El Decreto 349, precisó el ministro al inicio de la Mesa Redonda, “genera el marco de actuación para la concreción, para la aplicación de la política cultural en los espacios públicos, y no nació de la nada, tiene antecedentes, es la actualización del Decreto 226, firmado por el Comandante en Jefe Fidel Castro en 1997, fruto de sus intercambios con nuestros escritores y artistas, fundamentalmente con los agrupados en la UNEAC”.
Este decreto, continuó el ministro de Cultura, “viene a actualizar, a ampliar los planteamientos de aquel decreto de los 90, a la luz de la actualización del trabajo por cuenta propia, y a la luz de la realidad socioeconómica que está viviendo nuestro país”.
Alonso dijo que este es un decreto que “no actúa hacia el interior de las instituciones culturales; la política cultural de la Revolución rebasa al Ministerio de Cultura, tiene que ver con toda la sociedad, y el Ministerio de Cultura tiene el encargo gubernamental de rectorar el cumplimiento de la política cultural”.
En ese sentido, el ministro consideró que el Decreto refuerza la autoridad del Ministerio en esa labor rectora, y explicó que actúa en el mundo de la circulación y comercialización, y establece el marco para que se cumpla la legislación ya existente con respecto a la comercialización del arte en los espacios públicos.
“No es un decreto que toque para nada los procesos de creación, que tenga que ver con la creación misma. Esa relación con los creadores y los procesos de creación la siguen llevando las instituciones culturales. Es un decreto que busca ayudar al cumplimiento de la política cultural en los espacios públicos, tanto estatales como no estatales”, dijo.
Polémica y diálogo
Al referirse a la repercusión que ha tenido el Decreto 349, el ministro de Cultura, Alpidio Alonso, afirmó que “el decreto ha sido polémico, hay compañeros sinceramente preocupados con la aplicación del Decreto, y hemos recogido todas esas preocupaciones, porque el propio Decreto, en su letra, encarga al Ministerio de Cultura la redacción de su norma complementaria”.“Nos hemos aplicado en la redacción cuidadosa de esa norma”, añadió, para lo cual dijo que han convocado a representantes de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) y de la Asociación Hermanos Saíz (AHS). “Se ha trabajado arduamente y se han tomado en cuenta todas las opiniones que nos han llegado por diferentes vías, de creadores que nos han expresado preocupaciones, dudas, confusiones sobre determinados aspectos de la letra del Decreto.
“Todas esas opiniones han sido consideradas, y en este momento ya contamos con una norma que creemos competente y que pensamos salir a consensuar con los creadores y artistas en los próximos días. Ya se ha hecho con algunos grupos de ellos. Nos hemos reunido con centenares de creadores a lo largo del país hablando del Decreto. La norma se discutió en el secretariado de la UNEAC y en los próximos días pensamos irnos a las provincias a debatir y a poner a consideración de nuestros creadores la norma complementaria que ha resultado de este trabajo colectivo de miembros de la UNEAC y de la AHS”.
Aplicación progresiva
El ministro de Cultura cubano estimó que se trata de un decreto que debe ser aplicado de manera progresiva. “Estamos en fase de discusión de la norma, y pensamos que progresivamente podrá irse aplicando el Decreto”.En ese sentido, señaló que el Ministerio de Cultura se está preparando para capacitar mucho mejor a su cuerpo de inspectores.
El Decreto, firmado en abril, no comenzará a operar de inmediato en determinadas áreas de promoción del arte y los servicios culturales, que en este momento no tienen respaldo legal, pero el MINCULT está estudiando políticas para establecer la relación legal de las instituciones culturales con esos espacios.
“Estamos hablando aquí de las galerías privadas, de los estudios de grabación particulares… Ahí, de momento, el Decreto no va a empezar a aplicarse, en tanto el Ministerio de Cultura elabora propuestas para establecer una relación legal con esos espacios en consonancia con la política cultural del país”.
