lunes, 8 de abril de 2019

Rubén Martínez Villena. Foto: Radio Rebelde. Del año 1923, decisivo en la existencia de Rubén Martínez Villena, data su poema El Gigante, en uno de cuyos versos expresaba: Hay una fuerza/ concentrada, colérica, expectante/ en el fondo sereno/ de mi organismo; hay algo,/ hay algo que reclama/ una función oscura y formidable./ Es un anhelo/ impreciso de árbol; un impulso/ de ascender y ascender hasta que pueda/ ¡rendir montañas y amasar estrellas!/ ¡Crecer, crecer hasta lo inmensurable! Esa aspiración empezó a materializarla al liderear, ese mismo año, la Protesta de los Trece, su bautizo político, donde denunció un turbio negocio que involucraba al gobierno de Alfredo Zayas. Ya para entonces se había graduado de Doctor en Derecho Civil y Público, y se había nutrido de ideas revolucionarias, progresistas y antimperialistas en el bufete del antropólogo cubano Fernando Ortiz, de quien llegó a ser su secretario particular, y a través de la relación con intelectuales comprometidos como Pablo de la Torriente Brau y Emilio Roig de Leuchsenring. De la Protesta de los Trece surgió su vibrante Mensaje Lírico Civil, en el que Rubén clamaba por (…) una carga para matar bribones,/ para acabar la obra de las revoluciones;/ para vengar los muertos, que padecen ultraje,/ para limpiar la costra tenaz del coloniaje;/ (…) Foto: Radio Rebelde. No se limitó, sin embargo, a pedir esa arremetida necesaria, sino que quiso sumarse a ella mediante su participación en organizaciones como la Falange de Acción Cubana, el Grupo Minorista y el Movimiento de Veteranos y Patriotas. Pero no fue hasta su encuentro con Julio Antonio Mella que su rebeldía halló verdadero cauce, cuando al vincularse con la Universidad Popular José Martí se puso en contacto con los trabajadores y sus luchas, y se sumó a ellas. La historia recogió la apasionada defensa que hizo Rubén del joven universitario y comunista, quien sostenía una huelga de hambre como prueba de su injusto encarcelamiento, acusado falsamente de terrorista por Gerardo Machado. En la casa de un ministro del gobierno se produjo el “encontronazo” entre Machado y el joven abogado, que había acudido allí con el propósito de interceder por Mella y lograr que se autorizara su excarcelación bajo fianza. El diálogo se fue caldeando y llegó un momento en que el tirano exclamó colérico: “(…) a mí no me ponen rabo, ni los estudiantes, ni los obreros, ni los veteranos, ni los patriotas… ni Mella. ¡Y lo mato, lo mato!…”, profirió, mientras sus acompañantes lo trataban de llevar hacia el auto. Poco después, al relatar el enojoso incidente a Pablo de la Torriente Brau y a Fernando Ortiz, Rubén utilizó un calificativo que le vino como anillo al dedo al sátrapa: “Es un salvaje, un animal, una bestia…, un asno con garras”. En 1927 Villena ingresó al Partido Comunista, un año más tarde integró su Comité Central y luego, se convirtió en la figura principal de la organización, tras la muerte de Mella, aunque nunca apareció oficialmente así por considerar que un intelectual no debía aparecer como el máximo dirigente partidista. Fue designado asesor legal de la Confederación Nacional Obrera de Cuba, de la cual llegó a ser también líder. Obligado a abandonar el país por la amenaza de ser asesinado, y para cuidar de su salud quebrantada por la tuberculosis, viajó a Moscú, donde trabajó en la Sección Cubana de la Internacional Comunista. No obstante, al saberse herido de muerte y deseoso de pelear hasta el último aliento junto con su pueblo, regresó a Cuba. Su actitud ante la poesía se había transformado a la par de su entrega a la causa revolucionaria. Así se lo confesó al amigo Raúl Roa: “Mi visión del mundo ha cambiado. Sin embargo, amo la belleza aún más que antes. Pero ahora sé que sin justicia y pan, la belleza es un remordimiento, un gravamen de conciencia… Por eso he consagrado mi vida a luchar por la justicia, el pan y la belleza… No haré un verso más como esos que hice hasta ahora. No necesito hacerlos ¿Para qué? Ya yo no siento mi tragedia personal. Yo ahora no me pertenezco. Ya ahora soy de ellos (de los obreros, de los humildes) y de mi Partido”. Sobreponiéndose al mal que lo aquejaba fue capaz de encabezar la huelga general revolucionaria que dio al traste con la tiranía machadista el 12 de agosto de 1933. Un mes después presidió la despedida a las cenizas de Mella, traídas desde México. El deterioro creciente de salud no le impidió dirigir desde su lecho de enfermo las reuniones del Partido y organizar el IV Congreso Nacional Obrero de Unidad Sindical, durante cuyas sesiones falleció el 16 de enero de 1934. En el salón de actos del actual Centro Cultural Palacio de los Torcedores se velaron sus restos mortales. Allí acudieron miles de trabajadores para rendirle postrer tributo, entre ellos, los delegados al Congreso Obrero. Poco antes de su partida física, cuando el fin ya era inminente, Loló de la Torriente, hermana de Pablo de la Torriente Brau, escribió de Rubén estas hermosas palabras: “(…) No hablaba con el dolor del que siente que la vida se le va, sino con la elocuente convicción del que sabe que el hombre pasa, las situaciones cambian y sólo queda, renovándose eternamente, el pueblo”. Casa natal de Rubén Martínez Villena. Foto: Radio Rebelde. (Tomado de Trabajadores)




El ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez Parrilla, rechazó las recientes declaraciones del Departamento de Estado respecto a la prolongación por solo 45 días de la suspensión de la entrada en vigencia del Título III de la ley Helms-Burton, la cual codifica el bloqueo contra Cuba.
Rechazo firme y categóricamente anuncio del Departamento de Estado de Estados Unidos de suspender por sólo 45 días aplicación Título III Ley Helms-Burton. Chantaje político y hostilidad irresponsables para endurecer bloqueo a Cuba. Brutal ataque Derecho Internacional y a terceros Estados, escribió el diplomático en su perfil en Twitter.
En otro tuit, Rodríguez dijo que desde 1996, todos los presidentes de EEUU suspendieron la aplicación del Título III de la Helms-Burton, incluido el actual, debido a la flagrante extraterritorialidad y daños que provocaría a los intereses corporativos de estados Unidos puesto que sometería arbitrariamente a empresas de terceros países a cortes norteamericanas.
Desde Washington un reporte de Prensa Latina precisa que el Departamento de Estado anunció que prolonga por 45 días desde el 1 de febrero, la activación del título III de la ley Helms-Burton.
Ese apartado muestra el carácter extraterritorial del cerco económico, comercial y financiero impuesto a la Isla hace más de 55 años. A través de ese mecanismo Washington se arroga el derecho de promover un juicio contra aquellos inversionistas de terceros países que inviertan en Cuba en propiedades nacionalizadas.
De acuerdo con el texto de la ley, se considera “propiedad norteamericana” a las nacionalizadas en el país caribeño después de 1959, cuando triunfó la Revolución cubana.
La aplicación de ese apartado ha sido suspendida por todas las administraciones estadounidenses desde su aprobación en 1996, dados los perjuicios que implicaría su puesta en práctica, no solo para Cuba, sino para Estados Unidos y aliados de esta nación como la Unión Europea (UE).
Según dio a conocer el Departamento de Estado, ese plazo permitirá llevar a cabo una revisión cuidadosa del derecho a actuar en virtud del Título III a la luz de los intereses nacionales de Estados Unidos’ y de lo que Washington califica como ‘transición a la democracia, en una postura injerencista hacia la Isla.
El primero de noviembre pasado, tras pronunciar un discurso en Miami, Florida, en el cual incrementó la hostilidad hacia la Mayor de las Antillas, el asesor de seguridad nacional del presidente Donald Trump, John Bolton, declaró a reporteros que la Casa Blanca estaba considerando permitir la entrada en vigor del Título III.
(Información de ACN)

EEUU evalúa permitir juicios por propiedades confiscadas por Cuba, dice Pompeo

Bloqueo Foto: Desmond Boylan/ AP

Estados Unidos evalúa permitir juicios por propiedades privadas incautadas por Cuba luego de la revolución comunista, dijo el miércoles el jefe de la diplomacia estadounidense, Mike Pompeo, advirtiendo en especial a las empresas extranjeras que puedan estarse beneficiando de esto. Pompeo dijo que estaba revisando avanzar con la Ley de Libertad, una norma de 1996 que permitiría a los emigrados cubanos demandar tanto a las empresas privadas como a la propia Cuba por obtener ganancias de propiedades nacionalizadas después de la revolución de Fidel Castro en 1959.
Hasta ahora, los gobiernos estadounidenses han usado su autoridad para retrasar la implementación de esta ley cada seis meses, pero Pompeo anunció que emitirá una suspensión por solo 45 días a partir del 1 de febrero.
El jefe de la diplomacia estadounidense dijo en un comunicado que durante ese período la administración del presidente Donald Trump llevaría a cabo una “revisión cuidadosa” del tema.
Washington analizará los “esfuerzos para acelerar la transición a la democracia en Cuba e incluirá factores como la brutal opresión de los derechos humanos y las libertades fundamentales del régimen cubano y su apoyo indefendible a los regímenes cada vez más autoritarios y corruptos en Venezuela y Nicaragua”, afirmó.
“Alentamos a cualquier persona que haga negocios en Cuba a que reconsidere si está traficando con propiedades confiscadas y ayudando a esta dictadura”, añadió en el documento.
Esta advertencia es otro cambio brusco de las políticas del antecesor de Trump, Barack Obama, quien normalizó las relaciones con Cuba y dijo que las décadas de medidas estadounidense para derrocar al Estado comunista cubano habían fracasado.
Incluso antes de la campaña de reconciliación promovida por Obama, los sucesivos gobiernos de Estados Unidos determinaron que la Ley de Libertad arriesgaría relaciones clave, ya que aliados europeos y Canadá han hecho grandes inversiones en Cuba.
La Unión Europea (UE) presentó protestas y se quejó ante la Organización Mundial de Comercio (OMC) tras la aprobación en 1996 de esta norma, que autoriza las demandas de propiedad en tribunales estadounidenses como parte de una expansión del embargo que el país norteamericano ejerce sobre Cuba.
La Ley de Libertad fue impulsada por el senador republicano de extrema derecha Jesse Helms y el congresista Dan Burtan, luego de que en 1996 Cuba derribó dos aviones de exiliados activistas cubanos.
El Consejo de Comercio y Economía entre Cuba y Estados Unidos, que apoya a las empresas estadounidenses en la isla, dijo que la medida de Pompeo fue calculada para “crear incertidumbre y, por lo tanto, ansiedad”.
La suspensión de 45 días “presenta la posibilidad de un siniestro panorama comercial, económico y político” para Cuba, la UE y todos los miembros de la OMC, dijo el presidente del consejo, John Kavulich.
(Información de Agencias)

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