Miguel Díaz-Canel Bermúdez
presidió este lunes el Balance anual de los resultados de trabajo del
Grupo Empresarial BioCubaFarma, donde fueron debatidos los principales
logros e insatisfacciones en 2018 de las 34 empresas, 65 UEB y 20 mil
trabajadores que conforman el sector de la biotecnología cubana.
A continuar trabajando en la sustitución de importaciones, asegurar la estabilidad del cuadro básico de medicamentos, diversificar productos y mercados, cumplir los planes de exportación, así como a fortalecer el proceso inversionista llamó el mandatario cubano, quien aseguró que los trabajadores de la industria biofarmacéutica cubana eran orgullo para la Revolución.
Al presentar el informe de trabajo del 2018, el presidente del Grupo de las Industrias Biotecnológica y Farmacéutica de Cuba (BioCubaFarma), Eduardo Martínez Díaz, calificó el pasado año como complejo y cargado de tensiones, pero consideró que fue también un período de victorias.
Díaz-Canel explicó que el país vivía un contexto donde se había elevado la retórica del imperio en la región latinoamericana y caribeña y en el que se habían arreciado las amenazas hacia procesos revolucionarios de la región. “Tales acontecimientos no están desconectados de algunos de los elementos que repercutieron durante 2018 en importantes indicadores productivos del desarrollo de la institución”, consideró el mandatario, quien insistió en la necesidad de elevar los ingresos por exportaciones y a garantizar la estabilidad del cuadro básico de medicamentos del país.
Respecto a la producción destinada al sistema nacional de salud, Martínez explicó que aún cuando no se había logrado cumplir el plan, las faltas de medicamentos en farmacias nacionales habían disminuido en un 40 por ciento respecto a los últimos dos años.
De acuerdo con Eduardo Martínez, en 2018 el Grupo alcanzó una producción mercantil de 1 901 millones CUP, y aunque el cumplimiento del plan estuvo a un 94 por ciento, se lograron aumentar las producciones en 111 millones respecto a 2017.
A no conformarse y trabajar sin descanso mientras cualquier medicamento pueda estar en falta llamó Díaz-Canel, si bien no pocos fármacos estuvieron ausentes de las farmacias cubanas en varios momentos del año.
“Tenemos que defender la producción nacional. Esta es una institución capaz de producir con 300 millones de dólares lo que le costaría al país más de mil millones para tener los medicamentos que hoy produce BioCubaFarma”, reconoció el presidente.
Como parte del Balance, el presidente del Grupo BioCubaFarma resaltó entre los principales resultados alcanzados por la industria biofarmacéutica la introducción de 23 nuevos productos, la presentación de ocho nuevos objetos de patentes en la Oficina Cubana de la Propiedad Industrial, así como el otorgamiento de 116 patentes a nivel internacional.
Reconoció además los avances en el desarrollo de proyectos como la vacuna contra el neumococo, que demostró su eficacia clínica en 2018, así como con el candidato para el tratamiento del infarto cerebral, que logró un 100 por ciento de supervivencia en una de las dosis aplicadas en el estudio clínico.
Respecto a las exportaciones, Martínez puntualizó que el incremento de los niveles de producción había permitido al grupo exportar un 14 por ciento más que en 2017, al tiempo que se lograron 35 registros sanitarios en el exterior y se llevó un intenso trabajo de negociación con empresas farmacéuticas y biotecnológicas de más de 50 países.
Significativo durante el pasado año fue la culminación de la negociación con el Instituto de Cáncer de Nueva York, que concluyó con la creación de la empresa mixta entre Cuba y EEUU en la Zona Especial de Desarrollo del Mariel.
Por otra parte, en el Balance se calificó de aún bajo el nivel de las exportaciones a terceros mercados en 2018, debido a causas como la contracción de las ventas en Brasil, Angola y Argentina, entre otras razones.
Otro foco de atención de los debates fue el cumplimiento del plan de inversiones, el que, aun sin ejecutarse en su totalidad, alcanzó la mayor cifra de los últimos 10 años, con énfasis en los avances en el Complejo Industrial Biotecnológico CIGB Mariel.
No obstante, el presidente cubano llamó la atención respecto a que casi ninguna de las inversiones estaba dando lo previsto en el estudio de factibilidad.
Díaz-Canel llamó a reforzar los equipos negociadores, en un contexto en el que nuestras investigaciones enfrentarán regulaciones más exigentes y serán politizadas. En ese sentido, llamó a defender los encadenamientos con la inversión extranjera directa, no solo en inversiones o empresas mixtas dentro del país, sino en el exterior.
