Por Yuris
Nórido
La populosa
ciudad dormitorio, en la capital cubana, cuenta desde hoy con un nuevo centro
cultural polivalente que presta servicios en una antigua fábrica de textiles.
Desde hoy por
la mañana ya están abiertas las puertas de «Enguayabera», el nuevo centro
cultural polivalente de la barriada habanera de Alamar. La noticia pudiera
parecer menor, si no fuera por una circunstancia: es la primera obra de su tipo
inaugurada por el Ministerio de Cultura en una zona de alta densidad
poblacional que hasta ahora no contaba con una propuesta cultural a la altura
de las demandas.
«Enguayabera»,
que se ubica en una antigua fábrica de textiles (conocida en la zona
precisamente como «la fábrica de guayaberas»), reúne en una sola instalación
varios servicios culturales, recreativos y gastronómicos, asumidos con una
vocación integradora.
Las personas que acudan tendrán acceso a una librería, cuatro salas de cine bien equipadas, una sala de teatro (ideal para puestas de pequeño formato), un café literario, tiendas de Artex y del Fondo Cubano de Bienes Culturales, una sala de fiestas (más amplia que la Casa de la Música de Galiano), una heladería, un restaurante con escenario para espectáculos musicales, un área deportiva, un parque infantil y una zona Wifi que permitirá el acceso a la red de redes…
Ahora mismo en La Habana hay pocos espacios como este —el referente más cercano debe ser la popular Fábrica de Arte, ubicada en el Vedado—, ninguno en zonas consideradas periféricas. Pero lo cierto es que en Alamar viven más de cien mil personas, que hasta ahora debían trasladarse al centro de la ciudad para disfrutar opciones culturales que ya tienen a su alcance.
El acceso al
centro será gratuito, se cobrarán los servicios puntuales, siempre teniendo en
cuenta las posibilidades del público a los que están dirigidos. Una de las
premisas de «Enguayabera» es lograr en alguna medida el sostenimiento
económico, porque la inversión ha sido importante.
Aquí, de alguna
manera, se experimentarán nuevos esquemas que pudieran extenderse a otras
barriadas populosas de La Habana y quizás más allá de la ciudad.
La
programación, aseguran los responsables del nuevo complejo cultural, será de
calidad, garantizada por el Instituto Cubano del Arte e Industria
Cinematográficos (ICAIC), el Consejo Nacional de Artes Escénicas, el Instituto
Cubano de la Música y el Instituto Cubano del Libro.
Esta obra no
hubiera sido posible sin el concurso decidido del Gobierno y el Partido de la
provincia, que acompañan al Ministerio de Cultura en su empeño de rescatar
instituciones en todos los municipios.
«Enguayabera»
ha sido fruto de un trabajo serio, concienzudo, inspirado… la comunidad tiene
ahora la responsabilidad de cuidar las instalaciones que son, en definitiva,
una avanzada cultural en el centro mismo de la ciudad dormitorio.
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