacio será develada una escultura de Alicia Alonso —quien da nombre al teatro desde septiembre, obra de José Villa.
En la primera planta del inmueble se situó la Sala Monográfica Zoom, que propone un recorrido por la historia del teatro y del Ballet Nacional de Cuba; la sala de conciertos Ernesto Lecuona, con 220 plazas; un Centro de Documentación donde será posible acceder a material de archivo sobre le teatro; y la Galería Orígenes, del Fondo Cubano de Bienes Culturales y el Consejo Nacional de las Artes Plásticas, la cual presenta desde este domingo una exposición dedicada a premios nacionales de la manifestación. En cada uno de estos espacios, será Artex quien ofrezca los servicios.
La segunda planta acoge la Sala Carpentier, con un escenario y capacidad para 890 personas sentadas; así como un bar. Este será un espacio destinado a presentaciones literarias o de otro tipo, eventos o conciertos de diverso formato, en el ánimo de diversificar las propuestas artísticas del teatro, hasta ahora concentradas casi exclusivamente en la danza.
Aun así no cabe duda de que ese sello continuará distinguiendo al GTH. De hecho, su reapertura acontecerá con la tradicional Gala que realiza el Ballet Nacional en ocasión del aniversario del Triunfo de la Revolución.
El programa seleccionado incluye el primer acto de Giselle, el segundo de El lago de los cisnes y el tercero de Coppélia, todos con coreografía de Alicia Alonso; protagonizados por Anette Delgado, Dani Hernández, Sadaise Arencibia, Alfredo Ibáñez, Viengsay Valdés y Víctor Estévez respectivamente.
El domingo 3 de enero, a las 5 de la tarde, el Gran Teatro presentará el mismo programa. Las entradas ya están a la venta en la taquilla de la institución ubicada en Prado 458 entre San Rafael y San José, los días 28, 29 y 30 de diciembre y 2 y 3 de enero, entre 9 de la mañana y 5 de la tarde. Los precios, como es habitual, varían según la posición dentro de la sala: platea 30 pesos, primer y segundo balcones 25, y tertulia y paraíso 10.
Todo el diseño, la planificación, la creación del manual de identidad, fue a cargo del grupo Espacio, que tuvo especial cuidado en que los códigos modernos no perjudicaran la identidad del teatro ni su estilo original.
“Tres cosas tiene La Habana que causan admiración: El Morro, la Cabaña y la araña del Tacón” es un viejo dicho popular que halagaba la lámpara de esta sala. La actual es nueva y hecha con cristal de Bohemia. De hecho, es nuevo y de primera generación todo el sistema de iluminación y acústico.
Asimismo, se trabajó por la optimización de espacios en función de la comodidad: se agrandó el foso donde se ubica la orquesta, las butacas son más amplias y de mayor confort, si bien con ello disminuyan las capacidades generales de la sala.
En general, las funciones están programadas para fines de semana. El resto de los días abrirá al público para ofrecer visitas guiadas por valor de 5 pesos y 5 adicionales si se desea hacer fotografía.

Segunda reapertura

De lo que fuera originalmente el Teatro Tacón, el más grande y lujoso de América Latina y el tercero del mundo, desde 1906 solo se conserva la sala García Lorca, la mayor y principal del edificio. En ese año la Sociedad de Beneficiencia de Naturales de Galicia compró el teatro primigenio y la manzana en que se ubicaba, por 525 mil pesos. El edificio actual se construyó entre 1907 y 1915, con un costo de 1 millón 800 mil pesos, para albergar la sede del Centro Gallego de La Habana. El proyecto del belga Paul Belau fue seleccionado entre varios que se presentaron a concurso.
Cien años después, este teatro que conoce tantos pasos, tantas notas, vuelve a tener una inauguración. Vuelve a ser nuevo.
 (Tomado de Cubadebate)

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