“Hay que exportar más y cobrar lo que exportamos”, insistió, al explicar que a finales de 2018 el país tenía una deuda de exportaciones no cobradas vencidas con un monto considerable, y que Biocubafarma era una de las empresas más implicadas.
“Desde octubre, con un sistema estricto de seguimiento, hemos recuperado un importante monto”, reconoció Díaz Canel.
A importar menos, gestionar mejor los financiamientos, e invertir con seguridad y confianza en los estudios de factibilidad, llamó entonces el presidente, en el Balance de un año de trabajo de BioCubaFarma.
Como desafío de la empresa estatal cubana -en particular este grupo empresarial-, se hizo hincapié en la necesidad de una gestión empresarial eficiente.
El presidente consideró imprescindible crear adecuados espacios para el debate y la participación, perfeccionar la calidad y preparación de los cuadros, tocar con la mano los problemas de la base y eliminar trabas y burocracias que entorpecen el funcionamiento correcto de las instituciones.
Otro de los elementos a los que se prestó atención fue a la importancia de mantener el vínculo de las instituciones de la ciencia y la biotecnología con las universidades, compartir con ellos las nuevas tecnologías y convertir cada centro en una unidad docente.
Díaz-Canel llamó a trabajar con prioridad el acercamiento a los más jóvenes, a crearles condiciones para el trabajo y respetar por igual sus aportes, como un elemento imprescindible para estimularlos a permanecer en el sector.
En la reunión de trabajo estuvieron también presentes Roberto Morales Ojeda, miembro del Buró Político del Partido y vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros, dirigentes del Partido, la Central de Trabajadores de Cuba y titulares de varios sectores de la economía.
El presidente de los Consejos de Estado y de Ministros
A continuar trabajando en la sustitución de importaciones, asegurar la estabilidad del cuadro básico de medicamentos, diversificar productos y mercados, cumplir los planes de exportación, así como a fortalecer el proceso inversionista llamó el mandatario cubano, quien aseguró que los trabajadores de la industria biofarmacéutica cubana eran orgullo para la Revolución.
Al presentar el informe de trabajo del 2018, el presidente del Grupo de las Industrias Biotecnológica y Farmacéutica de Cuba (BioCubaFarma), Eduardo Martínez Díaz, calificó el pasado año como complejo y cargado de tensiones, pero consideró que fue también un período de victorias.
Díaz-Canel explicó que el país vivía un contexto donde se había elevado la retórica del imperio en la región latinoamericana y caribeña y en el que se habían arreciado las amenazas hacia procesos revolucionarios de la región. “Tales acontecimientos no están desconectados de algunos de los elementos que repercutieron durante 2018 en importantes indicadores productivos del desarrollo de la institución”, consideró el mandatario, quien insistió en la necesidad de elevar los ingresos por exportaciones y a garantizar la estabilidad del cuadro básico de medicamentos del país.
Respecto a la producción destinada al sistema nacional de salud, Martínez explicó que aún cuando no se había logrado cumplir el plan, las faltas de medicamentos en farmacias nacionales habían disminuido en un 40 por ciento respecto a los últimos dos años.
De acuerdo con Eduardo Martínez, en 2018 el Grupo alcanzó una producción mercantil de 1 901 millones CUP, y aunque el cumplimiento del plan estuvo a un 94 por ciento, se lograron aumentar las producciones en 111 millones respecto a 2017.
A no conformarse y trabajar sin descanso mientras cualquier medicamento pueda estar en falta llamó Díaz-Canel, si bien no pocos fármacos estuvieron ausentes de las farmacias cubanas en varios momentos del año.
“Tenemos que defender la producción nacional. Esta es una institución capaz de producir con 300 millones de dólares lo que le costaría al país más de mil millones para tener los medicamentos que hoy produce BioCubaFarma”, reconoció el presidente.
“Hay que exportar más, hay que importar menos y hay que sustituir importaciones. Hay que revisar de cuántos medicamentos que producíamos en otro momento no estamos produciendo hoy”, instó Díaz- Canel, en diálogo con trabajadores del sector de la biotecnología nacional, presentes en el Palacio de las Convenciones.El mandatario alertó que la situación podría complejizarse en 2019, debido a sanciones severas que se han aplicado a países hermanos con los cuales Cuba tiene convenios de cooperación, así como por el recrudecimiento de la persecución financiera hacia Cuba y el Bloqueo económico.
