7 ABRIL 2019
Le Dîner en Blanc se estrenó este sábado en La Habana. El emblemático Hotel Nacional fue el sitio seleccionado para el famoso encuentro. Su jardín, vestido de blanco, recibió a los cerca de 500 invitados de Estados Unidos, Puerto Rico, Japón, Francia, entre otros países.
La capital cubana integra ahora la privilegiada lista de las 80
ciudades, como París, Ámsterdam, Buenos Aires, Milán, Chicago, Nueva
York y Sídney, que han acogido el picnic más grande y exclusivo del mundo. Y esto habla, sin dudas, del reconocimiento al patrimonio cultural de la nación, a sus encantos y atributos.
La elección de La Habana resultó, también, un agasajo por sus
500 años y reflejo de que es un destino seguro y propicio para el
turismo de eventos e incentivos, tal y como lo aseguran los directivos del ministerio de la industria del ocio.
No fue hasta la tarde noche de hoy que los participantes conocieron
el lugar elegido para la “cena de blanco” en la ciudad habanera. Y es
que mantener en secreto esa información ha sido regla invariable del
picnic, y esta vez no fue diferente.
Para François Pasquier, quien ideó este evento sui generis, devino un privilegio que la sede fuera el Nacional, pues lo considera uno de los mejores hoteles del mundo.
Se trata de una instalación declarada Monumento Nacional e inscrita en el Registro Memoria del Mundo. Además, es líder del país por World Travel Awards,
desde 2004 y hasta 2017, y atrae a los turistas, especialmente, por su
cubanía, por sus múltiples imágenes y testimonios sobre los orígenes de
la Revolución cubana.
Entrevistados por la prensa, asistentes al picnic dijeron sentirse
encantados de estar en Cuba. En el caso de Pasquier, aunque ha viajado
otras veces a la isla, esta será seguramente la estancia más memorable.
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