El Decreto no sustituye el esfuerzo educativo
El Decreto 349 no establece regulaciones nuevas sobre la circulación del arte, subrayó el viceministro de Cultura Fernando Rojas al intervenir este viernes en la Mesa Redonda.“Como ya se ha dicho de manera muy clara, no se refiere a la creación artística, tiene además un antecedente, del que ya se habló, e introduce cuestiones que, como hemos escuchado en las intervenciones de muchos artistas, son fundamentales en la coyuntura actual y para continuar avanzando en el trabajo cultural de la Revolución y sus instituciones”, afirmó.
El Decreto -dijo Rojas-, “no sustituye el trabajo cotidiano de todas nuestras instituciones y organizaciones, no solo las de creadores, sino todas, y no sustituye el enorme esfuerzo educativo que hay que hacer”.
Hay que poner la cultura en buenas manos, agregó, “entendiendo que son las manos de muchas personas, tanto en el arte como en otras actividades. La noción participativa es muy importante aquí, y expresa la responsabilidad que tenemos todos con la educación de nuestro pueblo y en particular de nuestros jóvenes”.
Según el proyecto de norma complementaria, el Decreto 349 se aplicaría cuando se utilicen, exhiban y difundan producciones nacionales o foráneas con el empleo de pornografía; se promueva y exalte de forma injustificada la violencia, el lenguaje sexista, vulgar, obsceno y discriminatorio por el color de la piel, género u orientación sexual, discapacidad o cualquier otro lesivo a la dignidad humana.
“Son cuestiones muy claras, cuestiones sobre las que hay consenso”, sobre expresiones “que pasan por arte sin serlo”, apuntó Rojas.
El Decreto, explicó, no se aplicará en las instituciones culturales, aunque la norma enfatiza la enorme responsabilidad que estas tienen en “resolver ellas mismas problemas muy similares a los que se han estado denunciando. Sería sobre la base de un ejercicio autorregulatorio e implicando a los creadores y sus organizaciones”.
El Decreto sí se aplicaría en las instituciones estatales que no pertenecen al sistema de la cultura, y en no estatales. “No se trata de establecer nuevas regulaciones sobre la circulación, sino de velar porque se cumplan las ya existentes para la comercialización del arte. En esto Cuba no es diferente de otros países, donde se aplican unas y otras normas”.
Rojas señaló que el proyecto de norma es muy enfático también en “el ejercicio colectivo que debe preceder a la actuación del inspector, liderado por las instituciones culturales a cada nivel y con la participación de los artistas y los escritores. El inspector no puede actuar sin una preparación previa, estamos trabajando en la preparación de ese cuerpo de inspectores. El inspector es el representante de la institución, no actúa por su cuenta”.
“Hay cuestiones que se han manipulado, o mal interpretado. Se ha dicho que el Decreto establece la obligación de estar en una institución: no hay ni un solo pasaje del Decreto que diga esto. Y tengo la impresión de que se trata de una manipulación dirigida a suponer que el Decreto se dirige a actuar contra los aficionados. Tenemos miles de aficionados trabajando en nuestro país, literalmente por amor al arte, y una masa muy importante de artistas en formación autodidacta, que son artistas profesionales.
“El proyecto de norma complementaria es enfático en el apoyo y protección al aficionado, a su trabajo, y a las expresiones de la cultura popular hecha por aficionados”.
Hay otra cosa -dijo- que se ha estado manipulando y tampoco está en el Decreto, “y es que el artista tiene que pedir una especie de permiso para exhibir su obra. Tampoco dice eso el Decreto”.
Rojas recordó que “el teatro, parte de la danza y parte de la música en Cuba se presupuestan por el Estado, porque es una manera de proteger expresiones que no tendrían manera de realizarse ni de generar trabajo para los artistas, ni ponerse al alcance de la población, si no fueran presupuestadas. Y los líderes de las agrupaciones teatrales, danzarias y musicales presupuestadas, muchas veces líderes de las instituciones, están constantemente, por un lado, creando con total libertad, y por el otro decidiendo sobre lo que programan. Según lo que afirman quienes manejan esta versión del permiso, el director de un grupo de teatro se pediría permiso a sí mismo para mostrar su trabajo”.
Recordó, además, que en el caso de las artes plásticas, “y muy pronto el cine”, existe el Registro del Creador “como una manera de garantizar un marco legal a la libre creación artística individual” y apuntando a otras cuestiones como la comercialización, el derecho de autor o el régimen especial de seguridad social.