Como parte del Balance, el presidente del Grupo BioCubaFarma resaltó entre los principales resultados alcanzados por la industria biofarmacéutica la introducción de 23 nuevos productos, la presentación de ocho nuevos objetos de patentes en la Oficina Cubana de la Propiedad Industrial, así como el otorgamiento de 116 patentes a nivel internacional.
Reconoció además los avances en el desarrollo de proyectos como la vacuna contra el neumococo, que demostró su eficacia clínica en 2018, así como con el candidato para el tratamiento del infarto cerebral, que logró un 100 por ciento de supervivencia en una de las dosis aplicadas en el estudio clínico.
Respecto a las exportaciones, Martínez puntualizó que el incremento de los niveles de producción había permitido al grupo exportar un 14 por ciento más que en 2017, al tiempo que se lograron 35 registros sanitarios en el exterior y se llevó un intenso trabajo de negociación con empresas farmacéuticas y biotecnológicas de más de 50 países.
Significativo durante el pasado año fue la culminación de la negociación con el Instituto de Cáncer de Nueva York, que concluyó con la creación de la empresa mixta entre Cuba y EEUU en la Zona Especial de Desarrollo del Mariel.
Por otra parte, en el Balance se calificó de aún bajo el nivel de las exportaciones a terceros mercados en 2018, debido a causas como la contracción de las ventas en Brasil, Angola y Argentina, entre otras razones.
Otro foco de atención de los debates fue el cumplimiento del plan de inversiones, el que, aun sin ejecutarse en su totalidad, alcanzó la mayor cifra de los últimos 10 años, con énfasis en los avances en el Complejo Industrial Biotecnológico CIGB Mariel.
No obstante, el presidente cubano llamó la atención respecto a que casi ninguna de las inversiones estaba dando lo previsto en el estudio de factibilidad.
Díaz-Canel llamó a reforzar los equipos negociadores, en un contexto en el que nuestras investigaciones enfrentarán regulaciones más exigentes y serán politizadas. En ese sentido, llamó a defender los encadenamientos con la inversión extranjera directa, no solo en inversiones o empresas mixtas dentro del país, sino en el exterior.
“Hay que exportar más y cobrar lo que exportamos”, insistió, al explicar que a finales de 2018 el país tenía una deuda de exportaciones no cobradas vencidas con un monto considerable, y que Biocubafarma era una de las empresas más implicadas.
“Desde octubre, con un sistema estricto de seguimiento, hemos recuperado un importante monto”, reconoció Díaz Canel.
A importar menos, gestionar mejor los financiamientos, e invertir con seguridad y confianza en los estudios de factibilidad, llamó entonces el presidente, en el Balance de un año de trabajo de BioCubaFarma.
Como desafío de la empresa estatal cubana -en particular este grupo empresarial-, se hizo hincapié en la necesidad de una gestión empresarial eficiente.
El presidente consideró imprescindible crear adecuados espacios para el debate y la participación, perfeccionar la calidad y preparación de los cuadros, tocar con la mano los problemas de la base y eliminar trabas y burocracias que entorpecen el funcionamiento correcto de las instituciones.
Otro de los elementos a los que se prestó atención fue a la importancia de mantener el vínculo de las instituciones de la ciencia y la biotecnología con las universidades, compartir con ellos las nuevas tecnologías y convertir cada centro en una unidad docente.
Díaz-Canel llamó a trabajar con prioridad el acercamiento a los más jóvenes, a crearles condiciones para el trabajo y respetar por igual sus aportes, como un elemento imprescindible para estimularlos a permanecer en el sector.
“Muchas veces se condiciona el éxodo a los problemas salariales que tenemos y no deja de ser una razón, pero es solo una parte. Hoy, aunque no pagamos lo que merecen por el aporte que hacen –no por voluntad, sino porque financieramente no podemos asumirlo–, esta es la institución del país en el sistema empresarial que tiene el salario medio más alto, y aun así, se le va la gente, por lo que no es un tema exclusivo de salario”, consideró.“Tenemos que encadenarnos con la economía cubana, con el turismo, con el sistema de salud pública, con el Ministerio de la Agricultura, con Recursos Hidráulicos”, llamó el presidente cubano Miguel Díaz-Canel, al insistir en las prioridades del sector para el año que cursa.
En la reunión de trabajo estuvieron también presentes Roberto Morales Ojeda, miembro del Buró Político del Partido y vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros, dirigentes del Partido, la Central de Trabajadores de Cuba y titulares de varios sectores de la economía.
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