martes, 9 de junio de 2015

The Washington Post: ¿Quién necesita embajadores cuando tiene poetas?



Por David Montgomery/ The Washington Post
“¿Por qué esperar a los embajadores cuando tenemos poetas?” Esa fue la reacción en Washington del escritor E. Ethelbert Miller cuando escuchó que dos distinguidos poetas cubanos llegaron coincidentemente desde La Habana esta semana para participar en festivales igualmente coincidentes de poesía de América Latina en Washington, que tendrían lugar durante todo el fin de semana.
“El arte es una tierra de nadie”, dijo la poeta cubana Nancy Morejón tomando su té de la mañana en la casa del barrio Adams Morgan donde vive Andy Shallal, el propietario de Busboys and Poets, una serie de centros comunitarios. “Me gusta decir que lo que sucedió el año pasado, el 17 de diciembre” – cuando el presidente Obama y el presidente Raúl Castro anunciaron un intento por mejorar las relaciones -, “fue avizorado por los escritores y artistas. Hemos estado trabajando mucho para la llegada de ese día”.


Poeta cubana Nancy Morejón es en Washington esta semana. Foto: David Montgomery / The Washington Post.


Los esfuerzos para construir puentes culturales comenzaron a finales de 1970, dijo Morejón, y citó el encuentro durante una tarde en Washington donde participaron el cineasta Saul Landau y la escritora cubano-americana Lourdes Casals, ambos fallecidos, entre quienes contribuyeron a este acercamiento.
“Empezamos a romper el silencio y a romper las barreras”, dijo. “Y finalmente los gobiernos hicieron bien en hablar el uno con el otro para enfrentar nuestros problemas de una manera muy civilizada.”
Ahora los diplomáticos están dialogando con cautela para llegar al día en que las dos naciones puedan intercambiar embajadores de nuevo.
El té de Morejón todavía estaba caliente cuando sonó el timbre de la casa de Shallal. Llegó el poeta cubano Waldo Leyva vestido con su característico sombrero Panamá sobre su cola de caballo plateada.
“¡No! ¡No! ¡No!” Gritó Morejón sorprendida mientras se abrazaban. “Este señor es como mi hijo. Y no lo digo porque soy mayor”- ambos nacieron a mediados de la década de 1940 -, sino porque Morejón ayudó a Leyva a publicar su primer libro de poesía. “Eso es casi como la maternidad”.
La reunión fue posible gracias a alguna orquestación misteriosa de los dioses de la poesía, que al parecer decidieron que era esta la semana para una mini explosión de poesía latinoamericana en Washington. Y que ocurra justo cuando se centra la máxima atención en la evolución de las relaciones entre las dos naciones hace que esto sea aún más extraño.
Leyva ofreció su propia visión de la nueva era diplomática y el papel del poeta: “Cada época tiene su propio ritmo, su luz y su humanidad, y el poeta tiene que ser capaz de desentrañar los códigos de su época. … El signo de esta época es el diálogo y no la guerra; la conversación y no la confrontación “.
Leyva está en la ciudad para participar en la Maratón Poética anual en lengua castellana, organizado por Teatro de la Luna, la División Hispana de la Biblioteca del Congreso, y la biblioteca de la Sociedad Cultural Hispánica. Los tres días de lecturas incluyeron la presentación de dos antologías importantes de poesía latinoamericana: “Poesía de América Latina para el mundo”, edición bilingüe que incluye la obra de 43 poetas de 19 países, compilada por el poeta mexicano Roberto Arizmendi. Y “El oro de los tigres“, un ambicioso proyecto de varios volúmenes en el que se ha incluido la mejor poesía del mundo en lengua castellana, publicados por la Capilla Alfonsina de la Universidad Autónoma de Nuevo León, en México.
Se han unido en estas lecturas de la maratón de poemas los poetas Minerva Margarita Villarreal (México, directora de la Capilla Alfonsina), Claudia Masin (Argentina), Consuelo Hernández (Colombia), Marta Rivera Garrido (República Dominicana) y Rei Berroa (República Dominicana).

El poeta cubano Waldo Leyva también está de visita en Washington. Foto: David Montgomery / The Washington Post.


Leyva recitó uno de sus poemas más famosos, “Definitivamente jueves”. Jugando con el paso del tiempo, Leyva lleva a su narrador a imaginar una fecha una década más tarde para preguntarse qué habrá sido de él, de su amante y del mundo.
Algunos de los otros piezas poéticas incluían comentarios sociales más directos. Masin abordó la violencia doméstica en uno de ellos. Villarreal tomó la ruptura del orden en México con dos breves y afiladas piezas que aludían a la desaparición de 43 estudiantes el año pasado y la indiferencia culpable de los gobernantes.
“En la capital política del mundo, tiene que haber un lugar para los poetas,” dijo Berroa, profesor de literatura española en la Universidad George Mason, que ha estado organizando la maratón con Teatro de la Luna durante más de dos décadas. “Con el debido respeto a la lengua inglesa, hay tantas cosas que ocurren en inglés pero creemos que es esencial darle a esta gran comunidad de personas una oportunidad para respirar en español, de la cultura española y, especialmente, de la poesía que es tan querida por la gente de habla hispana “.
(Tomado de Cubadebate)



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