“Hay una especie de contradicción entre estas nociones manipuladas y la misma demanda de los artistas de preservar su vínculo con la institución, con sus mecanismos de regulación y de protección del artista. Pareciera no tanto el problema el Decreto 349 como la institución misma, y alguno que otro ha sugerido que la alternativa a la institución sería el mercado. Y creo que es una de las cosas de que se trata esta discusión, aunque a veces no se diga de manera tan clara. Nosotros no vamos a renunciar a la institución.
“La institución es la que garantiza que todos estos artistas puedan realizar y exhibir su trabajo en completa libertad. La alternativa mercantil no supondría otra cosa que la restricción a que la gran masa de nuestro pueblo continúe disfrutando de la extraordinaria vida cultural que tiene nuestro país”.
Saber leer
Para la artista de la plástica Lesbia Vent-Dumois, presidenta de la Asociación de Artistas Plásticos de la UNEAC, la raíz del Decreto 349 está en las reuniones de los consejos nacionales de esa organización que se celebraron en la década de 1990 con la presencia de Fidel. “Muchos de los planteamientos que están, no en el Decreto 349, sino en el anterior, el 226, ya habían sido tratados en aquellas reuniones.“Lo único que no hay que perder es la memoria, hay que traerla a la contemporaneidad. La racialidad se trató en uno de esos consejos, recuerdo a Tito Junco discutiendo con Fidel los problemas que percibía en la relación con los creadores; se habló de los salarios de los músicos, de homofobia, de género… Los temas que están planteados en este decreto vienen desde los planteamientos de los creadores en aquellas reuniones”.
“Los que están contra el Decreto olvidan que la UNEAC no paralizó sus acciones cuando cesaron aquellos consejos nacionales, sino que de los consejos nacionales también salieron las comisiones de trabajo, los grupos que se han establecido para el congreso. Y las comisiones de trabajo van abarcando unos temas mucho más amplios que estos que está abordando el Decreto, incluidos los relativos al patrimonio, a la enseñanza artística, a la relación cultura-turismo”.
Vent-Dumois continuó diciendo que “saber leer es saber interpretar, y en muchos aspectos la interpretación de este decreto es errónea, aunque el Decreto está claro desde el principio”.
“La libertad de creación en Cuba es muy amplia, apoyada en un decreto o en la conciencia del artista. No siento que nadie me presiona, siento que hago una obra que tiene que estar al alcance de todo el mundo si esa es mi intención. En un país donde se aprobó un Decreto 106 del que nadie habla, y que ha dado la libertad para que todo el mundo pueda crear desde su espacio, vender y comercializar desde su espacio, donde se ha creado un Registro del Creador no para que se establezca un mercado sino para que tenga una seguridad social, ¿de qué limitaciones se habla?
“No creo que haya país que tenga muchas más regulaciones para favorecer la creación que el nuestro. Nosotros tenemos muchas galerías privadas que son ilegales, y no se ha limitado siquiera a los que exponen allí”.
No se van a privatizar las instituciones
En la continuación de la Mesa Redonda sobre el Decreto 349 y la aplicación de la política cultural en los espacios públicos, el presidente de la Asociación Hermanos Saíz, Rafael González Muñoz, dijo que el tema “fue bastante discutido en el reciente Congreso de la AHS. Ha sido muy importante el diálogo entre el Ministerio y los jóvenes creadores, para eliminar toda sospecha”.“La AHS defiende la experimentación, y esta nunca va a estar cerrada por el Decreto”, señaló.
En la conclusión del espacio televisivo, el ministro de Cultura, Alpidio Alonso, recalcó que “es importante que comprendamos que este decreto viene a reforzar la defensa de los creadores, de la auténtica creación”.
“Hay aquí en Cuba una plenitud del arte que difícilmente se encuentra donde el mercado es censor. Vamos a seguir defendiendo la política cultural por lo que representa la cultura para el proyecto socialista cubano. Y en ese propósito son insustituibles las instituciones.
“No vamos a renunciar a las instituciones, no las vamos a privatizar. Ratificamos el papel de la cultura en lograr el socialismo próspero que queremos”, concluyó.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario